Capítulo 17

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La sala de estar es un lugar bastante acogedor, no suelo quedarme mucho aquí. Evan es quien pasa la mayor parte del día frente a este televisor matando zombis (y neuronas). Tratándose de un sábado por la mañana, me sorprende que Annabeth no hable de sus planes para en la noche. Quizá después de lo que pasó el fin de semana pasado se le quitaron las ganas de asistir a esas fiestas por un buen tiempo.

El silencio reina en la sala. Es poco usual no estar en medio de una pelea entre la castaña y el niño. El televisor esta encendido, vemos Gravity Falls, nuestro programa favorito, quiza a eso se deba el silencio.

La puerta principal se abre dando paso a Caroline seguida por Eugene. Ella porta una gran sonrisa, feliz por volver a casa, su rostro la delata. Por otro lado Eugene esta completamente inexpresivo, me es imposible saber si le gusta realmente estar entre estas paredes o prefiere estar en sus viajes de negocios.

Evan corre hasta ellos recibiéndolos con un abrazo, Annabeth hace lo mismo pero con menos emoción que el primero. Yo por mi parte soy la última, doy un prolongado abrazo a la mujer.

— Lauren —me llama Eugene.

El hombre tiene unas cuantas líneas de expresión que le dan aquel toque duro que asusta a cualquiera, no tiene la capacidad de comportarse como un padre ni mucho menos. Evan se parece mucho a Caroline, con su rostro alegre y sonrisa inocente afortunadamente.

Me suelto del agarre de Caroline y obligo a mis pies a ir hasta él. Dejo que me estreche contra sí pese a los escalofríos que me causa la sola idea.

— Ve a mi despacho, ahora. —Dice con volumen bajo y grave, asegurándose que solo yo le escuche.

Al soltarme me dirijo directamente a aquel cuarto al que pocas veces he entrado antes, el estudio. Todo sigue exactamente igual a como lo recuerdo, las viejas fotografías estan sobre el escritorio a un lado de la pila de papeles. Y el polvo en el librero, del que estoy segura nadie saca un libro desde hace años. En su mayoría son enciclopedias y libros de historia, no era que realmente llamaran mi atención como para escabullirme a tomar uno de ellos. Aunque estando aquí, podría ojear un poco. Saco uno despacio, el lomo es grueso y color café oscuro. Retiro el polvo soplando sobre él. No tiene nada escrito en la portada. Lo analizo por fuera dándole vueltas con mis manos.

En cuanto la puerta se abre salto del susto, el libro se cae abierto a mis pies y un trozo de papel sale fuera de éste. Aprieto los puños intentando mantener la calma. Doy media vuelta con los nervios a flor de piel. Vuelvo a respirar cuando visualizo a Annabeth. Me apresuro a tomar el sobre, me debato entre abrirlo o no en mi cabeza cuando Ann me lo quita de entre las manos y saca la hoja.

— ¿Qué es esto? —Habla ella—. Eugene ya viene, será mejor regresarlo ahí dentro, sé que es mi padrastro pero su presencia siempre me ha puesto…—  deja la frase en el aire sin encontrar la palabra con la cual definirlo.

Me apresuro a acomodar todo tal y como lo encontré.

Un estruendo hace que ambas terminemos al otro lado del cuarto, a unos centímetros del librero detrás del escritorio. Afortunadamente el libro volvió al espacio vacío antes de que él abriese la puerta. Permanecemos una junto a la otra de pie con la cabeza abajo. Eugene da vueltas por la habitación, sus pasos resuenan una y otra vez, el resto es silencio. Espero la explosión en uno u otro momento, sé que terminara por gritarnos, como siempre hace. El dilema dentro de mi cabeza es el posible tema.

Entre más tiempo pasamos en silencio, excepto por reloj y las pisadas fuertes del hombre, mucho más tensa estoy.

— Me hablaron de la comisaria. —Habla tranquilo. Demasiado, diría yo.

Lauren [COMPLETA] Where stories live. Discover now