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*Penúltimo capítulo* Espero lo disfruten!!

Derek terminó de preparar el desayuno y acomodó todo sobre una bandeja para llevarlo a la cama, en donde todavía duerme su compañero. Compañero, le encanta como suena esa palabra y que ahora aplique para ellos de manera oficial. Sentándose al borde, acaricia con suavidad la mejilla de su chico, quien hace un ruidito similar a un ronroneo sin despertar. Con cuidado baja la mano hasta el parche que le colocó sobre la mordida de reclamación en la madrugada. Después de que el castaño se durmió en sus brazos, espero pacientemente a que baje su nudo y lo cargó a la ducha, bañándose juntos para luego curarle la herida del cuello.

-Arriba, pecoso, vamos a desayunar- dijo el lobo inclinándose a repartir besitos por el rostro de su pareja-Hora de levantarse, Stiles.
-Mmm... ¿Derek...?- preguntó en un murmullo casi inentendible.
-Despierta, no podemos entretenernos mucho, recuerda que almorzaremos en tu casa con los demás, Stiles.
-Mmm...Derek...- el menor se frotó los ojos antes de abrirlos somnoliento, parpadeando descoordinadamente-¿Derek...? Hola, Sourwolf.
-Buenos días, pecoso, ¿Cómo te sientes?
-Bien... tengo un poco de sueño pero bien- respondió incorporándose hasta quedar sentado y soltó un pequeño quejido- Mmm... Derek...
-Lo sé y está bien, duele al comienzo pero te aseguro que las siguientes veces ya no te incomodará- prometió el Alfa dedicándole un sonrisa antes de besarlo cariñosamente- Te amo.
-Yo también te amo, Sourwolf.

Los dos comieron manteniendo una amena plática y en cuanto acabaron, el castaño se vistió para luego revisar su teléfono. El lobo esbozó una sonrisa cuando se percató de las caras que hace su compañero al leer los mensajes en el grupo de WhatsApp que hicieron de la manada. Él ya sabe lo que dicen, los vio antes de preparar el desayuno y debe admitir que se rio con varios, especialmente los de Peter, Erika e Isaac, que fueron bastante explícitos en sus comentarios sobre la apasionada noche que tuvieron.

-¡Derek!- lo llamó el humano en un puchero y fue corriendo hacia él con el teléfono en la mano para enseñarle los mensajes- Vamos a castigarlos, quiero que el entrenamiento de hoy sea un infierno, ¿Lo prometes?
-Stiles, nada de lo que escribieron ahí es mentira, ¿O ya olvidaste todo lo que hicimos?- preguntó el lobo esbozando una sonrisa de diversión que hizo sonrojar un poco al menor- Míralo de esta forma, tú tienes todos los privilegios que quieras con el gran Alfa de la manada.
-Mmm, ¿Lo que yo quiera?- soltó arrimándose al cuerpo del moreno con un brillo malicioso en sus ojos.
-Claro, todo lo que quieras, pecoso, piensa que mientras el resto de la manada sufre con los entrenamientos, tú puedes hacerlos de una forma mucho más divertida que correr o pelear.
-Oh, si nos incluye a ambos sin ropa definitivamente quiero entrenar de esa forma- se apresuró en afirmar el menor con una gran sonrisa.
-¿De verdad te molesta ser la mamá de la manada?-preguntó como quien no quiere la cosa el mayor.
-Mmm, no, realmente no pero es divertido discutir con los demás, todos se han convertido en mi familia, Derek, los adoro mucho y a ti te amo, así que me gusta la idea de ser la mamá de la manada, tienes que admitir que soy muy bueno en eso- canturreó dándole codazos cómplices a su compañero, quien se rio antes de abrazarlo por la cintura.
-No eres muy bueno, eres el mejor, Stiles y por eso te amo tanto.

Al moreno le hubiera encantado comenzar una siguiente ronda de lo ocurrido en la madrugada pero no pueden entretenerse mucho o llegarán tarde al almuerzo en casa Stilinski y no es justo cuando sabe que Melissa se ha encargado de preparar una rica comida junto a Chris para festejar el cumpleaños del humano.

Cuando llegaron a la casa de su chico, los demás ya están y para nadie pasa inadvertida la expresiva (además de exagerada) reacción de Scott al darse cuenta que son oficialmente compañeros.

