Capítulo 31: Su hermana favorita.

7.2K 412 80
                                    

—Taylor y Tracy están muy a gusto en la barriga de Lexa —comentó Alexa con la pajita de su bebida colgando de entre sus labios: no debía salir mucho en Palo Alto. Eso o le habían echado demasiado alcohol en sus copas, pero se le había subido demasiado.

—¿De cuánto está ya? —se interesó Octavia, cruzando la pierna.

—¡Nueve meses! ¡Deben salir ya! —exclamó, y la pajita se le cayó al suelo. Negó con la cabeza mientras veía como su novia observaba con tristeza el objeto.

—Toma, anda. Ten cuidado la próxima vez —le tendió la pajita, pero acabó colocándosela ella misma en la bebida debido a lo patosa que estaba.

—Gracias, mi amor —jamás había visto tanta sinceridad en sus ojos, y no pudo evitar reírse ante tal visión: quizás a ella también le había afectado un poco aquellas bebidas.

—Tengo que ir al baño —anunció y Alexa cambió su rostro a otro un tanto más perverso, y en honor a la verdad ella tampoco hizo nada por impedir que la siguiera.

Caminó seguida por su novia, que no tardó en abrazarla por la cintura mientras avanzaban, enterrando la nariz entre los mechones de su pelo y apretándose contra su culo. Activa desde el primer segundo. Pronunció su nombre como advertencia cuando empezó a besar su cuello al comprobar que estaban solas en el pasillo frente a los baños, esperando a que saliese quien quiera que estuviese dentro.

—Me pones muy cachonda bebiendo por una pajita, Raven.

—Te pones muy cachonda incluso mientras doy clases. Recuérdalo.

—¿Te imaginas que me hubiese tocado mientras dabas clase? ¿Habrías mirado, Reyes?

Imaginarse a una Alex de veintiún o veintidós años tocándose en mitad de su clase mientras la miraba fijamente, seguramente las piernas aprovechando que llevase falda o vestido, fue muy interesante. ¿Habría mirado? ¿A quién quería engañar? Si desde un principio había llamado su atención. Sonrió al recordar cómo la invitó a cenar en mitad de la clase. Bueno, "a cenar" entre comillas porque estaban hablando de Alexa Woods.

—No seas cochina —dijo, ladeando la cabeza para que continuase besando su cuello: lo hacía muy bien—. Creo que hay feeling, quizás más ahora que han bebido.

—Dios, no sé qué le echan a la bebida, pero me ha subido mucho —anunció Alexa y ella rio, acariciando las manos de la chica, que reposaban sobre su vientre.

—¿Crees que pasará algo hoy? —apoyó la cabeza sobre su hombro.

—Tenemos que seguir con el plan.

—Ah, ¿hay más?

—Sí, ahora Luna nos tiene que invitar a su piso, porque me lo quería enseñar. ¿Recuerdas? Ahí vamos a montar una orgía.

—Alexa, no soportarías ver a alguien tocándome.

—¿Ver disfrutar a mi mami?

—¿Con las manos o la boca de otra? —giró la cabeza para mirarla con una ceja alzada. Alexa estaba seria mirando al frente, seguramente imaginándolo.

—No, gracias. Mejor un dúo, se me dan mejor. Podríamos ir a un karaoke cuando estemos aquí en verano.

—¿Por qué no salen del baño? —se quejó, necesitaba usarlo con urgencia.

Alexa se separó de ella y se empezaron a reír cuando por fin descubrieron que no había nadie dentro. Su novia también aprovechó para usar el baño y cuando subieron Luna y Octavia hablaban un poco más cerca que antes.

Nuestro momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora