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¡Hey! Yo sé que mis notas son medias largas, pero lean el final del capítulo, por favor. Es importante.

Ahora, disfruten la lectura, hermosos.


Respiraciones agitadas, sudor descendiendo por los cuerpos y la sangre reluciente como el agua de un manantial se hallaba esparcida por las pieles, manchando a aquellos dos individuos; tentativa para aquel que la hacía surgir.

− Ba-Basta... − En su agotamiento uno de ellos logró murmurar, sintiendo el cansancio albergarlo, sin saber cuál de los motivos era el específico.

− Ah... Kuroko – Una embestida más y el cuerpo bajo suyo siguió moviéndose ante la manipulación por su parte – Te quiero tanto, amor. Juro marcarte hasta que jamás me olvides...

Sin cuidado alguno tomó al menor, acomodándolo sobre él y empezando una nueva ronda de dolorosos empujes.

¿Cuántas horas han pasado ya?

Por unos instantes el malestar no fue su principal sentir, siendo reemplazado por el inmenso cansancio, sin querer indagar en lo siguiente que ocurriría, pues pronto sus parpados comenzaron a pesar y sintiendo nuevamente aquella esencia llenarlo, cayó en la inconciencia.

− Te amo tanto... − No le importó el estado del chico y en breves segundos se encontró devorándole la boca, aún si este ya no respondía.

Haz caído en mis brazos, pequeño... No sabes lo que te espera...

Solo fue un par de minutos antes de comenzar a jugar otra vez con el joven.

Aunque Tetsuya estuviera muerto él seguiría utilizando su cuerpo, aún si su cadáver comenzara a pudrirse el jamás lo soltaría.

El tiempo seguía su curso y ya pasados tres días, seguían enfrascados en lo mismo, aun sin un descanso apropiado o las docenas de tazas de café ingeridas.

Necesitaban encontrar el paradero del chico lo antes posible, aquel hombre podría hacer lo que quisiera con el menor y eso no estaba en los planes de ellos.

− Creo haber hallado el paradero – Soltó sin más Midorima, rompiendo aquel tenso silencio.

− ¿Qué? ¿Estás seguro? – Seijuro, quien cansado se encontraba, al igual que el resto, interrogó, no ocultando la esperanza reflejada en sus orbes.

− No, no lo estoy, pero hasta el momento es lo único que he encontrado – Dijo, mirándolos seriamente y haciendo relucir las ojeras bajo sus parpados – Por lo que logré investigar, fue la residencia de sus padres, la que heredó tras el fallecimiento de estos. Es difícil saber la existencia de esta, pues hay casi nula información de ella, además de que, bajo el estado, no está a nombre de alguien. Pero como dije, no fue fácil hallar esto y si no fuera por una foto de la familia encontrada en internet por sus apellidos, además de los contactos encontrados y dichos estos que dicen haber averiguado sobre un testamento, no habrían pruebas para corroborar lo que les he notificado.

Haizaki tiene mucho dinero, o si no, no sería capaz de ocultar bien esta información o de instalar las cámaras que nos mantuvo vigilados todo este tiempo.

− ¿Las cámaras? – Interrogó Kagami, desconcertado.

− Sí, luego de saber el aspecto del sujeto caímos en cuenta que tiempo atrás, tras una inesperada falla en nuestro sistema de luz, vino un técnico y por varios días, mientras nos encontrábamos ausentes, quedó a cargo de arreglar el problema. Ahora, supimos que fue Haizaki quien estuvo aquí, aunque aquello fue días antes de conocer a Tetsuya; no tenemos idea alguna como pudo saber que nos encontraríamos.

You're Mine; KnBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora