Vine XVIII.

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Donde aparece una canción, un casi beso, y la cara roja de Violet.

Violet.

Al medio día siguiente viajamos hacia Jacksonville entre bufidos y caras de sueño.

Bart nos iba a dejar el día libre para dormir, ya que el trayecto en bus (sí, trece adolescentes metidos en un tour–bus durante a saber cuántas horas) nos cansaría más a pesar de tener tiempo de sobra para descansar.

Por ejemplo, justo en ese mismo momento, estaban Cameron y Nash intentando despertar a Matt el cual se había quedado K.O. sin intentarlo.

Con lo angelito que parecía cuando dormía y como aquellos dos lo iban a arruinar.

Nosotros cuatro estábamos en una parte del bus dónde había una mesa rodeada por un banco acolchado, dejando un espacio para el pasillo y cada parte del bus separado por cortinas.

Levanté la vista de mi libro y aparté un poco mis pies de encima de la mesa, porque no, no quería perderme como Matt les pegaba un puñetazo.

—Matt —susurró Cam acariciando su mentón lentamente a la vez que Nash, por el otro lado, le soplaba al oído.

Se revolvió en el asiento murmurando algo inaudible aún con los ojos cerrados.

—Matty.

Nash empezó a acariciarle el pelo.

—Fuera. —Matt agitó la mano como si estuviera espantando a un par de moscas, lo cual no se separaba mucho de la realidad.

Si yo fuese él, nada me detendría de estampar sus preciosas y hermosas caras contra el cristal del autobús.

Matt iba con una camiseta sin mangas, y los chicos lo aprovecharon para hacerle cosquillas en la axila, lo que hizo que se sobresaltara pegando un bote en el asiendo y dándole con los nudillos a la frente de Nash.

—¿¡Queréis matarme de un susto!?

Mientras Cam soltaba una pequeña risa, Nash se sujetaba la frente maldiciendo a Matt con todos los insultos que se sabía y los que no. Negué con la cabeza. Estaba claro que uno de los tres se llevaba un golpe.

—Te lo mereces.

—Ha sido idea de Cam. —Nash hizo una mueca al frotarse con la mano—. Pégale a él también. —Usó la pantalla del móvil como espejo—. Mañana tendré un huevo.

Nashycornio Grier —se burló Cameron—. Me gusta como suena.

Matt había vuelto a pasar de ellos cerrando los ojos otra vez. Volví los ojos a las letras de mi libro, a ver si conseguía concentrarme de una vez.

Noté una presión a mi lado y vi de reojo como Cam se había acercado por el círculo del asiento a mi lado y se inclinaba para ver. Su hombro chocó con el mío y todo su olor se pegó a mi.

Lo que faltaba.

—¿Qué lees?

—Un libro —contesté sin separar los ojos de la página, obviamente sin enterarme de nada.

—Gracias por aclarármelo, pensé que era el catálogo de la teletienda. —Una pequeña sonrisa torcida salió de mis labios sin poder detenerla—. ¿Qué libro es?

—Uno.

Torció su cabeza 180 grados para poder asomarse y ver el título.

—¿Cazadores de Sombras? —se enderezó de nuevo con una mirada burlona—. ¿No eres algo mayor para estos libros?

Just Live [MAGCON]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt