She cheats you|One-Shot ✔️

Capitulo Único

~~Llamada entrante~~

Perrie tomó su celular y sonrió al ver una J en la pantalla.

"Justo estaba pensando en tí" la persona al otro lado sonreía satisfecha "te va encantar lo que compre" la voz al otro lado respondió "Sí, es para que lo estrenemos".

"Cariño, ya llegué" gritó Alex desde el umbral de la puerta, mientras la cerraba con cuidado. Perrie bufó exasperada.

"Te dejo, porque ya llegó mi marido" un gruñido de fastidio se oyó del otro lado de la línea y Perrie soltó una risita cantarina "Te amo, adiós". Ella colgó, no sin antes escuchar un te amo como respuesta.

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Jed estaba harto, ya no quería tener aquello más en secreto, no le gustaba ocultar cosas y menos que tuvieran que ver con él. Dispuesto a decir la verdad se dirigió a la casa de los Oxlade-Chamberlain.

Siendo su vecino por alrededor de seis años, Jed nunca se había dado cita para hablar con Alex, se saludaban cordialmente cuanto se llegaban a encontrar, y en una que otra reunión o fiesta de vecinos habían hablado de deportes pero nada más, nunca en el ámbito personal.Apenas si podían llamarse conocidos.

El trato con la esposa de Alex, Perrie, era harina de otro costal.

"Hey vecino" saludó Alex una vez que abrió la puerta de su casa. Era sábado en la tarde-noche y Perrie, acostumbraba a salir con su mejor amiga Jesy o iba a jugar canasta, bueno eso se suponía, hacía que Jed supiera que ella no se encontraba en casa, así que Alex se encontraba solo, con la tele a todo volumen, con el partido que se daba ese día y con una cerveza oscura en mano. "¿Te puedo ayudar en algo?" a Alex se le hacía sorprendente aquella visita inesperada.

"En realidad, debo hablar contigo" Jed se mostraba serio.

"Esta bien, pasa" invitó Alex. Jed se adentro a la casa sin decir más. "¿Te apetece una cerveza?" Jed sólo asintió, si le iba a contar todo aquello, más le valía al menos tener un poco de alcohol en su cuerpo para agarrar valor.

Alex le tendió la cerveza y siguió viendo la tele donde los comentaristas hablaban acerca de aquel partido que acababa de terminar. Jed chasqueó su lengua para llamar la atención de aquel moreno y grande hombre, por su tamaño podía ser algo intimidatoria y lo sería más una vez que le contará todo.

"De lo que te tengo que hablar es realmente importante" declaró, Alex apagó su plasma un poco fastidiado y le dedicó toda su atención a Jed. "Tal vez tu no me conozcas..."

"No nos conozcamos" corrigió Alex y Jed negó.

"Tal vez tu no me conozcas, pero yo a ti sí muy bien" continuó Jed, Alex lo miró sorprendido, no entendía de qué iba todo eso. " Espero no alterarte, con lo que te diré"

"Tienes razón no te conozco, no entiendo esta situación. ¿Por qué he de alterarme?¿Cual es tu preocupación?" Alex lo miró con suspicacia, aquello le parecía demasiado incómodo y extraño.

"Siéntate y escúchame" le indicó Jed de pronto intimidado de la imponente presencia de Alex.

"Lo que tengas que decirlo anda y dilo aquí" lo que más odiaba Alex es que no fueran directos "no me sentare, dime qué es lo qué pasa" declaró, parándose aún más derecho si fuera posible.

"Me da pena que sea yo quien te lo diga" Jed tragó en seco, y le dio fondo a su botella, dejándola en la mesita del centro con determinación "pero tienes que saber..." Alex lo miró confundido "Ella te engaña" declaró Jed y el rostro de Alex sólo mostró más confusión.

"¿Cómo está eso?" Alex dejó también su cerveza a un lado, entendiendo que hablaba de Perrie, quién más sino, lo miro enojado.

"Hace tiempo que se entrega por completo, a otros labios y a otro cuerpo," Confirmó Jed.

"No te creo" Alex negó rotundamente, su Perrie, ella no podía estarlo engañando, se enfureció en si quiera pensarlo.

"¿O acaso no la notas algo extraña desde hace un tiempo?"dijo Jed dando en el clavo al ver el cambio de expresión en el rostro de Alex "¿dime si no es cierto?"lo retó. El rostro de Alex iba de la confusión, al enojo, a la tristeza y viceversa.

"No lo niego" declaró Alex, asustandose de pronto al darse cuenta que no le había tomado importancia.

"No tendría porque mentirte"

"Lleva días ignorando mis caricias y yo me hacía el ciego" el semblante de Alex se mostró serio.

"Lo lamento"

"Una vez le pregunté si algo pasaba, y me invento un cuento" Jed asintió comprendiendo.

Pero Alex también recordó que tiempo antes de eso, ella lo había buscado en la cama, esperando un poco de atención de su parte, pero él ante el cansancio y la presión del trabajo, la rechazó y se volteó viendo al otro lado, no era la primera vez que pasaba, pero aquella había sido la gota culminante de la paciencia de Perrie. Después la empezó a sentir más ausente, ya no lo molestaba más, salía con sus amigas, de compras y a jugar canasta, así que Alex pensó que estaba enojada y la mejor manera de vengarse era pagándole con la misma moneda, ignorarlo. Recordó haberle preguntado que ¿Qué pasaba?, ella solo negó con la cabeza y lo besó en los labios dándole tranquilidad, y todo había vuelto a la normalidad, de eso hacía tiempo.

"Yo le dije por lo mucho que te amo, te creo" dijo Alex esto último en voz alta aún inmerso en sus pensamientos.

"Sé lo que estás pensando, que quizás en algo la cagaste" le dijo Jed. Un recuerdo él ignorando a su propia esposa lo hizo ponerse en los zapatos de Alex. "Siéntate, y escúchame" volvió a invitarlo pero Alex negó con la cabeza ahora paseándose por toda la sala.

"Lo que tengas que decir dilo ya, no me sentare" declaró Alex, aún uniendo las piezas del rompecabezas en su mente, de repente algo hizo click.

"Lo que no entiendo es porque le sabes tanto a la dueña de mi vida." Alex se acercó peligrosamente a Jed dispuesto a soltar el primer golpe en su rostro, y después seguiría por sus costillas.

Jed lo detuvo alzando su mano derecha, sin pizca de miedo ni temor. Alex lo miró aún más enfurecido.

"Te daré la respuesta a esa pregunta, sólo sígueme" Jed salió de la casa de los Oxlade-Chamberlain, con Alex pisándole los talones, ambos se dirigieron a la casa de Jed, con paso firme.

Alex quería respuestas, aquello no le gustaba nada, porque Jed no dejaba de darle vueltas al asunto y le decía que él era el amante de Perrie.

"Se supone que en estos momentos estoy en una reunión"le indicó Jed a Alex, que no entendía porque decía todo aquello. Jed abrió la puerta de su casa con sigilo y pidió que hiciera silencio, Alex confundido asintió.

De pronto se escuchó un gemido proveniente de lo que parecía ser la sala, y después nuevamente silencio. Alex sólo quería una puta respuesta. 

"Amigo mío, es que tu mujer te engaña... con la mía." Jed prendió la luz de la sala dejando ver a Jade y a Perrie en el sillón apenas cubiertas con una manta. Alex las miró sorprendido y Jed sólo atino a darle unas palmadas en la espalda.

Hey, espero que les haya gustado el OS. Jed y Perrie = ¿Ped? XD