XXXIX

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Narradora:

--Ok.. esto parece un cuento ficticio. ¿En serio? ¿No estas loca? Digo.. no pareces... bueno..

--Tú querías que te cuente, ahí lo tienes, si quieres creerme hazlo, sino, no.

--Ya, tampoco te enojes, te creeré --suspiró y paso su vista a las dos chicas que dormían-- Así que.. ¿ellas dos vivieron lo mismo que tú?

--Pero ellos tuvieron suerte, lo mío salio mal.

--Ya veo, lo siento Dara.

--¿Dara?

--Si, ahora te diré así.

--Bien --la miró sonriente y volvió su mirada hacia las chicas, nuevamente.

Horas después...

La castaña y la pelinegra empezaron a removerse debajo de las sábanas. Nayeon estiró sus brazos y sus pies encontrándose con la sorpresa de que había algo, o bueno mejor dicho, alguien a su lado. Volteo adormilada aun con los ojos cerrados y posó su mano en aquella cosa que tenia al lado.

--¿Qué es esto? --susurró y apretó, ganándose una queja.

--¡¿Qué haces?!

Nayeon espantada abrió sus ojos y se encontró con una desconocida.

--¿Q-quién eres? --se sentó en la cama y se fue más hacia la punta.

--No me cambies de tema.

--Pe-pero ¿yo que hice?

--No se, estaba acostada plácidamente boca abajo hasta que ¡alguien aprieta mi trasero! --Nayeon se sorprendió y rió-- ¡¿de que te ríes?!

--Realmente lo siento --dijo entre risas-- Así que esa cosa dura era tu trasero, heh..

--Ugh --Mina rodó los ojos y sonrió levemente.

--Bueno por lo menos sabes sonreir --susurró burlándose la mayor.

--¿Sabes dónde estamos? --preguntó evitandola y levantándose de la cama.

--No, creo que nos han secuestrado, desconocida --Mina la miro confundida y luego asintió.

Nayeon repitió la acción de la castaña y su mirada rápidamente se posó en una pequeña ventanilla que había justo arriba de un mueble bibliotecario, sin dudar fue hacia ello.

--Mira ven, ayúdame --dijo dirigiéndose a Mina.

--¿Qué quieres? --pregunto de mala gana.

--Cambia esa cara de perro y ven aquí, que hay una ventanilla, ayúdame a tratar de espiar por ahí --respondió sin verla y señalando su destino.

La menor no renegó, fue hacia el mueble y se agachó un poco juntando sus dos manos para que la otra chica pueda apoyar su pie ahí y luego subirla.

--Bien ahí voy.

Nayeon puso su pie derecho en las manos de la contraria y apoyo sus dos manos en los hombros de Mina, esta rápidamente la impulsó hacia arriba.

No tan lejos | MinaYeonWhere stories live. Discover now