Capítulo 16

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Ruggero dio la vuelta en su silla quedando frente a mí. Levantó la mirada, encontrándose con la mía.

-¿Qué... Qué haces? - pregunté.

-Tienes que maquillarme, ¿Recuerdas?

- Ah, sí. Que tonta... -murmuré.

Lo observé durante unos segundos. Mi mirada se había encontrado con la suya y nos habíamos quedado mirándonos como si fuéramos lo más bello del mundo. Me perdí en sus labios. Ojalá pudiera acercarme a él y besarlos, tal y como lo hice años atrás, pero no podía. Lo tenía prohibido.

-¿Pue...Puedes cerrar los ojos...? -le pedí, nerviosa. Él cedió sin responder. Alzó la cabeza y los cerró, para que yo pudiera pasar el pincel sobre ellos. Lo acerqué lentamente y lo pasé por encima, con cuidado, pero no podía dejar de observar todo su rostro, en lo hermoso que era. Y cuando me di cuenta, Ruggero me sujetaba la muñeca y había apartado mi mano de sus ojos, e incluso se había incorporado y me miraba de una manera mortal para mis neuronas.
Bajó mi mano, sujetándome la muñeca con cuidado y su rostro fue acercándose al mío. Iba a besarme. Lo tenía más que claro y a pesar de todo lo que había dicho antes, yo no iba a hacer nada para impedirlo. Pero al parecer, sí lo haría otra persona.

Cuando sus labios estaban a dos centímetros de rozarse con los míos, un hombre apareció por la puerta.

- Ruggero, tienes que salir ya al escenario - interrumpió -tus compañeros te están esperando.

- Un segundo -dijo él.

-¡No! Tienes que salir ya. ¡Ahora mismo!- fue hasta él y lo empujó hasta la salida. Lo último que vi fue su mirada frustrada dirigiéndose hacia mí.

Minutos más tarde, Ruggero, Lio, Mike, Agustín y Zack estaban sobre el escenario, derrochando todo su entusiasmo y energía a los fans. Las chicas y yo los veíamos desde las gradas, una zona inaccesible para cualquier fan, y era imposible que las sonrisas se escaparan de mi rostro a Ruggero cuando lo veía entregándose para dar lo mejor de sí. Su voz, su cuerpo... Todo él me encantaba.
¡Maldita sea! Aquel hombre había interrumpido mi deseado beso con Ruggero. No podía quitármelo de la cabeza. Habíamos estado a dos centímetros, a dos centímetros de que nuestras bocas se fundieran en una. Y no había llegado a ocurrir...


**************

El concierto había estado estupendo, había sido increíble. Los chicos eran realmente buenos, tenían unas voces increíbles, y esa noche lo habían demostrado. Volvimos al interior de los camerinos para felicitarlos, había muchísima gente, incluso fans que habían llegado a colarse.

Busqué a Ruggero con la mirada. Quizás pudiéramos terminar lo que nos habían cortado una hora antes, pero había tantas personas que me era imposible visualizarlo. Yo no era muy alta y los hombres de seguridad que andaban por allí eran gigantes me impedían ver con claridad sí el chico al que buscaba estaba por allí. A los únicos que pude ver fueron a Agustín y a Miranda, tonteando.

***********

-Tienes una voz increíble - le dijo.

-Lo sé - respondió él con orgullo y tocándole el pelo. Ella lo fulminó con la mirada -¿Por qué me miras así?

- Porque eres un egocéntrico - le acusó.

- Lo sé.

-¿Otra vez?

-¿Otra vez qué?

-Ya has dicho 'Lo sé' dos veces.

-Ah, lo sé -Agustín rió. Ella lo miró, indignada.

-¿Puedes utilizar los labios para decir otra cosa que no sea 'Lo sé'?

-Claro.

-A ver, demuéstramelo - le pidió Miranda.

-¿Se vale hacer algo sin decir ninguna palabra?

-¿A qué te refieres con eso?- preguntó ella, enarcando una ceja.

-A esto.

Y pegó sus labios a los de Miranda de inmediato, robándole un pasional beso que la dejó sin aliento. Luego le acarició la mejilla y ella no se permitió pensárselo dos veces al rodearle el cuello con sus brazos. Agustín la apretó más contra él y profundizó el beso.

Reí al ver la escena, sacudí la cabeza y dirigí mi mirada a otra parte, tratando de encontrar a Ruggero, pero este seguía sin aparecer por ninguna parte.

Ro estaba abrazada a Zack. Supongo que también habría ido a felicitarle por la gran actuación que habían hecho. Y yo también quería felicitar a Ruggero pero al parecer, tendría que esperar a que él viniera a mí. No había manera de que lo encontrara.

***********

-¿Por qué no vienes a cenar a mi casa? -le sugirió Zack a Ro.

-¿A tu casa? -preguntó ella, conmovida por la invitación -¿Tú... y yo solos?

- Sí. Para celebrarlo- sonrió

-Pues...

-Vamos -la cogió de las manos-Por favor... No me hagas pasar por la fase en la que tengo que convencerte. Se me da muy mal.

Rosario rió, agachando la cabeza y sintiéndose maravillada por el suave tacto de las manos de Zack sobre las suyas.

-Está bien. Pero solo a cenar- le contestó.

-¿Y eso último a que viene?-Enarcó una ceja -¿Qué piensas que te voy a hacer? No soy ni secuestrador, ni violador, ni...

-Ya lo sé, tonto - rió - era solo una advertencia.

-Por eso -la señaló -Entonces crees que soy algún tipo de personaje extraño, ¿A que sí?

-No, Zack -volvió a reír -Lo único que sé es que eres un chico simpático y con una voz increíble.

Él chico le devolvió una dulce sonrisa, clavando su mirada sobre la de ella.

-Así que no digas nada más al respecto. Iré a cenar a tu casa, y en cuanto terminemos, me volveré a la mía.

- De acuerdo-dijo Zack, finalizando la conversación.

***************

-¿Qué tal la cabeza?-le preguntó Danielle.

-Bien-respondió Lionel -Aunque seguro que si le preguntas a Mike te dirá cualquier tontería... Ya sabes como es.

Danielle rió.

-Sí, supongo- levantó la cabeza para mirarlo a los ojos.

-¿Crees que lo hicimos bien?

-Claro. ¡Claro que sí, Lio! Estuvieron increíbles, maravillosos. Tienen mucho futuro por delante, en serio, son estupendos.

-Vaya, no me esperaba tantos halagos. Gracias.

-No suelo decir cosas así para hacer la pelota. Si lo digo, es porque estoy segura de que tengo razón.

-Eres una chica segura de sí misma.

-Exacto.

-Eso me gusta...

Ella lo miró y luego soltó una carcajada. Lionel la copió.

¿Dónde quedo nuestra promesa? Where stories live. Discover now