La hija de mi sirvienta

Diario de una pasión

---En realidad...no lo sé.

Respondí secamente.

Dorian me miró unos instantes antes de juntar sus labios con los míos, nos besamos apasionadamente por varios minutos hasta que me coloqué encima de él. Sus manos acariciaban mi vientre desnudo mientras yo quitaba mi bata.

---Tu eres mejor que cualquier otra cosa que haya probado antes.

Afirmó y luego volvió a besarme e hicimos el amor varias veces.

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Quizás yo aún no estaba consciente de la realidad que ahora debía enfrentar, buscaba la manera de no pensar en ello y fingía, me engañaba a mi misma tratando de creer que todo estaba bien, pero no era así, mi madre moriría pronto y eso era un hecho.

---¡Te gané otra vez!

Habíamos jugado parques con mi madre y era la tercera vez que ella me ganaba.

---Haciendo trampa cualquiera gana.

Me lanzó una mirada asesina ante mi comentario y yo solo reí.

---¡Sofía!

Una de las chicas de servicio me llamaba.

---Si ¿Qué sucede?, ya regreso ma.

---De acuerdo mi amor.

Besé la frente de mi madre y me acerqué a Margarita.

---El joven Ethan te espera en la sala, insistió en saludarte a pesar de que le dije que estabas ocupada.

Era un hecho que no quería saber de nada ni de nadie del mundo exterior.

---Lo atenderé, gracias.

No espera su visita, además siempre se colaba desde la ventana de mi habitación, se me hacia raro que esta vez usará la puerta para entrar.

---Hola Ethan, es raro tenerte aquí sin que me dieras un susto de muerte.

Ambos sonreímos.

---Hola Sof, pasaba por aquí y decidí saludarte ya que has dejado de asistir al instituto.

Era un alivio dejar de ir a ese horrible colegio ya no hablaba ni con Lucia, al parecer se había tomado muy a pecho eso de no apoyar a los populares.

---Si, ya no tengo tiempo para eso, estoy ocupada en cosas más importantes.

Dije con tono desinteresado mientras me sentaba en uno de los muebles.

---Yo...sé, se lo de tu madre.

Habló titubeante pero lo que me indignó fue ver lo que su rostro reflejaba, me miraba ¿Con lástima?

Respiré profundamente pensando en cada palabra que le diría.

---Quién te lo...

---Escuché a Deluxo el otro día hablar por teléfono con un doctor, hace un par de días que trabajo para el en su empresa.

A mi mente vino el recuerdo de la conversación de Dorian y su padre aquél día que estuve en su oficina.

---Solo quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que necesites.

El ojiazul se acercó a mi para entrelazar sus manos con las mías.

Miré sus manos junto con las mías para luego moverme y levantarme de mueble.

---Gracias pero no necesito tu lástima.

Respondí mirándolo mal, el imitó mi acto y también se puso de pie.

---Creo que te desagrada mi presencia aquí, así que será mejor que me vaya.

Me miró con dolor en sus ojos antes irse.

---Llámame si necesitas algo.

Fue lo último que dijo.

Tal vez había sido muy dura con él pero francamente no quería que nadie supiese de esto porque eso implicaba que yo cayera en la realidad que cada vez amenazaba con golpearme más abruptamente.

¡Maldición!

************************************

---¿Es en serio? ¿Está es la película que eligieron? ¿El diario de una pasión?

Dorian estaba horrorizado al ver la película que habíamos escogido mi madre y yo.

---Si, mayoría gana.

Dije en voz alta mientras escuchaba al castaño refunfuñar.

---Oh, de acuerdo iré a preparar palomitas hasta entonces.

Mamá se carcajeo.

---¿Harás que cosa?

Pregunté asombrada, el castaño rodó los ojos.

---Bueno, iré a decirle a Margarita que las preparé, vuelvo enseguida.

Ya decía yo, ¿Dorian cocinando?

!Imposible!

*********Dos horas más tarde********

---Qué hermosa película.

Dije antes de encender la luz.

---Si me encantó.

Respondió mi madre pero sonreí al mirar al castaño, el cual rápidamente limpió lo creo habían sido lágrimas.

---Ja, lo veo y no lo creo.

Dorian se aclaró la garganta.

---Muy cursi para mi gusto.

Dijo levantándose de uno de los muebles.

---Buenas noches.

Habló una cuarta voz, al parecer una de las enfermeras había llegado.

---¡Hola Claudia!

Saludo mi madre a la joven mujer al igual que Dorian y yo.

---Ya es hora de su cena y de su pastilla.

La joven entró e hizo lo suyo y después de que mi madre cenara nos despedimos de ella para que pudiese descansar.

---Me gustaría morir así contigo, los dos viejitos y juntos.

Aw...

---¿Quién eres tu y que hiciste con Dorian?

Lo observé rodar los ojos.

---Y tu como siempre dañando los "momentos románticos".

Expresó con tono de fastidio mientras caminabamos por el pasillo.

---Además eso sería imposible, debido a que yo soy mucho más joven que tu, así que cuando tu mueras yo aún estaré en la flor de mi juventud.

Asevere orgullosa.

---Eres una...

Salí corriendo y el castaño me persiguió hasta que al fin me atrapó y entre risas me elevó haciéndome girar por los aires.

---Te quiero.

Me dijo volviendo a colocarme en el suelo, nos miramos fijamente y luego de besarnos de mi boca salieron las mismas palabras. Quería a Dorian y lo quería a morir.

Saludos...

Voten y comenten.

Dos personajes desapareceran, uno solo temporalmente pero a su vez, a futuro aparecerán otros personajes que amarán u odiaran.

xoxoxo