Capitulo 52 (Parte 2)

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Danielle caminaba de un lado a otro del salón. Karol estaba sentada en el sofá, con las piernas dobladas bajo ella, agarrando a un cojín tratando de soltar toda la tensión y presión que había en su cuerpo, llorando, desesperada y perdida.
Los chicos estaban por llegar. Al a verlos llamado durante la mañana habían decidido ir ellos a comer fuera por su cuenta. Ellas no habían querido molestarlos y a Karol le aterraba que Ruggero supiera que estaba embarazada y que precisamente él no era el padre.

-Tranquila, ¿Vale? -la tranquilizó Rosario -Todo saldrá bien. Ruggero lo entenderá y...

-Debes abortar -le incitó Miranda.
Karol miró a sus amigas, confundida. No tenía ni idea de lo que iba hacer. Pensar que en nueve meses tendría que abrirse de piernas y volver a sufrir un dolor incluso más grande que el que sintió dos noches atrás la cagaba de miedo. Ella no estaba preparada para ser madre, y menos sin el padre verdadero del bebé, aunque en su caso, prefería estar sola que mal acompañada.
La puerta del apartamento se abrió. Su corazón se disparó y las lágrimas salieron de nuevo por sus ojos en cuanto vio a Ruggero entrar con una sonrisa, la cual se esfumó en cuanto vio el rostro de su novia.

-¿Qué... paso? -vocalizó con dificultad.

Todo el mundo hizo silencio y las miradas se fueron directas a Karol. La mirada de Ruggero chocó contra la de Karol y se sobresaltó al ver los ojos de su pequeña empapados en lágrimas.

-Cariño...-empezó a dirigirse hacia ella, pero Karol se levantó de inmediato y echó a correr hasta la habitación, donde se encerró y se echó a llorar -¡Karol! -Ruggero salió tras ella pero Miranda se levantó y lo cogió del brazo, negando con la cabeza. Él la miro, sin entender que estaba pasando.

-Ruggero...-Danielle se levantó y se acercó a él.

-¿Qu... Que esta pasado? -balbuceó-¿Qué le ha dicho la doctora...? ¿Está bien? ¿Esos imbéciles le han dejado secuelas? Vamos, Danielle, ¡dime que diablos ocurre! -su voz dejaba ver lo aterrado que estaba, y la verdad es que ni siquiera tenía una idea de lo que una de sus amigas iba a contarle.

-Ruggero, tranquilízate -le alentó Ro.

-Es muy enserio me estas asustando. Dime de una vez que pasa. Tengo que ir con ella.

-No, siéntate -le ordenó Miranda.

-No pienso quedarme aquí esperando horas y horas hasta que alguien me diga que ocurre -se dio la vuelta y emprendió el camino hasta el pasillo.

-Karol está embarazada.

Un meteorito acababa de estrellarse contra la Tierra y lo había arrasado todo.
O al menos eso fue lo que sintió Ruggero en su interior cuando escucho el nombre de su princesa y las dos palabras consiguientes.

-Karol está embarazada -le había dicho Danielle.

Y todo su interior se había convertido en piedra. Su mirada se quedó paralizada pero alguna parte en su interior supo que los chicos que estaban detrás de él estaban también petrificados, no como él, pero la sorpresa no era pequeña en absoluto.
Su estómago se retorció. Trató de articular palabra pero de su garganta tan solo salió un gemido ahogado e insonoro.

-Ruggero, siéntate por favor -le pidió Ro. Él no respondió, se limitó a ladear la cabeza a un lado en dirección a la habitación donde se había encerrado Karol. Luego empezó a caminar hacía allí con el corazón colgando de un hilo.

-No. Ruggero, ¿dónde vas? -Mike fue a cogerle del brazo pero él se lo impidió con un gesto brusco.
Siguió caminando hasta la puerta y colocó la mano en el pomo.
En cuanto abrió la puerta vio a Karol de pie, frente al espejo, con las manos en el vientre, sumida en un horrible llanto. Ni siquiera dio una muestra de que se hubiera enterado de que Ruggero estaba allí.
Él cerró la puerta y se encaminó hasta ella. Cuando estuvo tras su espalda, le rodeó lentamente la cintura y abrazó su estómago, colocando sus manos sobre las de Karol.

-Ruggero...-sollozó ella.

"No, no, no, no" Se dijo Ruggero en su cabeza. No quería que hablara porque algo en lo más profundo de su ser sabía las palabras que iban a salir de la boca de Karol y no podía ser cierto, quería que no lo fuera. Si escuchaba aquella maldita frase su mundo sufriría tal desequilibrio que no podría volver a ponerlo en su sitio por más que luchara y luchara día tras día.
Rezó una vez más para que Karol se mantuviera callada.

-...Tú no eres el padre.

Cerró los ojos y se apretó los labios con fuerza, se los mordió hasta que le sangraron. Trató de ser razonable y controlar todo lo que sentía en aquel momento pero solo quería echarse a llorar, salir corriendo y acabar con la vida de Leonardo. Luego obligaría a Karol a abortar para que nada de esos mal nacidos quedara entre ellos.

-No me importa -salió de su boca, luchando contra su interior-Cuidaré a ese bebé como si fuera mío.

Karol apretó las manos de Ruggero con fuerza y continuó llorando. Ruggero la volteó y la apretó con fuerza contra su pecho mientras ambos se dejaban caer en un océano de lágrimas frías y cargadas de dolor.

¡CHICAS! Como esta novela ya esta por sus capítulos finales :'(  y estoy pensando en subir una nueva, me gustaría saber ¿Qué piensan? ¿Les gustaría una nueva cuando está novela termine?.

Gracias por leer ❤

¿Dónde quedo nuestra promesa? Where stories live. Discover now