Notre Histoire.

Capítulo 17 - "Una invitación imprudente..."

— ¿Cómo pude ser tan tonto...? — Se preguntó Yuuri, mientras caminaba por las calles de París en la noche, luego de salir de casa de Viktor y dirigirse a su casa. — Una persona como el, no se enamora de gente como yo. — Sus pensamientos le tenían atrapado, aun cuando estaba sentado en uno de los puestos del metro llegando a su destino finalmente. Luego de caminar varias cuadras al bajar de allí.

Entró a su casa, diciendo su usual "Estoy en casa" y de inmediato entrando a su habitación para encerrarse allí y dejar salir todo el dolor que sentía debido al rechazo tan crudo y directo de Viktor.

— ¿Por qué...? ¿Por qué tuvo que ser el? — Pensó, recostándose sobre su cama un poco desganado y observando la vista de su ventana, hasta finalmente dormirse luego de llorar recordando cada segundo de su vida que había dedicado a seguir y enamorarse poco a poco de Viktor desde el primer momento que le había visto.

Podía ser que el tiempo no había sido mucho, pero para el, cada momento vivido, por más pequeño que fuese, había sido atesorado, incluso aquel desenlace crudo.

7:00 am – Academia de danza.

Yuuri se encontraba caminando en los alrededores del campus de la academia ignorando todo sin pretenderlo, luego de unos minutos entro a su clase con Minako y sin querer tropezó y se cayó en varios giros y pasos que había hecho, su publico quienes eran sus compañeros, se quedaron perplejos ante tantos fallos, pues Katsuki resalto en la mayoría de las clases como el estudiante más prometedor, por su habilidad para la danza, sin embargo el Yuuri que estaba ante ellos estaba disperso, confundido e inseguro nuevamente.

— Lo siento... — Expresó este sentándose en su lugar y dejando que otro de sus compañeros continuara. — El musical de la academia se acerca y yo aun sigo sin mejorar. — Pensó, observando a su compañero danzar y con su frustración acrecentándose, siendo esta interrumpida con la llegada del joven Nikiforov a su salón. — ¿Qué hace aquí? — Se pregunto en su mente, con una mirada de sorpresa, no esperaba verlo tan pronto.

— Hola a todos. — Dijo de forma amable, siendo correspondido por los estudiantes de forma efusiva, mientras que Yuuri observaba hacia otro lugar, pues no se sentía preparado aun para verle a la cara. — Espero que ya su maestra Minako les haya comunicado sobre la tutoría que tendrán conmigo el día de hoy...

Todos los estudiantes se quedaron sorprendidos, pues el solo hecho de pensar que danzarían junto al joven prodigio les llenaba de mucha emoción, sin embargo aquello solo hizo crecer la ansiedad en Yuuri, definitivamente no quería estar tan cerca de el, no en el momento, era difícil, ¿como podría superarle de ser así?, como podría cumplir la petición que este le había hecho de no gustarle.

— Uhm... Nada es tan difícil, Yuuri Katsuki. — Se dijo así mismo levantándose con los demás, para prepararse con la clase de Viktor. — Solo es profesional... El es profesional, no debo ser exagerado, lo que ocurrió fue algo que quedo atrás y así debe mantenerse. — Expresó en su mente, observando al contrario con disimulo.

— Bien, chicos, quiero que me enseñen las coreos que están preparando para el musical. — Dijo Viktor mientras se expresaba como un personaje modelo ante los demás, sin embargo Yuuri sabía, el sabía que todo aquello era una farsa, que esa persona que mostraba no era real, que había alguien más allá de esa mascarada. — Se preguntaran ¿Para qué? Pues es simple, yo seré uno de los jueces en las audiciones que ustedes tendrán para presentarse en el musical, estoy consciente que todos guardan grandes talentos, por algo se encuentran aquí, sin embargo, temo decir que no todos serán los escogidos, así que quiero asegurarme que den lo mejor en aquella audición, ya que si ganan, sabrán que su esfuerzo lo valió todo y si pierden estarán orgullosos de haberlo dado todo allí. Así que... Es momento de empezar. — Viktor se sentó a un puesto de Yuuri y este solo se concentraba en mirar al compañero que fuese a pasar por petición de Viktor. — Parece que hay un buen potencial, las coreografías son realmente hermosas... — Pensó Yuuri mientras observaba a uno de sus compañeros mostrar su producto y seguía viendo cada quien pasar y hacer lo mismo. — Justo hoy he tenido que tropezarme tantas veces...

Cuando quiso notarlo, ya era su turno y Viktor le hacia una señal para que pasara con su mano y mirada.

— Si. — Respondió colocándose de pie, para caminar al frente de todos y de el y así mover sus piernas con delicadeza, aquel detalle lo había tomado de la danza de Viktor, le había gustado mucho esa parte de sus movimientos, así que quiso agregarlo a su coreo con su propia esencia, sus brazos se movían como si buscaran algo o a alguien, el tema de su danza era el amor, el lo había decidido así, pero no se sentía conectado para nada con este, solo sentía dolor en su corazón al sentir algo que no podía ser, cayéndose finalmente al desconcentrarse. — Lo sabia... — Expreso observando el suelo con cierta molestia y volviéndose a levantar, sin embargo algo que no esperaba ocurrió, Viktor camino hacia el, sintiéndose intimidado de inmediato y le extendió su mano con una sonrisa aparentemente amistosa, haciéndole una invitación para danzar.

Yuuri definitivamente no quería hacerlo, no entendía porque hacia eso, le colocaba las cosas más difíciles, estaba consciente que solo era un baile y solo eran dos profesionales, pero es que no podía, humanamente no podía superar la gama de emociones que sentía al tener a Viktor tan cerca luego de aquel breve y frió momento en su apartamento.

— Uh... — Expreso tomando la mano de este, para moverse con lentitud cerca de el, frente a los estudiantes y dar varios giros, siendo rodeado por los brazos de Viktor desde atrás, sintiendo una extraña confianza y su calor. — No debo... No debo... — Pensó, mientras sentía a este.

— Solo déjate llevar, Yuuri... — Expreso Viktor por medio de un susurro cerca de su oído desde atrás, haciendo que este recordara aquel momento entre los dos en su habitación sin pretenderlo.

— Déjalo... Debo resolverlo por mi cuenta. — Dijo aquello deteniéndose, alejándolo al instante, para salir del salón, dejando a todos perplejos por aquel rechazo tan evidente.

No puedo dejarme llevar... Si lo hago, seré yo quien caiga en precipicio emocional...