11.- Los Juegos -Días 6--10: Despedida

296 43 30
                                    

CONTINUACIÓN DE LA PRIMERA PARTE
__________________________________________________

A la mañana siguiente, Minami se ha marchado. Yuuri se esfuerza por ocultar la decepción y convencerse de que fue lo mejor. Así no tendrán que traicionarse.

Se estira y deja la cueva con arco y flechas listos. Intentará cazar mientras decide que hacer. No podrá esconderse por siempre, tarde o temprano Seung Gil o los otros lo encontrarán y luego...

-¡Buenos días!

Deja escapar un gritito, apuntando a una dirección al azar con tal mala suerte, que deja caer la flecha. La voz se ríe y Yuuri aguarda a que sus latidos se normalicen antes de hablar.

-¿Minami?

-¡Aquí arriba!

Descubre al rubio encaramado en una de las ramas más altas de un árbol.

-Um... ¿Qué estás haciendo?

-Buscando el desayuno-responde alegremente y se apresura a bajar sin darle a Yuuri la oportunidad de pedirle que tenga cuidado. Minami avanza hacia él y le extiende las manos, mostrándole cuatro grandes huevos-Hay dos para cada uno, ¿qué tal?

Avivan la fogata para cocinar las raíces y hervir los huevos, usando los recipientes vacíos como ollas. Minami también aporta un buen puñado de bayas que se encargó de recolectar, así que pueden disfrutar de una buena comida.

Pasan las siguientes horas practicando con sus respectivas armas y Yuuri tiene tan buena suerte, que consigue derribar a un ave por accidente. Minami se deshace en aplausos, como si se tratara de una gran hazaña.

-¿Puedes enseñarme a montar trampas?-le pide, contemplándolo, expectante.

En teoría, por ser la habilidad especial de Yuuri y su carta fuerte, tendría que negarse y sin embargo...

-La clave de una buena trampa, es un buen nudo-lo instruye con cuidado, usando una liana larga y resistente como cuerda-Cada uno tiene sus pasos exactos a realizar y deben ser cumplidos de manera precisa, lo peor que puedes hacer, es saltarte uno para ahorrar tiempo.

-¿Viktor te enseñó eso?

-Ah...-balbucea, como si hubiera perdido la capacidad de articular frases coherentes-No, de hecho...- "Sus trampas son bastante malas, nunca cogen nada y siempre se deshacen" piensa, esbozando la sombra de una sonrisa sin llegar a pronunciarlo. Tose para aclararse la garganta-Continua por tu cuenta, yo iré a montar algunas trampas más.

El rubio resulta ser muy obediente y acomedido, y no puede evitar compararlo con Yuri Plisetsky, quien solía responderle con un "a mí no me das órdenes" cuando le pedía que lo ayudara en alguna labor en la panadería (pese a que al final invariablemente terminaba auxiliando a Yuuri), en tanto que Minami es mucho más dócil, entusiasta y no le preocupa mostrar sus sentimientos.

Luego de un rato, el menor se las arregla para hacer su primera trampa y atrapar su primera presa, un lagarto poco apetecible.

-Carne es carne-lo consuela Yuuri, dándole un par de palmaditas amistosas en el brazo-No estamos en condiciones de ser quisquillosos.

-Sólo lo dices por hacerme sentir mejor-refunfuña, haciendo un puchero, observando el conejo y las dos ardillas de Yuuri.

-Es que tengo un poco más de práctica que tú, eso es todo. Es tu primera lección, pero eres atento y muy cuidadoso, no te rindas. Te aseguro que llegarás a ser un trampero experto.

Al estar charlando y conviviendo, les es fácil olvidarse que es imposible que sobrevivan los dos.

Las siguientes horas son ocupadas para recolectar bayas así como otros vegetales para aumentar sus reservas, sin que ninguno se atreva a cuestionar si en efecto han formado una alianza o si tendrán que separarse.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Jan 10, 2018 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

What could have been and never wasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon