Capítulo 26 -•- Alguien es falso

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Con el dolor insoportable me moví como gusano para que me soltara poder matar a este imbécil...

Mi fuerza no se compara con el que me trae en su hombro, dejo de batallar.

Ahora debo escapar cuanto antes y buscar a alguien en especial.

JOULES.

-¡QUÉ TE QUEDE CLARO QUE TE BUSCARÉ POR CADA MALDITO RINCÓN Y CUÁNDO TE ENCUENTRE, TE PARTIRÉ EN PEQUEÑOS TROZOS Y ACABARÉ CONTIGO!.

Me metió en el asiento delantero de la camioneta y sacó de nuevo otra inyección, si siguen así van a matarme, le detuve la mano antes de que me la clavara en la pierna, el dolor de la espalda estaba pasando, no quiero más dolor por ahora.

-Dame una buena razón para no ponertela -dijo como si leyera mis pensamientos.

-Porque ahora no pienso en salir, me perdería más y me llevaría a mi muerte, creo que ya llegue al punto.

-Sólo porque dices la verdad, pero si llegas a cambiar de opinión y abres la maldita puerta yo mismo te asesinó en ese instante ¿entendiste?.

-Sólo escuche, bla, bla, bla. -Cerró la puerta de un portazo, entró del otro lado, encendió la camioneta y comenzó a andar.

No sé en que parte del bosque estamos, pero no dejo de ver árboles.

Llevo las manos sobre mi regazo, muevo los dedos intentando mover o quemar o hacerle algo a una de las tantas bolas de aluminio de comida rápida que están en el tablero, pero nada sale.

-Deja de hacer eso, no funciona, tus poderes están sedados -eso explica muchas cosas.

-¿Para qué me quieren?.

-Alguien te necesita.

Rodé los ojos, eso ya lo tenía claro.

Después de unos largos minutos nos detenemos donde hay una casa de madera, está en buen estado, hay ropa tendida en lazos que están atados de un árbol al otro, hay un círculo hecho con piedras y hay rastro de que hacen fogatas ahí, salen otras personas y se paran en la puerta de la entrada. La sangre me hiela cuando veo a alguien en especial. Will, hace unos minutos estaba tirado sangrando de la nariz.

No bajo de la camioneta, el chico se baja y cuando intenta abrir la puerta yo la detengo por dentro.

-No hagas esto aquí nena. -No le tomo importancia, Will dice algo a los demás y vuelven a entrar, se encamina a mi dirección, pongo el seguro de las puertas, me mira desde afuera.

Esos malditos ojos se siempre deja ver. Se queda plantado viendo desde afuera de la ventana, una ola de humo gris aparece y él se ha esfumado, me quedo mirando a la ventana para intentar verlo.

-Hola de nuevo, -me sobresalto con su voz en mi nuca- ¿me has extrañado?.

Quito el seguro y abro la puerta, me deja salir con tranquilidad, ni el moreno se inmuta a querer atraparme, un grito de dolor me pone los pelos de punta, reconozco ese grito. El grito para y unos segundos después se escucha peor.

Will baja de la camioneta.

-¿Qué quieres? Ya me has matado, te has burlado en mi cara casi me haces adicta a no sé que cosa y me hiciste convertirme en algo que no tengo idea de como tratar, dices ser mi sangre, dices que me quieres ayudar. ¿Quién eres en verdad?.

-Tu hermano, Caroline, ya te lo he dicho -otro grito me puso intranquila- ignora los gritos de un idiota, déjalos pasar, sólo quiero contarte la verdad de todo y como eres mi hermana necesito que me pases de tu poder lo antes posible, estoy muriendo, y tú eres la única que me puede ayudar, uso esta máscara porque mi piel se cae en pedazos algunas veces.

El bosque ll •Transformación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora