Capítulo 23: Cursi hasta la médula.

35K 1.5K 73
                                    

Sabía que no era correcto. Sabía que algo malo me pasaría, ¡pero no!, como yo soy Cloe siempre quiero demostrar lo contrario a lo que los demás dicen, Zeev me dijo ternurita, yo le contradije con mis acciones. Y al final la única herida iba a ser yo. ¿Qué pasaría si al final ambos solo nos estrechábamos las manos y girábamos al mundo?

Sin decirle aún nada, podía imaginar que se sentía igual que yo.

Odiaba el hecho de que Drew había aparecido en el peor momento, porque no lo quería y eso no era algo que antes hubiera pasado, digo antes… yo habría sido la persona más feliz del mundo, bueno cuando eso era mi mundo. Ahora mi cerebro estaba reflejando fotos de Zeev y reproduciendo las canciones más cursis habidas en el mundo.

¡Ash!. ¿Así de estúpido se sentía estar enamorado? ¿Todo era corazoncitos flotando?

-estás muy pensativa hoy.-dijo Zeev, pasando fotos en su computadora.

-no, solo presto atención a las fotos.

-sí, mirando el semáforo, que gran atención.-dijo en una sonrisa sarcástica, no quería que me sonriera así, hacía imposible negarlo en mi mente.

-lo siento. Tengo un montón de cosas dando vueltas en mi cabeza.- y eso no era mentira.

-sí, lo sé.-bajó la pantalla y me miró.- sé que te estresa esto de estar de aquí a allá con Drew y Lena, te entiendo pero ya acabará.

Una mesera nos trajo café. Estábamos en el café al que siempre Lena y yo íbamos.

Si tan solo supiera que también tiene parte en mi dolor de cabeza.

-sí, ya acabara.

-¿terminaste de llenar las preguntas de la vida?

Argh, por los nervios de la primera pregunta y el poco agradable acontecimiento había olvidado eso, lo suprimiré. Algo inventaré.

-sí, claro…-tenía que decirle a él, por alguna razón sentía que le había fallado aunque no fuéramos nada, y porque él más que nadie entendería.- Zeev, yo debo contarte algo. Espero no me juzgues ni nada.

-¿Qué pasó?-se giró junto a mí para quedar frente a frente.

-pues… Drew me besó.-las palabras pesaron en mi boca, aunque las susurré.

-¿Qué tú que…?-sus ojos se abrieron de asombro.

-yo…ah…. Bueno Zeev, yo…

-te lo dijo, ¿eh?-bajó la mirada.

-¿lo sabías? ¿Por qué no me lo dijiste?

-pensaba hacerlo hoy. Me enteré ayer.

-eso pasó ayer.- parecía como si estuviera en una discusión mental, desvió la mirada.

Quiero pensar que eso le afectaba y algo en él le decía que se sentía igual que yo, confundido pero entrando en razón sobre lo que su cabeza le decía.

-bueno, nos enteramos al mismo tiempo.-se sentó correctamente, abrió su laptop y siguió mirando fotos, pero con el ceño algo fruncido.

Me miré al espejo del baño de la agencia de viajes que también era de la chica esa, la tal Priscila, a la que fui invisible. Mi cerebro estaba seriamente revuelto. En unos horribles planes de revoltura.

Salí de allí, estaba tan mareada que estaba segura que me desmayaría en un segundo.

Me sentía frágil y pálida.

Anónimamente Yo. ©Where stories live. Discover now