Strawberry Milk [JJ Project/Bnior]

13. Waxing Gibbous 🌔

Jackson se sentía algo mareado, cuando distinguió a Jinyoung aparecer en la puerta y alejarse con un gran suspiro, su risa no se pudo contener más. Rodeó el hombro de Jaebum con su brazo acercándose más al chico.

—Jinyoung nos odiará. —bromeó mientras llenaba los vasos una vez más. —y yo que lo amo y me pagara con odio. —el rubio arrastraba cada palabra mientras hablaba entre risas.

—¡No quiero que me odie!, ¡me echará de casa! -se quejó Jaebum abrazándose al menor, —¿¡cómo cuidare de los niños sin su ayuda!?

—Yo, ¡Yo te ayudaré a que no pase, tienes que seguir mis consejos! —asintió el menor dando suaves golpes en la espalda del pelirrojo. —el jamás te odiara con mi ayuda.

Jaebum dibujó una brillante sonrisa en su rostro, bebiendo el vaso de un solo trago. —¡Jackson, eres el mejor! —aquellas palabras hicieron que el rubio también sonriera apegándose más al mayor.

—¡Tú eres el indicado!, eres realmente el indicado para mi Jinyoungie.

Las botellas se iban vaciando mientras las risas no cesaban, ambos se estaban llevando de maravilla, Jackson contaba un montón de anécdotas y daba un par de consejos al mayor. Mientras la noche avanzaba, ya no quedaba más que beber, a Jaebum le había encantado aquel licor que el rubio trajo, terminando prácticamente el ultimo par de botellas solo, un escalofrío recorrió la espalda del menor, comprobando la hora en su teléfono, las 3 a.m, debían ir a dormir, o Jinyoung no perdonaría una borrachera de ese nivel. Jackson ayudó a Jaebum a entrar a casa sonriendo con malicia ante la mejor idea que se había ocurrido.

Por la mañana Jinyoung sintió unos brazos rodear su cintura, apegándolo más al cuerpo contrario. Jackson ebrio era todo un caso, necesitaba cariño y se apegaba a cualquiera que estuviera a su lado, sintió como la nariz del contrario se hundía en su cabello, haciendo cosquillas en su cabeza, sonrió amplio, por algún extraño motivo era agradable sentir de aquella manera el cuerpo de su mejor amigo.

—Jackson estas muy cerca. —susurró tratando de alejarse del mayor, pero fue imposible, los fuertes brazos no dejaban demasiado espacio entre los cuerpos, tomando como última opción pellizcar las manos del chico, hasta oír un quedo del contrario.

Cuando por fin el cuerpo soltó el agarre, se giró y mordió su labio con fuerza al encontrar que la entidad a su lado no era Jackson, sino, que Jaebum, además estaba semi desnudo, bufó mientras su ceño se fruncía, y salió del cuarto con un montón de insultos planeados para el chino.

—¡Jackson, hijo de tu... —no alcanzó a terminar cuando el chico lo abrazó con fuerza por la espalda.

—¿Te gusto tu sorpresa?, de seguro fue la mejor manera de despertar —reía al ver como el castaño se sonrojaba. —ambos se veían tan lindos abrazados mientras dormían, too sweet~!, no pude evitar tomar algunas fotos —reía con más fuerza el mayor, soltando al chico para dirigirse a la cocina, dejando a un avergonzado Jinyoung en la sala.

—¿No era que Jaebum no te agradaba?, que paso con eso de que "con tu Jinyoungie nadie se mete". —imitó la voz del chico.

—Nadie se mete con él, pero si conozco a alguien apropiado no tengo problemas con eso -sonrió sirviéndose un vaso de leche. —tuvimos una agradable noche ayer, asique no tengo nada en su contra.

—Eres un idiota, ¿cuántas veces te he dicho que no me gusta, ni el gusta de mí? —suspiró comenzando a preparar el desayuno. A la vez que los niños ingresaban a la sala saludando al par de chicos con una brillante sonrisa.

—Niños, tienen que ser silenciosos hoy —comenzó a hablar como si de un secreto se tratara con ambos pequeños. —Jaebumie está durmiendo aún, y no debemos despertarlo o estará tan, pero tan molesto que su mandíbula podría llegar a caerse. —hizo reír a los niños con el ultimo comentario, ya que la noche anterior había visto aquella faceta del chico tras un comentario que hizo.

—Jaebum siempre está enojado -Bambam comenzó a imitar el rostro del pelirrojo, empujando su mandíbula hacia adelante mientras fruncía el ceño.

El grupo comenzó a reír, mientras ambos niños imitaban al mayor que dormía cómodamente en la habitación principal, y así el desayuno avanzo.

—¿Cómo no tienes resaca y no estas igual de cansado que Jaebum?, —preguntó algo curioso el castaño al ver que el rubio estaba tan fresco como una lechuga.

—Jinyoungie, el amor que siento por ti cura todo incluso la resaca, —alzo las cejas un par de veces el chino mientras tomaba la mano del castaño entre las suyas.

—Y ahora dime la verdad —bufó apartando su mano de la del chico.

—La verdad es que solo tomamos un tipo de licor, eso no da resaca, y como podrás adivinar, jaebum se llevó la mayor parte de soju en su vaso. —sonrió amplio terminando de comer su desayuno. —¿qué tal si llevamos a los niños de paseo?, dudo que ese chico se despierte temprano y es bastante aburrido estar en casa haciendo nada.

Los niños miraron con ilusión a Jinyoung, ya que era el segundo encargado después de Jaebum, realmente amaban salir de casa y conocer el pueblo, se asombraban con cada cosa que conocían.

—Está bien, avisémosle a Jaebum y luego alistamos a estos pequeños y nos vamos. —sonrió el castaño, derritiéndose con las sonrisas que los pequeños le regalaron, seguida de un fuerte abrazo, para separarse e ir a vestirse.

Jackson sonrió y se levantó ayudando a limpiar las cosas, mientras el castaño ayudaba a los pequeños con la ropa, y luego de una ducha se alistaba para salir, no sin antes avisar con una suave voz a Jaebum que saldrían todos para que pudiera descansar sin problemas, tras un leve asentimiento del mayor, el grupo salió a pasar la tarde, entre risas por el parque que se encontraba en la zona, jugando y corriendo por los alrededores, aprovecharon también de comer y Jinyoung se preocupo de guardar parte de todo lo comprado para el mayor, siendo percibido por el rubio quien le regalaba una sonrisa cada vez que sus miradas se cruzaban.

Cuando llegaron a casa, ya pasada las 5 p.m, Jaebum se encontraba despierto, viendo la tv en la sala, su cabello levemente húmedo, mientras vestía un pantalón negro corto de chándal, y una sudadera del mismo color, considerablemente ancha. Jackson y los niños fueron los primeros en entrar, corriendo a sentarse junto al chico, hablando de todo lo que habían pasado en el día, los lugares que conocieron y como corrían por el parque.