You're Mine; KnB

Especial

〜 ∞ 〜

El cansancio ante el pequeño partido que tuvieron no logró que los chicos de Seirin se detuvieran, todos aun motivados para seguir entrenando, queriendo volverse mejores de lo que eran.

− ¡Kurokocchi! − Se escuchó un fuerte estruendo en todo el gimnasio, logrando la desconcentración total de los jugadores, quienes con una gotita en su cabeza miraban a quien había interrumpido el exhausto entrenamiento − ¡Te extrañé tanto! − Volvió a gritar el rubio, lanzándose a abrazar al menor, quien no tuvo tiempo para arrancar y esconderse de su amigo.

− Oi~ Aleja tus manos de Tetsu, Kise idiota − Habló Aomine, apartando al chico de su amigo.

− ¿Cómo estás, Tetsuya? − Kuroko miró a Akashi, quien le regaló una pequeña sonrisa.

− Muy bien, Akashi~kun, me sorprende verlos aquí. ¿Qué ha pasado? - El equipo de Seirin, al ver que la generación milagro no se iría en un largo tiempo, tomaron sus cosas y se fueron en silencio a cambiar, dejando a su pequeño compañero con aquellos grandulones.

− Kise idiota ha insistido en venir a verte, no sabemos para qué, no nos ha querido decir y ninguna amenaza ha funcionado − Contesto Daiki, fastidiado ante tanto misterio.

− Lamentamos si interrumpimos tu práctica, Kuroko − Comentó esta vez Midorima.

− No hay problema, chicos.

− Kise~chin, queremos saber qué es lo que pasa − Interrumpió Murasakibara, mientras comía uno de sus tantos dulces.

− ¡Oh, sí, verdad! − Con entusiasmo contestó Ryouta, dando pequeños saltos en su lugar antes de sacar su celular y buscar algo, para luego ponerlo delante de los ojos del más bajo − ¡Mira, Kurokocchi, han hecho una novela de nosotros y tú eres la bella princesa rescatada! Ah, no... Esa es otra − Nuevamente buscó algo en su móvil, haciendo el mismo procedimiento anterior − ¡Mira, Kurokocchi, han hecho una novela de nosotros y tú eres el protagonista que está enamorado de todos!

Los colores subieron al rostro del mencionado. Tomando el celular de su amigo, reviso aquella novela, leyéndola de pasada y percatándose que efectivamente, él era el protagonista y sus ex compañeros eran sus enamorados.

− La leí hace mucho tiempo, solo que estaba esperando que la autora la terminara para mostrártela, aunque es muy cruel, se demoró mucho tiempo en terminarla y casi nunca actualizaba − Con un puchero en sus labios y de forma infantil, comenzó a "llorar" − ¡Pero ya ha finalizado! ¡Y qué crees, nadie se murió, cosa bastante extraña sabiendo lo que el acosador hubiese sido capaz de hacer! Aunque igual creo un final alternativo...

− Ryouta, cállate − Las frías palabras de Akashi lograron que el chico guardara silencio − Con calma, cuéntanos la historia.

Todos se sentaron en forma de indio en medio del gimnasio, prestando total atención a lo que dijera el rubio.

− Bueno, prácticamente nosotros, excepto Kurokocchi, éramos hermanos, unos muy crueles, que al ver a nuestro querido uke, hicimos una apuesta. Aunque nadie tenía idea que nos terminaríamos enamorando de él al final de la historia, sin contar que un maldito acosador acechaba a Kurokocchi − Comenzó a llorar − Quien lo secuestro y torturó y golpeó y lo apartó de nuestro lado y lo lastimó y y y...

− Basta de tantos "y", Kise, habla bien − Le cortó Midorima, aburrido de los hipidos de su estúpido amigo.

− Ok... La cosa es que lo logramos rescatar y todo, somos felices y bla bla bla... Pero lo que me causa intriga es saber si en verdad Kurokocchi está enamorado de nosotros, ya saben... Necesito manosearlo.

Las incrédulas miradas de los demás estaban puestas en Ryouta, para luego dirigirlas a un sonrojado Kuroko, el cual se encontraba mirando hacia el suelo, nervioso.

− ¿Estás enamorado de nosotros, Tetsuya? − Repentinamente la mano del Seijuro levantó el mentón del menor, sonriendo ante su reacción − Seria encantador si lo estuvieras, aunque no soy de los que comparten.

− Maldito Akashi, Tetsu es mío − Siendo alejado con brusquedad del chico, miró a Aomine enfadado, contemplando como este aprisionaba a Tetsuya en sus brazos.

− ¡Kurokocchi me pertenece!

− ¡Kuroko es mío, es el quien me traerá suerte por el resto de mis días!

− Kuro~chin es lo más dulce que he visto, por lo tanto, debe ser mío.

Toda la generación milagro comenzó una batalla, donde hubo golpes, gritos y pedidos de ayuda. Aunque luego de unos minutos la situación cambio, encontrándose un sonrojado y excitado Tetsuya en los fuertes brazos de sus "amigos", regulando su respiración.

− Eres nuestro, Tetsu.

− Lo sé, chicos − Una breve carcajada logró enloquecer a los demás, qué sin importarles que estuvieran en medio del gimnasio, continuaron con lo iniciado.

〜 ∞ 〜

Como ven, cambié nada del especial anterior. Creo que aquella fue una de mis últimas ideas un poco más claras, así que espero lo hayan disfrutado.

Me encantaría encontrarlos en mi otra novela.

Les dejaré el prólogo y mi intento de Tráiler.

¡Los amo, bebos hermosos!

Se despide, Brithish.

El pavimento de a poco se fue cubriendo por los grandes montones de cemento destruido. Las maquinas trabajaban a toda marcha y cada uno de los habitantes observaba la escena con gran pesar. Ninguno tenía noción alguna de lo que en un futuro ocurriría. El miedo de a poco los comenzaba a albergar y varios se escondían en sus hogares, rogándole a Dios que la caída de la gran muralla no afectara de forma negativa sus vidas y que ambos mundos supieran convivir amenamente.

"Quiero que cada uno de los habitantes de nuestro país oiga con atención. Hoy es el inicio de una nueva etapa, una nueva historia que en unos años será contada. La más prominente separación ha sido destruida, ante sus ojos, luego de tres largas décadas.

No piensen que habrá menos discriminación, menos miedo, menos segregación, pues falta mucho para llegar a eso. Pero sí tengan en mente que este será uno de los grandes pasos para un futuro mejor. Nuestra nación lo necesita, nosotros lo necesitamos y doy mi palabra como presidente que haré hasta lo imposible para combatir las batallas no peleadas, a su lado, hasta el último día que este en el mandato."