Vine I

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Donde Danny se lleva una sorpresa al reecontrarse con un amigo perdido.

Danny.

—¿Por qué al final las maletas siempre pesan tanto? —refunfuñé tirando de esta en las escaleras del hotel.

Ni siquiera había metido la mitad de las cosas que quería en ella, teniendo en cuenta los dos meses que iba a estar fuera. Ahora me alegraba de haber hecho caso a mi madre, si no me habría visto obligada a contratar una grúa para el equipaje.

—¿Necesitas ayuda? —me preguntó un chico, acercándose a mí con una sonrisa. Tendría mas o menos mi edad, quizá un poco más joven. Llevaba un gorro a pesar de hacer calor e ir con tirantes. Bajo el gorro azul podía distinguir un pelo cobrizo tirando a rubio.

Le sonreí de vuelta, pero no le dejé ayudarme, era demasiado orgullosa.

—No, gracias, puedo yo sola. —No sonó muy realista, ya que la maleta no había podido elegir un momento mejor para casi caerse de mis manos y salir rodando de nuevo hacia abajo de las escaleras.

Por Dios, ¿por qué se necesitan tantas para entrar a un simple hotel?

—¿Segura? —respondió, no muy convencido enarcando una ceja.

—Al cien por cien. Además, ya casi estoy arriba.

Echó una ojeada hacia la entrada, y volvió a centrarse en mí.

—Está bien, como quieras, yo lo he intentado. —Se despidió con otra sonrisa y echó a trotar siguiendo su camino.

No tenía ni idea de si el chaval estaría en el MagCon Tour, al cual me habían propuesto incorporarme. Puede que sonara extraño, pero no había investigado nada sobre el tema, me gustaba lanzarme a lo inesperado, cosa que no le gustaba nada a mi madre porque según ella "podía estar metiéndome en una organización donde incitaban a los adolescentes a consumir drogas." Cuando me contó su preocupación la miré con cara de espanto. Las madres se inventaban cualquier excusa para hacer que sus hijos se quedaran en casa.

Así que le dije que buscase todo lo que tuviese que buscar para estar segura de que MagCon era fiable. Lo único que sabía era que el "jefe" se llamaba Bart y me esperaba en la recepción del hotel a las siete.

Iba tarde. Solo esperaba que no fuese el típico roñoso que no soportaba esperar. Bueno, ¿a quién engaño?, a nadie le gusta esperar.

Llegué al final de las escaleras y me tomé un segundo para tomar unas respiraciones tranquilas y secarme la frente.

Entré a la recepción, enorme y lujosa. Desde luego no se habían cortado un poco al elegir hotel. Suerte que yo no tenia que pagar nada, porque sino ya hubiese estado saliendo escopeteada por la puerta de vuelta a Virginia, a seguir grabando Vines por mi cuenta o con mis amigos.

Un hombre estaba apoyado en la barra de recepción, mirando ensimismado el móvil. Me acerqué a él con cautela.

—¿Bart? ¿Bart Bordelon? —pregunté decidida. Yo no era una persona precisamente tímida. El hombre, quién yo supuse que era Bart, alzó los ojos de la pantalla.

—¿Si?

—Soy Daniela Frost —alargué la mano para estrechársela, gesto que correspondió con una sonrisa.

—Encantado, Daniela. Bienvenida a bordo.

—Llámame Danny, por favor. –Odiaba mi nombre completo.

—Está bien. ¿Cómo has sabido que era Bart?

Mis ojos fueron directamente a su camiseta, la cual llevaba el emblema de MagCon.

Just Live [MAGCON]Where stories live. Discover now