Internado Control De Poderes

🎄Especial Navideño (2/2)🎅

Narra Anna
Las chicas y yo nos encontrábamos en el centro comercial comprando los regalos para navidad de las demás.

-¿Ya tienen todos los regalos?- pregunté a las demás mientras descansábamos en uno de los sillones cerca de la Fuente.

-Casi, solo me faltan algunos regalos- dijo Merida cruzándose de piernas con cansancio.

-Quiere decir que le faltan casi todos los regalos- dijo mi hermana sin levantar la vista de su teléfono, Merida le sonrió con diversión.

-Me conoces tan bien-

Voltee a mirar a mi mejor amiga mientras que esta solo se peinaba su largo cabello dorado.

-¿En verdad iremos a la casa de los "populares"?- les pregunte con cierta inseguridad en mi voz. Aún no muy segura de cómo me hacía sentir el ir a la boca del lobo.

-Ya le prometimos a Emma y las chicas que iríamos- respondió mi hermana levantando la vista para luego volver a su teléfono.

-Podemos decirles que no pudimos llegar y que las veremos en casa- dije abrazando una de las bolsas que tenia en mis manos.

-Anna sé que estas nerviosa porque va a estar Kristoff ahí pero tienes que ir por las chicas- dijo Punzie pasando un brazo por mis hombros. -Hicimos una promesa-

"¡Maldita!" pensé ¿En verdad estaba sacando esto ahora?

-¿Sigue gustandote Kristoff?- preguntó mi hermana con extrañes.

-¡Claro que no!... Bueno... Tal vez un poco... Muy poquito en realidad, un casi nada- susurré la ultima parte cubriendo mi cara no sin antes fulminar con la mirada a mi mejor amiga quien solo sonrió de forma avergonzada y musitó un casi inaudible "Lo siento".

La verdad Kristoff seguía gustándome ya desde casi un año pero jamas se lo admitiria, moriría de vergüenza. Maldigo el día en que me ayudó con el idiota de mi ex-novio Hans y aunque primero sentí admiración después fue convirtiendo en otra cosa pero al ver que jamás me ha ni siquiera dirigido la palabra y al verlo con tantas chicas no puedo evitar sentirme molesta con él aunque en realidad nunca halla hecho algo que me moleste o me haga sentir mal.

[Media hora y muchos regalos después]

Habíamos vuelto a casa después de un largo día en el centro comercial, todas muy exhaustas ya que no solo teníamos que ir a las distintas tiendas del centro sino que también debíamos pelear en otra para poder comprar los regalos, si les soy honesta la telequinesis es bastante útil en estos casos.

-Estoy agotada y aún me duele el pie- dijo Punzie lanzándose al sofá justo después de dejar las bolsas en el suelo para luego empezar a sobar sus pies.

-Agradece que nadie te mordió- gruñó Merida levantando su brazo en donde aún tenía la marca de una fuerte mordida.

-Te vengaste incendiando su bolsa de regalo- suprimió una risita Elsa al mismo tiempo que creaba un pequeño bloque de hielo y se lo ponía en el brazo a Mer.

En cuando el hielo hizo contacto con su piel empezó a sacar pequeño vapor.

-Gracias, ahora solo quiero descansar- dijo la pelirroja lanzándose en el sillón boca abajo.

-Lamento decirte esto pero aún tenemos que decorar la casa- dijo Elsa viendo la poco festiva sala.

-Te encanta arruinar mis momentos ¿no?- respondió la pelirroja levantando la cara del cojín donde descansaba y entrecerraba los ojos.

Dirigí mi mirada a las cajas de arreglos que se encontraban en una esquina de la sala y con un simple movimiento de mi mano y un comando de mi mente los arreglos empezaron a volar de sus cajas y a ponerse en sus respectivos lugares después seguí con las esferas del árbol que ya estaba armado pero no decorado. Al acabar le sonreí de forma burlona a mi hermana y mi amiga pelirroja me imitó.