Mi Sourwolf

7

-Mmm, Aaaahhh, buen chico, lo estás haciendo muy bien, Aaaahhh, sigue asiiii, Stileeessss, Aaaaaahhhh, sigueeeee, Mmm, usa tu lenguaaaa, Stileeeesss, úsala- ordenó entre gruñidos de placer.

El adolescente obedeció de inmediato, uniendo su lengua a la felación mientras acaricia los muslos del mayor, quien gime más fuerte por las sensaciones que lo invaden. A pesar de ser virgen, el castaño lo está haciendo bastante bien y si continúa así, muy pronto llegará al orgasmo en esa parlanchina boca como tanto lo desea desde hace días.

-Stiiileeesss Aaaaaahhhh, no te detengaaasss, Aaahhhh, sigueeeee, Mmm, Stileeessss- gruñó aflojando el agarre de su mano al notar que sus garras están apareciendo sin que pueda controlarlas- Aaaaahhhhh, Stileeeesss, Ssssiiiii, que bien lo chupaaaaassss.

Derek puede sentir como su lobo está descontrolándose, ansioso por salir a reclamar a su compañero pero no lo hará aún, no hasta que todo el asunto con James acabe y no exista peligro alguno. Embistiendo con ansias la boca del menor, solo tarda unos segundos en acabar con un gruñido de placer y el castaño traga hasta la última gota antes de incorporarse con las mejillas sonrojadas, los ojos vidriosos por la excitación, el cabello alborotado y un hilo de saliva se desliza por la comisura de sus labios entreabiertos, mediante los cuales jadea pesadamente.

-Derek... ¿Lo hice... bien?- preguntó lamiéndose los labios lentamente y eso fue lo que terminó por descontrolar al lobo.
-Stiles- siseó tumbándolo sobre la cama para trepar sobre el cuerpo contrario, bajando una mano hasta la dura erección del adolescente, quien arqueó la espalda mientras gime por el contacto- Quiero que te masturbes para mí, hazlo- ordenó enseñándole los colmillos y deslizó sus garras por el pecho del menor, procurando no lastimarlo- Ahora, Stiles- gruñó haciendo brillar sus ojos rojos.
-Sí... sí, mi Alfa- respondió lamiéndose los labios y llevó una mano hasta su hombría, masturbándose ante la mirada fija del moreno- Aaaaaahhhhh, Dereeeekkk, Mmm.
-Más rápido- ordenó al mismo tiempo que se inclina a repartir mordiscos por los hombros del chico, quien se remueve incomodo sobre la cama- Más, Stiles, déjate llevar, enséñame cómo lo haces pensando en mí, porque lo haces muy seguido ¿verdad? Tocarte imaginando que soy yo quien lo hace.
-Siiiiii, Oh Dereeeekkkk, Siiiiiii, Aaaaahhhh, Aaaaahhhh.

Después de dejar notorias marcas por toda la piel a su alcance, especialmente el cuello, se incorporó recorriendo con la mirada el cuerpo que se entrega sumisamente a él y lleva dos dedos hasta la boca del castaño, quien no tarda en lamerlos y chuparlos como hace unos minutos lo hizo con su erección. Apenas siente que están lo suficientemente lubricados, separa todo lo que puede las piernas del adolescente y las deja flexionadas antes de llevar sus dígitos hasta la apretada entrada del chico, trazando círculos a su alrededor.

-¡Dereeeeekkkkk! Aaaaahhhh, Aaaaaahhhh, Dereeeekkk, voy a corrermeeee, Aaaaahhhhh, Dereeeekkk- gimió el hijo del sheriff y arqueó la espalda cuando sintió el primer dedo incursionando en su interior- Aaaaaahhhhh.
-No te detengas, Stiles, no dejes de masturbarte, quiero que te corras gritando mi nombre- ordenó sin apartar la vista del rostro del adolescente, quien se deshace en gemidos de placer, incapaz de pronunciar una palabra coherente que no sea su nombre. El olor a excitación es fuerte en el ambiente, provocando al lobo y apenas siente que ese estrecho interior se acostumbra a la intromisión, mete un segundo dedo- Stileeessss.
-Dereeeekkk... Aaaahhhhh, Aaaaaahhhhh, Mmmm, Aaaaaaahhhh- en cuanto la punta de los dígitos del mayor roza la próstata del menor, éste arquea la espalda, hunde la cabeza en la almohada y su cuerpo se tensa al llegar al orgasmo- ¡Dereeeeekkkkk!- grita manchando su propio abdomen.

El moreno se inclina a besar a su compañero, robándole el aliento mientras continúa moviendo sus dedos implacables en ese estrecho interior y desea más que nada hacerle el amor. Cuando está por dejarse llevar, percibe un aroma que lo hace gruñir y se incorpora con el ceño fruncido, levantándose de brazos cruzados.

-¿Dereeek...?- lo llama el menor extrañado en suaves jadeos.
-Ese idiota está aquí, Tommy, está estacionando su auto afuera, deshazte de él o le arrancaré el cuello- ordenó antes de cambiar a su forma de lobo y trotó fuera de la habitación, yendo escaleras abajo para esperar junto a la puerta.

Al cabo de unos breves minutos, Stiles baja en pijama, intentando acomodarse el cabello pero sigue alborotado, dándole un aura bastante sexual que encantó a Hale y en cuanto se deshagan de ese indeseado invitado, va a arrastrarlo a la ducha para continuar manoseándolo. Apenas el adolescente abre la puerta, ladra furioso al mayor, quien se queda inmóvil por el inesperado recibimiento.

-¿Qué quieres?- preguntó el castaño cruzándose de brazos con seriedad- Ha quedado todo muy claro entre nosotros, no hay más que hablar, Tommy.
-Sí tenemos que hablar, Stiles, quiero arreglar las cosas, por favor escúchame- pidió el pelirrojo dando un paso al frente pero el animal volvió a ladrar en señal de advertencia mientras se tensa- Stiles, por favor, escúchame, no tenemos que volver a ser pareja, no ahora, solo escúchame, realmente estoy arrepentido por lo que hice y dije, por favor, solo escúchame, un minuto.
-Bien, tienes un minuto- se dio por vencido el chico y el lobo lo jaló por el borde de la sudadera hacia atrás- Tranquilo, Sourwolf, no va a entrar, habla, Tommy.

El Alfa se enfadó mucho con la decisión de su compañero y continuó gruñendo mientras intenta alejarlo de la puerta sin éxito. Ni por un segundo creyó las palabras de arrepentimiento del mayor, después de la forma en que trató a Stiles y que lo llamara frígido, dejó muy claro cuáles son sus intenciones, así que ahora no caerá en sentimentalismos baratos, ni lágrimas falsas pero tal parece que su beta piensa diferente, su ingenuidad está haciendo que caiga nuevamente en los engaños de ese sujeto, así que trota escaleras arriba para entrar al cuarto, cambiado de forma y tomando lo primero que le quede de ropa de los cajones del adolescente, aunque sus medidas no han cambiado desde la última vez que estuvo ahí, por lo cual solo consiguió un buzo para cubrirse pero así es mejor, es perfecto para lo que tiene en mente.