¿Dónde quedo nuestra promesa?

Capítulo 54 (Parte 2)

―¿Es... -Ruggero no podía procesar con claridad lo que le acababan de decir. Le costaba tragar-...una broma?

―No -le contestó Mike -No lo es. Vas a ser padre con 19 años.

―En teoría -intervino Danielle -dentro de nueve meses ya tendrá 20.

Ajenos a aquella tontería, los ojos de Karol chocaban contra los de Ruggero y las pupilas de este se profundizaban sobre las de Karol con un brillo especial. Su interior quería seguir gritando hasta quedarse sin voz, pero contrariamente, ahora quería hacer por la emoción, por la felicidad que había aparecido tras escuchar a Karol decirle aquellas palabras: "Este bebé es tuyo y de nadie más."

Sus labios se tensaron y una temblorosa curva se dejó ver ante la atenta mirada de todos. Acarició la mejilla de Karol con dos dedos y ella sintió aquella sensación de bienestar que le había faltado durante tanto tiempo. Sabía que en poco tiempo todo volvería a estar en su sitio, que todo volvería a ser casi como en un cuento de hadas.

―Repítelo―le pidió―Vuelve a decirme que soy el padre de tu hijo.

Karol esbozó una sonrisa.

―Eres el padre de mi hijo.

Y seguidamente, fueron los brazos de ella rodeando el cuello de Ruggero los de él abrazando la cintura de Karol y elevándola, y los labios de uno fundiéndose en los del otro.

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―Dime que es un sueño, dime que esto no es real―le susurró, con los ojos cerrados y con una sonrisa indescriptible en su rostro.

Karol se encontraba sentada en el sofá mientras que Agustín y Miranda habían salido a comprar ingredientes que faltaban para hacer la comida, Ro y Danielle preparaban la mesa y sacaban lo que había de comida en le nevera y el congelador, y Zack, Lionel y Mike se encargaban de obedecer las órdenes de las chicas limpiando todo lo que Ruggero había roto horas antes. Este se había recostado en el sofá y había colocado su cabeza en las piernas de Karol, le había subido un poco la camiseta y ahora le besaba el vientre mientras ella sonreía.

―No es un sueño―le contestó, acariciándole la mejilla―Es real. Vamos a ser papás, Ruggero.

―No puedo creerlo―le dio otro besito en el vientre. Karol sonrió aún más.

―Yo tampoco...

Danielle le dio un codazo a Rosario y la avisó para que contemplara la tierna escena.

―¿Qué quieres? – le pregunto Ruggero.

―Quiero un niño―Le respondió Karol.

―¿Un niño? ¿Y hay alguna razón por la que quieras un niño?

―Quiero un Ruggero pequeñito.

Ruggero se estremeció ante la dulzura y alzó la cabeza para besarla. Ella llevó las manos hacía la nuca de el y enredó sus dedos en su pelo castaño.

―Pues yo quiero una niña―usurró sobre sus labios, luego le dio otro beso―Por la misma razón que tu quieres un niño.

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