Lauren [COMPLETA]

Capítulo 5

Despierto en una posición un tanto incomoda cayendo del sofá de un movimiento, estoy un poco adolorida de la espalda y el cuello, me estiro en mi lugar, escucho como truenan mis huesos al hacerlo. Carajo, sí que me duele todo. Annabeth aun duerme en el otro sofá, habíamos estado viendo películas con Evan la mayor parte de la noche, el chico se había ido a dormir al finalizar el primer filme, por otro lado nosotras nos quedamos dormidas aquí a mitad del tercero.

— Lau —escucho la voz de Annabeth—. Vamos al cuarto, necesito ducharme —asiento.

Ambas nos encaminamos hasta nuestra habitación, la castaña se adentro en el baño y segundos después suelta un grito. Alterada ante semejante alarido me apresuro a llegar hasta ella, tenía un par de teorías: o encontró una cucaracha o se vio a sí misma en un espejo. Y sí, era la segunda, hasta ahora nota que seguía con su vestido de ayer, y tras el llanto su maquillaje había terminado corrido, su cabello está un tanto alborotado atado en un intento de coleta y las ojeras por la desvelada de anoche son más que evidentes. Ruedo los ojos desde la puerta del baño, cruzada de brazos, con una sonrisa sobre mi rostro de lo divertida que me está resultando la escena. Ella me fulmina con la mirada, corriéndome del baño y cerrando la puerta detrás de mí.

Busco entre mi guardarropa algo que ponerme, tomo lo primero que está a la mano. La chica sale algunos minutos después mientras yo estoy haciendo garabatos en una hoja para pasar el rato, está envuelta en una toalla color azul turquesa y su cabello húmedo le cae por sobre el hombro, se dirige directamente a su armario.

— No es divertido Lauren, devuélveme mi ropa. —La miro con una extraña mueca sobre mi rostro, arrugando las cejas, y sumiéndome de hombros.

¿Su ropa? ¿Yo para que la tomaría sin que ella me forzase a usarla?, como ayer por ejemplo. Ahí es cuando caigo en cuenta de un hecho, algo que muy posiblemente ella haya olvidado por completo.

Annabeth vuelve a insistir. Me levanto de mi silla con mi libreta y lápiz en mano. << ¿Hace cuanto que no usas la lavadora?>> escribo y le tiendo aquella nota.

— No lo sé, un mes supongo… ¿o dos? —habla ella con las manos sosteniendo la parte superior de la toalla, evitando que ésta se resbale de su cuerpo.

Desde hace un par de años, Caroline nos dijo que debíamos ayudar con la lavandería, aunque fuera únicamente nuestra parte, todos en esta casa, incluyendo al pequeño Evan y excluyendo a mi tío Eugene que rara vez se encuentra en casa, cumplimos con esa norma. Bueno en algunos casos a Ann le daba amnesia y pasaba como ahora, aunque solo han sido un par de veces… bueno ahora tres, y es divertido para los que observamos, la última vez Evan y yo estuvimos media hora en la sala de estar, escuchándola hacer un escándalo por que alguien supuestamente le estaba jugando una broma de mal gusto, para nuestra buena fortuna llegó su madre, quien le preguntó si había hecho su respectiva lavandería y nosotros dos estallamos a carcajadas.

— ¡No puede ser! —Exclama—. Jamás creí decir esto pero, ¿me prestarías algo?

Suelto una pequeña risita, sinceramente yo tampoco imagine que Annabeth Ross me pediría alguna prenda después de que decidió cambiar radicalmente su estilo, aun así asiento y le paso un par de pantalones, una camiseta y una sudadera. Ella se adentra en el baño nuevamente y pasados quince minutos sale vestida.

— ¿Cómo me veo? —cuestiona mientras posa como modelo de una manera bastante divertida.

Ambas nos unimos en una carcajada, la verdad es que no se veía para nada mal, sin rastro de maquillaje, sin tacones y vestida así, tal como en los viejos tiempos. Unos que he llegado a extrañar en varias ocasiones, pero si ella es feliz no hay más que hacer, eso es todo lo que importa. Las cosas para Annabeth nunca han sido sencillas, creció sin conocer a su padre y con Eugene como padrastro, Caroline ha hecho lo mejor que puede pero no es suficiente, esa época justo después de cortar con Tanner había sido aún peor, afortunadamente ha sabido salir de ello, o al menos eso parece, sé que no me lo ha estado contando todo al respecto.