-Debes apestar mintiendo- señaló Peter dándole una palmadita en el hombro al beta antes de acercarse al castaño, quien está muy rojo y con la vista en el suelo- Que no te dé vergüenza, cachorro, bienvenido a la familia y cuida muy bien de mi sobrinito, contigo a su lado, se acabaron los gruñidos y ceños fruncidos, mantenlo contento y todos estaremos felices.
-Esa es una idea estupenda para que no nos sobreexplote en los entrenamientos, hazlo, Stiles- lo apoyó Isaac alzando el pulgar en aprobación.
-Mamá se encargará de papá, será raro verlo sin el ceño fruncido todos los días- canturreó Erika ignorando los gruñidos de su Alfa- Vamos, Stiles, quítale el mal humor con un besito.
-¡Ya basta los tres! No es momento para hablar de esto y si insisten, correrán cincuenta kilómetros en el siguiente entrenamiento- amenazó Hale menor haciendo brillar sus ojos rojos mientras aprieta la mandíbula.
-Oh, cariño, no castigues a los niños- intervino Stilinski hijo agudizando un poco la voz- Si ellos quieren vernos románticos, entonces eso tendrán- dijo al mismo tiempo que cuela una mano bajo la camiseta del Alfa, quien arquea una ceja antes de comprender las intenciones de su inteligente pareja.
-¡Esperen, esperen! Nada de cosas gays aquí- ordenó Jackson y se apresuró en cubrir la boca de Isaac con la bufanda que usa.
-¡Yo estoy de acuerdo! Ya basta- Scott se apresuró en hacer lo mismo con Erika- Se acabó el tema.
-Jajajaja, que listo, cachorro- lo felicitó Peter revolviéndole el cabello a la pareja de su sobrino- Apuesto a que haces lo mismo con Derek y ni cuenta se da, buen trabajo- dijo chocando los cinco con el humano.

El Alfa gruñó con la conversación del parcito y jaló a su compañero hacia atrás, ya que sabe perfectamente lo peligroso que es que ambos se junten, especialmente cuando hacen planes a escondidas, como la lista de castigos. Después de que los tres mayores felicitaron a Stiles por cumplir dieciocho años, pasaron al comedor a almorzar mientras mantienen una animada conversación.

Durante la comida, se toca el tema del parche que está usando el castaño en el cuello y éste les enseña la mordida de reclamación, lo cual hace reír al moreno por el tono de orgullo que distingue en su voz. Si es honesto, su mayor temor fue la reacción del sheriff pero éste ni siquiera se molestó, sino que se unió a las burlas de los demás sobre que ahora es la mamá de la manada y Stiles lo abrazó haciendo un puchero, además de ordenarle que se convierta en Sourwolf para comerse a todos los que lo molesten, como el gran lobo malo del cuento.

En un momento de la tarde, Derek se escapó al jardín trasero. Todavía no se acostumbra del todo a pasar tanto tiempo con su manada, mucho menos cuando han colocado música para continuar la fiesta. El ruido de la puerta capta su atención pero ya sabe quién es, así que no tiene necesidad de voltear y permanece en su lugar.

-Sabía que estarías aquí, Sourwolf- canturreó su compañero abrazándolo por la espalda-¿Te estás divirtiendo?
-Sí, solo necesito un poco de aire, ya sabes que estás cosas no son lo mío- respondió encogiéndose de hombros y acarició las manos contrarias que se posan sobre su vientre.
-Lo sé y eso me gusta, quiero un tiempo a solas contigo, ¿Te molesta si te acompaño?
-Para nada, me encanta tu compañía, Stiles- afirmó volteándose entre los brazos del menor y lo tomó por las mejillas- He estado pensando en algo y quiero saber tu opinión.
-Claro, dime, Derek.
-Ahora que no hay peligro, la manada está más unida que nunca y... he hablado con ellos por separado estos días... ya sabes que todos dejarán Beacon Hills para ir a la universidad, lo cual me parece muy bien y me sorprendió cuando me dijeron que todos quieren regresar, porque aquí está su hogar... y...Mmm... yo quiero darles eso...por eso quiero reconstruir la mansión para vivir juntos... no venderé el Loft, me gusta tener un lugar para mí, sabes que necesito mi espacio a veces pero... la mayor parte del tiempo, casi todo el día quiero estar con ustedes, contigo y con mi familia, ¿Qué te parece? ¿Quieres vivir conmigo cuando termines la universidad?
-Oh Derek, ¡Me encantaría!- respondió saltando hacia él y abrazándolo por el cuello mientras enreda las piernas en su cintura- ¡SI quiero! ¡Si quiero! ¡Si quiero! Pero con una condición.
-¿Cuál?- preguntó el lobo arqueando una ceja con curiosidad.
-Que tendremos el cuarto más grande de todos, papá y mamá lo merecen- canturreó riéndose y el mayor lo imitó antes de besarlo con cariño.
-Por supuesto, Stiles, será el más grande y podrás decorarlo como quieras.
-Te amo, Derek.
-Yo también te amo, pecoso.

Los dos se miraron fijamente antes de volver a unir sus bocas en un apasionado beso. Totalmente ajenos a que los demás han escuchado toda la conversación desde la puerta abierta, manteniendo grandes sonrisas en su rostro con la escena de la pareja en el jardín.

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Solo queda el epílogo y la historia se acaba.
Gracias por leer!
Saludos! :D

Mi SourwolfWhere stories live. Discover now