En ese momento a su mente vino el versículo de 1 de corintios, ese donde se plasmaba la mejor definición de amor. Porque realmente así era; paciente y bondadoso. No se comportaba con rudeza, no guardaba rencor. Siempre había primado para él ese significado de amor, si algo no se ajustaba a ese principio de amor no era bueno y lo sabía, porque lo había experimentado una vez.

— ¿Y creen que es realmente su esposa quien hizo eso? —Pregunto Timothy.

—No se sabe realmente quien lo hizo, pues el único que sabe la verdad es Bastian. Así que a menos que se levante y lo diga, no sabremos quien fue. Se llegó a la conclusión por el tipo de golpes que había en el cuerpo. No conozco mucho a su mujer y no pienso juzgarla, solo la he visto unas cuantas veces y eso no me permite sacar un criterio de ella, así que espero en Dios que Bastian decida hablar o por lo menos mencionar algo. No tanto por ella, por él, no es fácil cargar ese tipo de problemas, menos pasar por ellos solos, los problemas acaban y la soledad mucho más.

Timmy le escucho y vio a Pame en sus brazos. Era bonita y no se imaginaba a nadie acabando con esa belleza. Aun le parecía algo de cobardes arreglar las situaciones con golpes. Su instinto protector salió a flote y no pudo evitar pensar barbaridades en ese momento de si alguien intentara si quiera lo pensase de tocarle un cabello a la chica.

—Deberías llevarla a casa. Es una quejica completa así que no le prestes mucha atención si comienza a gritar y decir que no quiere ir a casa. Necesita dormir y tu también. Más tarde podrá venir, yo me quedare aquí—dijo el cuñado de la chica. Tim deseaba eso hace mucho tiempo, verla allí incomoda le producía pánico, aunque ella lucia bastante cómoda entre sus brazos. Hizo caso a las palabras del hombre y la separo un poco de él antes de cargarla con delicadeza. Ella se quejó posicionándose mucho mejor en su cuello.

Braxton accedió a prestarles la camioneta pero Timothy negó diciendo que la llevaría en un taxi a casa. Aun no sabía manejar y eso le recordó lo bueno que sería si aprendiese y lo anoto a la lista de cosas que debía hacer.

—Bien, cariño, es momento de que vayamos a casa—Respondió Timmy cargándola realmente antes de subir al taxi con ella con delicadeza. Había mucha suavidad en el tacto del chico cuando se trataba de Pame. Cuando la chica volvió a acomodarse como si nada dentro del auto con él se dio cuenta que lo que le había dicho muchas semanas atrás, mientras compartían juntos mucho tiempo era cierto, tenía un sueño bastante pesado. Él para ese momento ya estaría brincando y golpeando a todo el mundo como si fuese un increíble deportista, cinturón negro en artes marciales.

—Mmmm—molesto Pame sobre la barba del chico donde se encontraba tratando de acomodarse. Tal cual gatito buscando su lugar.

— ¿Qué? —Pregunto riendo.

—No me gusta la barba. Me hace daño cuando me quiero abrazar mucho a ti—dijo entre dormida con voz de niña. Timothy sonrió por la ocurrencia de la chica a su lado y sin pensarlo hizo un comentario sarcástico.

—Vaya, me han dicho que me veo apuesto con ella.

La chica abrió los ojos que se encontraba rojos antes de mirarlo con precaución. Se separó un poco de él y luego le miro acusadoramente. Como si aquello le molestase más de la cuenta.

— ¿Quién te ha dicho eso? —Pregunto.

— ¿Eso que huelo son celos? —Pregunto Timmy atrayéndola a él nuevamente. Por alguna ilógica razón quería tenerla pegada a su pecho en todo momento y que no se moviese de allí, le daba una sensación de confort y de seguridad tremenda que no podía explicar. Le asustaba así como le emocionaba tener ese sentimiento.

Le había escrito a Simon que le buscase en casa de los Brown y al mismo tiempo había levantado a Loras para que les abriera la puerta. Cosa que no hizo, simplemente lanzo las llaves por la ventana del segundo piso. Timothy lo miro con incredibilidad antes de que Pame comenzase a reír.

FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|Where stories live. Discover now