Capítulo 15 - "Una colisión agridulce..."

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Como lo había pedido el chico con cabellos color azabache, Viktor le tomo de la mano, para caminar a paso rápido entre la gente y finalmente subirse a su auto con este, para dar marcha sin pensar y luego de minutos estar en su solitario penthouse, el cual tenía la oscuridad abordándole y emanaba ese aire triste y melancólico que llevaba consigo el  Viktor real siempre.


Sin embargo, por primera vez en aquel lugar la situación y el momento eran diferentes para el, pues la calidez de Yuuri empezó a infestar el lugar al instante en el que este le jalo consigo al tomarle del brazo, adentrandole a su habitación como si le invitara a su guarida secreta de forma desesperada y extraña. Para luego arrinconarle contra una de las paredes de la habitación y así continuar aquello que habían empezado frente a la Torre Eiffel, con otro beso apasionado y caricias alrededor de las costillas y abdomen para Yuuri.


Viktor... — Pronuncio este por medio de un susurro entre los dos, quitándole la camisa al contrario y acariciando su suave espalda, sintiendo el calor de su pecho y el de su cuerpo en general, el cual rodeadaba el suyo.


Yuuri... ¿Seras mio por esta noche...? ¿Es lo que siempre has querido?  — Preguntó Viktor con aquel tono de voz suave y delicado que le caracterizaba.


¿Solo por esta noche...? — Pregunto Yuuri con un tono de voz bajo, mientras observaba fijamente aquellos ojos azules que le encantaban tanto. — ¿No me querras en otras noches...?


Soy inestable... No sé lo que tú sabes... — Le dijo tomándole de la mano, para empujarle hacia su cama y dejarle caer sobre esta, para quitarle su camisa y parte de su pantalón, como si fuese un niño emocionado a punto de abrir su regalo tan esperado.


¿Qué es lo que se, Viktor...? — Pregunto Yuuri, mientras cambiaba a una expresión más tranquila y gentil en su mirada la cual estaba cristalina por la humedad de sus ojos, observando como este le desvestía de forma sensual y lenta, pero con cierto destello de emoción en su mirada.



Aquella pregunta fue acallada con otro beso, por medio  el cual jugaban con sus labios y sentían como las manos del  otro exploraba cada parte de cada uno, concentrándose solamente en esto y notando como sus partes intimas se rozaban generando erecciones y una excitación inexplicable, como si dos piezas de un rompecabezas finalmente encajaran y formaran la combinación perfecta, así que fue Viktor quien tomo la iniciativa y luego de quitarle el pantalón a Yuuri junto a su ropa interior, manteniéndole excitado por medio de sus dedos los cuales había metido en sus adentros, saco estos mismos para adentrar su miembro el cual provoco un dulce gemido por parte del Azabache, haciendo que Viktor manifestara una leve sonrisa y un gran sonrojo en su rostro, al ver a Yuuri tan frágil y hermoso al tiempo en ese estado.



Viktor... Me gusta... Me duele... pero me gusta... — Expresó Yuuri, sosteniéndose por medio de sus brazos en el cuello de este, mientras Viktor estando entre sus piernas y observándole fijamente desde arriba, le penetraba en su parte anal con tanto deseo y fuerza, que le demostraba lo brusco que realmente había sido en el pasado y era en la actualidad.


¿Es tu primera vez...? — Preguntó Viktor susurrándole al oído, luego de acercar su pecho al del contrario y penetrarlo una y otra vez.


Hmm... S-si... — Respondió el joven por medio de jadeos, sintiendo el sudor de su cuerpo y el del contrario y apretando un poco la espalda de este, hasta arañarle, por la fuerza con la que lo embestía, puede que era muy doloroso para el, al ser su primera vez, pero se sentía pleno, se sentía completo y lleno de placer además de felicidad, estaba con la persona que amaba en esos momentos, con su hombre soñado, cómo no habría de estar feliz, lo que lo llevo a expresar algo que nunca creyo expresar. — Viktor...



¿Uh-h? — Expresó Viktor jadeando sensualmente sobre el, intentando atender a lo que diría con aquella mirada picara y coqueta.


Te amo... — Confesó finalmente Yuuri, observándole con una mirada tan puray cálida, que era acompañada por una dulce sonrisa, mientras sus ojos estabancristalinos como si quisiera llorar de felicidad, provocándole esto a Viktor unsentimiento extraño en su mente y corazón que le hizo caer en un granremordimiento, pues al parecer sus intenciones y las de Yuuri no eran lasmismas.



Lo siento... — Respondió Viktor, deteniéndose y alejándose del contrario y de sus partes, pararecostarse a su lado un poco agitado al igual que este. — Yo no siento lomismo... — Respondió sin más finalmente sintiendo como su corazón se quebraba más de loque estaba, luego de decir aquello al ni pones.


¿Eh...h? — Fue todo lo que pudo expresar Yuuri inocentemente ante aquella respuesta. 




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