Deep |BTS| 1

Capítulo 29

—Abha...

—Uhm...— lo mire fijamente a los ojos.

—Te daré tres oportunidades. — susurro.

—¿Tres? ¿Qué?

—Escúchame. — me hizo callar. —Te daré tres oportunidades de decirme la verdad...

—¿Verdad? — me pregunte a mí misma.

—De lo contrario lo pagaras muy caro...

—¿De que hablas?

En eso este tomo algo que estaba al lado mio, sobre la cama y me lo mostro, era mi identificación, la cual habia guardado en el bolsillo trasero de mis shorts.

—Habla...

—Mi identificación...— susurre.

—Tu no eres la sirena que busco...— exclamo.

Lo sabia, lo habia descubierto.

—Lo que me deja una duda, eres humana. Pero de seguro la conoces.

—¿Por qué crees eso?

—Ese día que te rescate del agua, tenias una cola de sirena, pero te estabas ahogando.

—Pues...

—Telxínoe pudo escapar de mi con una herida, tu estabas bien y no podías.

—Tu nunca has visto a Telxínoe a la cara.

—Si, es mi desventaja, pero si puedo sentir su aroma.

—¿Su aroma?

—Tu me despistaste, tu aroma combinado con agua salada, fui un tonto.

—Je, je, je...— rei. —Asi que te despite.

—Dime quien es, o lo pagaras muy caro...

—¿Qué planeas hacer?

—Pues, estas aquí en mi yate, encerrada, lejos de los demás humanos, sobre mi cama, atada y yo sobre ti, no se, piénsalo, hay muchas cosas que podría hacer...

La forma en como este lo dijo, me dejo algo asustada. ¿Algo? Retiro lo dicho, muy asustada, él tenia razón, estaba totalmente sola, en las garras de un vampiro.

—Tienes tres oportunidades, que empiezan desde ya...— este se quedo callado.

—¿Y si te digo que Telxínoe se quedo en Hawaí con mi abuelo?

—No te creería...

—¿Por qué no?

—Te he tratado de seguir todos los días, no pude, hay y para que te escondas de esa forma quiere decir que estabas con ella.

—Pero...— este me interrumpió.

—Pierdes tu primer intento. — este se acerco un poco más hacia mi rostro, se sento sobre mi. Poniéndome completamente tensa.

—¿Y si me escondía porque sabia que un vampiro me estaba persiguiendo, pensando que yo era esa sirena?

—Te escondías en Hawái, pero si la dejaste alli no debiste de esconderte aquí en Miami.

—¿Por qué tan seguro?

—Segundo intento...

—¡Espera!

—¿Estas segura de querer desperdiciar tu ultimo intento? — con su mano tomo mi barbilla y la acerco a su boca.