¿Peter Pettigrew?

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Cordelia ya no pudo dormir esa noche, no quería más pesadillas ni sentirse acosada por la incertidumbre que le causaban las emociones encontradas y la confusión. 

Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para prepararse algo. Algunos elfos se despertaron y pretendieron ayudarla pero ella, con amabilidad los invitó a regresar a sus habitaciones, no quería importunarlos o sobre cargarlos de trabajo, además, solo faltaban un par de horas para que amaneciera.  

Dos horas luego de que el sol despuntara en el horizonte, Cordelia partió hacia el orfanato del cual era benefactora. Le complació ver lo bien cuidados que estaban los pequeños y como sus donaciones habían sido bien invertidas. Sus ojos recorrieron cada rincón del lugar sin poder evitar viajar al pasado a través de sus recuerdos...

 Andrew y ella correteándose mutuamente mientras su nana los increpaba desde la cocina. Ambos jugando al parqués con resignación mientras afuera caía un torrencial aguacero. Los grandes saraos que daba su familia en ese mismo salón que ahora estaba decorado por imágenes de santos... 

Cuanto había cambiado su vida desde entonces, cuantas lágrimas derramadas, cuantas personas había conocido y luego perdido con el tiempo, ese que a ella no se le había negado pero que era cruel e implacable con su paso. Tiempo ladrón del sosiego, de la calma, de las ilusiones y sobre todo de almas tan preciadas por ella, almas que ya no regresaría. Pero a la vez, ese mismo tiempo le ofrecía el futuro, de nuevo la humanidad, la esperanza, y hasta la calma de saber que todo terminaría algún día. 

Sus pasos taciturnos la condujeron hasta el jardín donde llegó a la entrada de la cueva tapada con helechos. El instinto le indicó alzarlos para descubrirla pero solo se encontró con roca sólida. Era como si el desierto árido que albergaba su árbol de estamifia no hubiese existido nunca. Entonces la invadió la nostalgia al recordar a Snape junto a ella, infundiéndole ánimos. Siempre él, siempre a su lado.... Siempre.... 


Los días pasaron en lo que para ella fue un torbellino de recuerdos y emociones. Una parte de ella quería regresar y otra no deseaba hacerlo para no tener que confrontarse con la realidad. Lupin ya no estaba tan presente en sus pensamientos pero temía verlo de nuevo. No obstante el deber llamaba y tuvo que regresar... 

En Hogwarts el ambiente estaba expectante porque al día siguiente tendrían la final de quidditch en la que se enfrentarían Slytherin y Gryffindor. Ésta última casa no había ganado la copa desde hacía muchos años, así que McGonagall y todo su alumnado se encontraba a la expectativa. Los miembros de Slytherin se pavoneaban ufanos por todo el castillo, tratando de quitarles las esperanzas a los leones. Sin embargo, Snape era ajeno a todo eso. Salió de la habitación porque el deber lo llamaba y tenía que prepararse para el inicio de las clases y los exámenes que se avecinaban pero cuando vio a Cordelia en el gran comedor en el almuerzo, no pudo evitar que el corazón le palpitara de forma desaforada como si fuese un adolescente, aunque desde luego, su naturaleza le impedía dejar entrever emoción alguna. 

Allí estaba ella, conversando con el licántropo como siempre. Estaba un poco más pálida que de costumbre, ni siquiera advirtió su presencia hasta que el almuerzo terminó y lo vio salir. Jamás se enteraría que él había pasado las vacaciones pensándola, amándola en la lobreguez y soledad de sus mazmorras, soñando con su música, con el sonido seductor de su voz, con el fuego de sus labios y sus cabellos y si lo supiera, desde luego no le importaría porque él ya no formaba parte de su vida, porque ya se había cerrado el circulo. 

Cordelia, por su parte notó algo raro al llegar, Hermione la miraba de forma extraña, casi con temor e incluso, cuando intentó acercarsele para preguntar si sabía algo acerca de la preparación para la apelación del juicio de Buckbeak, la muchacha respondió de forma lacónica que no sabía nada. ¿Qué le sucedería? Bueno, tal vez seguía molesta con sus amigos y querría hablar lo menos posible.

El Misterio del ÁguilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora