Capítulo 8.

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Las mañanas en casa de la familia Fitzpatrick se dividían en dos, las mañanas cuando Simon se encontraba de buen humor y las mañanas cuando no, en ocasiones había un extra que eran las mañanas donde la familia era levantada por música a todo volumen

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Las mañanas en casa de la familia Fitzpatrick se dividían en dos, las mañanas cuando Simon se encontraba de buen humor y las mañanas cuando no, en ocasiones había un extra que eran las mañanas donde la familia era levantada por música a todo volumen. Desde que había vuelto de Portland no había ocurrido hasta ese día.

Timothy se sacó la manta que le arropaba y luego abrió sus ojos antes de comenzar a cantar la canción que estaba sonando por los altavoces. La canción era de una perteneciente a uno de sus grupos favoritos. Turn It Up de Planetshakers sonaba alto, miro el reloj y se dio cuenta que aún era temprano, era sábado por la mañana, acostumbraba salir a correr pero ese día no quería hacerlo realmente. Se levantó rápidamente al baño para hacer su rutina diaria, la rutina que por lo general todos seguían: orinar, lavarse las manos, cepillarse los dientes, lavarse la cara. Sin importar el orden, pero era lo normal.

Al salir de su habitación se encontró con su padre en la cocina haciendo el desayuno para ellos y su hermano mayor se encontraba haciendo la mímica de guitarra eléctrica con la escoba. Su madre se encontraba en el patio delantero regando las matas mientras hablaba con la vecina. Los hombres dentro de casa se encontraban cantando a todo pulmón. Realmente había extrañado su casa durante el último año. Su hermano dejo de simular que se encontraba tocando la guitarra y mirando a su hermano.

— ¡Qué bueno que te hayas dignado a levantarte! ¡Te tocan los baños hoy! —Dijo mirando a su hermano. En casa todos cumplían las mismas reglas, aunque los primeros años de vida todo era un desorden, su madre se las ingenio muy bien para nunca perder los estribos, enseñándoles a cada uno de los presentes a hacer quehaceres dentro de la casa. Más allá de los prejuicios y las etiquetas morales que se le daban a la mujer, en esa casa las reglas iban para todos; así que desde muy pequeños tuvieron reglas estimuladas, las cuales nunca se perdieron—. ¿Qué haces ahí parado? Es en serio, te tocan los baños.

—Te limpio el cuarto durante 2 meses si así lo deseas pero baños no—Pero siempre había una excepción de la regla en la familia. Aunque todos tenían algo que hacer y sencillamente todos tenían que aportar en casa, Timothy odiaba lavar los baños.

—No—Respondió el chico.

—3 meses y te regalo un nuevo bate—Propuso Timmy al chico de ojos azules que se encontraba viéndole y moviendo la cabeza en desaprobación al ritmo de la música de fondo—3 meses, nuevo bate y lleno el tanque de la camioneta en los próximos dos meses.

— ¡Ja, 3 meses o nada! —Dijo mirando al chico.

— ¡Timothy, lava los baños y ya! ¡Pero primero el desayuno! —Grito su padre desde la cocina. En ese momento entro su madre quien avanzo sonriente hasta su hijo menor llenándolo de besos antes de entrar a la cocina a por su esposo quien la espero sonriente.

— ¡Hecho! —Grito Timothy después de pensarlo bastante. ¿De dónde iba a sacar dinero para aquello? No tenía ni la menor idea pero algo haría. Prefería eso a lavar los baños. No por el hecho de lavarlos; si no porque había tenido una mala experiencia con ellos, una que lo había llevado a la clínica muchísimas veces, porque siempre al lavar el piso se caía. La última vez estuvo inmovilizado y con un morado del tamaño de Texas en su cara.

FUERA DE JUEGO | LIBRO #2|Where stories live. Discover now