VEINTICUATRO

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Ya me había reunido con mis hermanos y había aceptado ayudarles a derrotar a Blue Moon Blood infiltrándome entre ellos.

Después de aceptar me había ido sin demorar ni un momento, ni ver a mis padres.

Drew y Bella habían decidido acompañarme durante un tramo, ante mi insistencia para que no se infiltraran ellos también; de manera que ahora me encontraba caminando con Drew a un lado y Bella al otro, en dirección a Blue Moon Blood.

- Vale. Me infiltro, averiguo todo lo que pueda sobre sus planes contra Sylver Moon, y dentro de dos días nos reunimos en el claro del bosque donde entregué a los vigías de Sylver Moon. Eso es todo, ¿verdad?

Miré a Drew esperando su confirmación.

Él asintió.

Pasamos todo el camino restante en silencio, hasta que nos tuvimos que separar.

* * *

Me encontraba paseando por la manada con Jonathan a mi lado.

Después de llegar, me había ido a la cocina de la manada para coger algo de comer, y al salir, me había encontrado con Jonathan esperando por mí.

Él, al verme, me había cogido del brazo y me había arrastrado hasta las primeras casas que estaban en buen estado, y me había pedido que lo acompañara a dar un paseo.

- Vale, Jonny. Dime, ¿qué es lo que pasa?

Él me miró nervioso.

- Verás, Nia... -Cogió aire.- Mi madre me ha dicho que quiere conocerte.- Dijo a toda prisa y sin pararse a respirar.

Lo miré sorprendida.

- Tu madre... ¿quiere conocerme?

Jonathan asintió mientras sonreía.

- Bueno, pues... Vale. ¿Qué más puedo decir?

Mi amigo, volvió a sonreír, pero esta vez de forma arrogante.

- No puedes decir nada, porque no era una pregunta.

A eso, le dí un golpe en la cabeza.

- Vamos.- Dijo él sin inmutarse.

Me cogió de la mano y me llevó a rastras a la dirección donde se encontraba su casa.

Estuvimos caminando cinco minutos, mientras Jonathan me hablaba de las personas que conocería. Me habló de su madre, Cassandra; de sus dos hermanos, Black y Henry; me explicó que su padre había muerto hacía bastante tiempo mientras protegía a la manada.

Al llegar enfrente de la casa donde Jonathan se había criado y había vivido toda su vida, me sentí muy intimidada,

Entonces, mientras Jonathan se acercaba a llamar a la puerta me acobardé.

- ¿Y si lo dejamos para otro día?- Dije retrocediendo un par de pasos.

Él se giró a mirarme, enfadado.

- No, no, no. Entraremos y te presentarás ante mi familia ahora. Además no sé porque te pones así, si solo deberás conocer a dos personas; ya conoces a Black, ¿no? Pues coge aire, porque...

Fue interrumpido por la puerta al abrirse.

Nos giramos al mismo tiempo, y de repente vi quien la había abierto. Delante de la puerta había una mujer que aparentaba ser más joven de lo que supuse que era. La mujer era muy guapa, con su pelo negro azabache, y con unos ojos verdes como hojas. A excepción de los ojos, ella y Jonathan se parecían bastante.

- Hola, mamá.- Sonrió Jonathan.

La mujer le sonrió con cariño.

- Hola, pequeño.

Sonreí un poco al verlos, pero entonces la mujer se fijó en mí.

- Oh, tú debes ser Bryana. Es un placer conocerte, mi nombre es Cassandra.- Se acercó a mí y me abrazó entre sus brazos con fuerza. Sorprendida, le devolví el abrazo.- Pasad, adelante.

Entré, mirando todo a mi alrededor.

Era una casa muy bonita, llena de detalles y de recuerdos.

Sentado en un sofá color canela, se encontraba un chico de pelo rubio y ojos azules, que supuse que era Henry.

La madre de Jonathan, Cassandra, se acercó a él.

- Henry, saluda a las visitas. Ella es Bryana, la amiga de Jonathan. Y él es Henry, mi hijo.

Lo saludé con un gesto de cabeza.

- ¿Dónde está Black?- Preguntó Jonathan.

Vi como él y su madre se alejaban hacia lo que supuse que era la cocina, dejándome a solas con Henry. Él, sin hacerme ningún caso, volvió a mirar la tele.

Me dirigí a la cocina sin volver a mirarlo.

Al llegar a la cocina, oí a Jonathan y a su madre hablar con alguien.

- No sé quién es, pero no voy a ir a saludar a nadie. Tampoco me voy a comportar como un imbécil y a saludar a alguien de esa manada como si fuera un amigo mío.

Entré en la cocina.

Frente a mí se extendía una gran cocina muy bien equipada. Y en el medio de esta, se podía ver a Black con aspecto de estar muy enfadado mientras miraba fulminante a su familia.

- No hace falta que te comportes de ninguna manera, Black. Te aseguro que no lo espero.

Al hablar todos se giraron a mirarme al mismo tiempo, y pude ver como la sorpresa de verme allí se reflejaba en la cara de Black.

- ¿Tú?- exclamó Black.

- Yo.- le respondí.

Le sonreí a Cassandra y me acerqué a coger las cosas para poner la mesa.

* * *

La cena había ido muy bien en lo referente a Cassandra, que me había caído genial. El problema fue que tanto Henry como Black no me hablaron durante toda la comida.

Al terminar de comer, e ir hacia la puerta para marcharme, Henry me detuvo.

- Le caes bien, lo sabes, ¿no?

Me giré a mirarle.

- ¿A quién, Henry?

- A Black. Le caes bien.

Sonreí, y me fui.

* * *

Hola, hola :D 

Ya se acerca el cambio de año, ¡qué ilusión!

Deseo que estas fiestas, las que tengáis, os hayan ido y os terminen de ir muy bien. Nos vemos el año que viene. ;P

Ahora bien, preguntas:

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Y la familia de Jonathan?

A mí me encanta Cassandra :D

Comentad y votad que así me dais ánimos para continuar escribiendo.

Hasta pronto ;3



LA DECISIÓN DE UNA LOBAحيث تعيش القصص. اكتشف الآن