Seduciendo al Kazekage | Gaasaku

Capítulo 2: Amistad

- Y bien... ¿Qué tienes que decir a tu defensa?.-

La rubia mantenía su semblante serio con un aura oscura rodeándola. Sai, sólo veía expectante por si algo malo pasara.

Al otro lado de la habitación donde estaba dormida Sakura, Ino decidió ir a buscar a Sasuke junto con su novio ha esperar a que llegara a la casa donde compartía con Sakura.

Para suerte de ambos, el azabache llegó una hora después, tambaleándose de un lado a otro con la mirada perdida.

Estaba borracho.

El Uchiha antes de que entrara a la casa, Sai apareció atrás de él y le dio un golpe en seco dejándolo inconsciente.

Aprovecharon y llevaron a rastras al Uchiha hacia su hogar.

Y ahí estaban los tres, debatiendo con las miradas.

La diferencia era que el azabache estaba amarrado a una silla con hilos de chakra por si intentaba escaparse, estaba siendo juzgado por sus actos.

-Si Naruto te viera y supiera lo que has hecho, de seguro no se contendrá en golpearte.-

Soltó Ino con frialdad, cruzando los brazos sin dejar de mirarlo.

-Al parecer no tiene 'eso' que lo hace hombre.-

Ino se sonrojó al escuchar la referencia de 'eso' y lo golpeó con el codo, esté sólo rió nerviosamente.

Sasuke activó el Sharingan.

-No... estoy para sus jodidos juegos. ¿Dónde... está Sakura?-

Escupió Sasuke ignorando completamente ambos comentarios, los hilos de chakra estaban absorbiendo rápidamente el chakra de este si seguía utilizando el sharingan, así que lo desactivó casi al instante.

-No creo que quieras saber, haces mejor pareja con la zanahoria andante.-

Aquel comentario de Ino hizo que todo el efecto del alcohol se le fuera de repente a Sasuke, este gruñó a lo bajo moviéndose inquietamente de la silla.

-Ese no es su problema, quiero ver a Sakura.-

Sai se acercó a Sasuke y le dedicó una de sus sonrisas falsas.

-Por ser tan buen amante, te vamos a dar un regalo.-

Ino sonrió maliciosamente.

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-¡Buenos días frentona!-

La rubia abrió la puerta de huéspedes eufórica, la pelirosa rodó de la cama cayéndose de esta.

-Maldita puerca...-

Maldeció la pelirosa entre dientes mientras reincorporaba con pereza.

-Ya son las ocho de la mañana. Ven a desayunar con nosotros, Sai me dijo que al parecer Tsunade quiere verte.-

Los colores del rostro de la Haruno se fueron.

Su maestra no la había llamado para nada desde hace semanas. ¿Acaso se había enterado lo que pasó con Sasuke?