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Stiles se despertó soltando un gritito poco masculino cuando algo pesado cayó sobre él y se encontró de frente con el gran perro lobo, quien le piso intencionadamente el abdomen antes de trotar hasta la puerta, en donde está su padre riéndose a carcajada limpia mientras le da unas palmaditas en la cabeza al animal.

-Buen chico, eres mucho mejor que un despertador, levántate, hijo, ya casi es medio día.
-Hay otras formas de despertarme, papá, maldito Sourwolf, primero me echa de mi propia cama, obligándome a dormir en el suelo y ahora se cree con el derecho de pisotearme- se quejó incorporándose antes de estirarse, haciendo crujir varios de sus huesos- ¿Por qué tienes el uniforme, papá? Hoy es tu día libre.
-Surgió una emergencia en el trabajo, regresaré al anochecer, asegúrate de sacar a pasear a Sourwolf y trátalo bien, es un animal bastante listo- afirmó acariciándole el lomo a la mascota del castaño- Nos vemos por la noche, pórtate bien y no sigas peleando con él.
-Claro, defiende al perro lobo y no al hijo que lleva tu sangre- gruñó inclinándose a estirar las sabanas sobre el colchón que acomodó en el suelo pero alguien lo empujó por la espalda, haciéndolo caer de bruces- ¡Aaaahh!
-Jajajajaja, ustedes se llevan tan bien, quiero la casa intacta cuando regrese- se despidió el sheriff marchándose por el pasillo.
-¡Maldito Sourwolf! ¡Te daré tu merecido!- amenazó abalanzándose sobre el animal pero éste fácilmente se escapó de entre sus brazos y lo tumbó al suelo, mordiéndole el hombro con la fuerza suficiente para que lo sienta- Vale, vale, tu ganas, amigo, suéltame y te prepararé un rico filete, ¿De acuerdo?- propuso siendo soltado después de unos segundos- Bien, buen chico, me daré una ducha rápida y almorzaremos, dentro de una hora nos juntaremos con la manada, debo admitir que es divertido que vayas- comentó mientras reúne ropa limpia y unas toallas- Por lo usual, no participo mucho en los entrenamientos, como no soy un lobo, no me toman en cuenta pero es divertido pasear contigo por el bosque, aunque no me hace gracia que me obligues a dormir en el suelo, yo no soy tu mascota- se quejó haciendo un puchero antes de acariciar la cabeza de animal, quien lo observó fijamente- Me daré prisa, sé un buen chico y no destruyas algo, te daré dos jugosos filetes si te portas bien.

Tarareando una canción, se dirigió hasta el baño, dejando la puerta abierta y se desnudó antes de entrar a la tina, percatándose que su mascota está sentada en sus patas traseras mientras lo observa fijamente desde el umbral. Restándole importancia al asunto, larga el agua para enjabonarse pero comienza a colocarse nervioso con esos orbes intensos sobre él y se apresura en cerrar la cortina.

-Ve abajo, Sourwolf... todo bien por aquí, ve...-pasa un tiempo que se le hace eterno hasta que escucha un ligero trote por el pasillo y se permite respirar aliviado.

Luego de una ducha rápida, baja con una toalla sobre el cabello pero se detiene a mitad de las escaleras cuando escucha unos gruñidos muy molestos y se apresura en ir hacia el lugar de donde provienen, descubriendo que su perro lobo está frente a la puerta, con el cuerpo tenso mientras gruñe antes de ladrar furioso.

-¿Qué sucede, Sourwolf?- preguntó ganándose en cuclillas junto al animal y lo abrazó por el cuello, dándole un beso en la frente peluda- Tranquilo, amigo, todo está bien, no es— en ese preciso instante suena el timbre y se incorpora a abrir algo asustado, ¿Quién puede ser para que su mascota temporal actué de esa forma?- Vamos, Stiles, tienes acónito y un perro lobo furioso que puede protegerte o usarte como carnada para escapar.

Con algo de temor abre la puerta y suelta el aliento que en algún momento contuvo al descubrir que se trata de su pareja, quien le dedica una sonrisa antes de inclinarse a besarlo pero las fauces del animal aprisionan su muñeca derecha, jalándolo hacia atrás con la fuerza suficiente para tirarlo sentado al suelo antes de ir hasta sus pies y gruñirle furioso al visitante.

-No sabía que tuvieras un perro- dijo el mayor enseñando sus manos en señal de rendición- Es enorme y parece que no le agrado.
-No es mío, lo estoy cuidando- respondió abrazando por el cuello a su mascota para mantenerlo quieto- Basta, Sourwolf, es mi novio, Tommy, no tienes que colocarte así- pidió forcejeando con el animal cuando éste ladró e hizo un ademan de ir hacia el recién llegado con muy malas intenciones- ¡Sourwolf basta! No te comportes así con mi novio o dormirás en el patio hoy y te quedarás sin filete.

Mi SourwolfWhere stories live. Discover now