Strawberry Milk [JJ Project/Bnior]

4. Mad

—¿Así que terminaste con Mark?

—Era algo no podía seguir, supongo. —dirigió su mirada a la taza de café entre sus manos—. Él estuvo de acuerdo con que no sentíamos amor.

—Aun así, duele, ¿verdad?

—Claro que sí, Jackson, es una relación, y no esperas que termine de aquella manera, menos con una discusión de ese tipo.

—Bueno, pero ahora tienes que pensar en tus vacaciones, y indicarme donde estarás, un mes es mucho sin ver a mi mejor amigo.

—Una vez que llegue te mandare todos los datos. —el castaño sonrió dando el ultimo sorbo a su taza de café dejando esta sobre la mesa—.

—Te avisare cuando tenga el día libre e iré a visitarte, Jinyoungie.

—Estaré atento-

Ambos sonrieron levantándose del lugar donde se encontraban, pagando lo consumido en aquella cafetería dentro del aeropuerto, el vuelo de Jinyoung en poco tiempo saldría en destino a Gyeongsang-do. Se despidió de su amigo con un abrazo para avanzar hasta la zona de abordaje, el vuelo no era largo, así que no necesitaba mayores controles para subir. Tomó asiento en su lugar y se dedicó a dormir reponiendo energías, ya que al llegar a aquella cabaña debería limpiar y gracias al poco uso que la casa familiar mantenía.

Jaebum descansaba con los cachorros dentro del bosque, cada cierto tiempo debía detenerse para que estos descansaran, ya que la mayor parte de sus energías se iban en juegos en los cuales corrían alrededor del Jaebum o jugando a atraparse uno a otro mordisqueando sus hocicos y cuello.

—Quiero ver a mamá—, suspiró Yugyeom hablando con su compañero.

—Yo también, mamá debe estar preocupada... ¿Por qué no ha venido? —, el pequeño Kunpimook avanzaba siguiendo un suave olor frutal. —¿Sientes eso?, es un rico olor.

—¿Eso? —, cuestionó alzando su hocico en busca de aquel aroma.

Se alejaron de Jaebum quien dormía. Curiosos por el delicioso aroma buscaron este entre los arboles y arbustos que cubrían el bosque, llegando casi a los a la salida de este dónde la luz se tornaba más brillante y enceguecedora, haciéndoles disminuir su corrida a una caminata normal, mirando los alrededores desconocidos, pero consiguieron toparse de frente con el que mantenía esa fragancia que les llamó.

Un chico vestido con un abrigo negro, y jeans del mismo color, mientras que su rostro estaba oculto bajo una mascarilla, era el portador, estaba adentrando su maleta dentro de una cabaña que daba directo a donde estaban los pequeños cachorros, ellos miraban atónitos, tenían miedo de aquellos humanos, sus padres siempre les advertían que no se acercaran a ellos, que podrían salir lastimados o peor, no sabían a que se referían con la ultima parte, pero era mejor no acercarse y olvidarse de aquel perfume tan agradable que el chico de cabellos castaños emitía.

 Confundidos intentaron voltearse para retomar el camino a donde JB se encontraba, topándose con solo maleza, sus cuerpos comenzaron a temblar, emitiendo pequeños gemidos por el miedo de haberse perdido de su cuidador y quedar desprotegidos, ambos cachorros se acurrucaron en el suelo, sin dejar de llorar llamando al mayor.

Mientras bebía un vaso de leche el castaño observaba el trabajo que debía, no estaba tan sucio como imaginó, el sonido agudo de unos cachorros llamó la atención de Jinyoung, quien en busca de él, se asomo a la parte trasera de la cabaña analizando con la mirada los alrededores, dando con dos pequeños cachorros que lloraba, sonrió aliviado al ver que solo era eso, y se acerco pensando que eran de algún perro vecino, ofreciéndoles caricias para calmar su llanto y un poco de leche que mantenía en su vaso. Ellos aceptaron el acercamiento del humano, disipando todas las dudas que tenían ante aquellos seres tan intimidantes, aquel chico era agradable y sus manos suaves además de aquel aroma que tanta atención les llamó.

Jaebum despertó cuando sus energías fueron repuestas, levantándose de inmediato al no ver a los pequeños lobeznos en los alrededores, tampoco sentía podía escucharlos jugar, rápidamente comenzó a buscarlos intentando rastrearlos por su olfato siendo difícil seguir el rastro con las diferentes nuevas fragancias que se percibían. Los llantos no tardaron en llegar, y gracias a estos pudo llegar más rápido a los pequeños, observando desde los arbustos si algún peligro asechaba, cuando los llantos cesaron, algo sorprendido vio como Yugyeom y Kunpimook eran acariciados por un humano, despertando el instinto protector del lobo, inmediatamente saltó para salir de los arbustos mostrando sus dientes y gruñendo a aquel humano para que se apartará de los pequeños, era intimidante, haciendo que incluso los cachorros sintieran miedo por la imagen de aquel lobo rojizo con una mirada penetrante y con sus músculos rígidos.

El castaño no dudo en alejarse de los pequeños, podría salir fácilmente lastimado por aquel lobo que podría ser el padre de ellos, retrocedió con pasos lentos dejando el vaso en el piso, poco le importaba que podría suceder con él. Cuando estuvo seguro de que el animal no se acercaría se encerró en la cabaña, sus manos temblaban, el miedo lo había invadido. Vio como el lobo daba un ladrido y los pequeños lo seguían al interior del bosque, ya no podría estar tranquilo en aquella casa imaginando que el animal podría volver.