XXX

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Narradora:

--Por casualidad.. la chica que esta en el bar contigo es... Mina?

Nayeon se puso tensa. ¿Cómo es que su padre sabe?. ¿Y por qué se le vino a la mente lo que aquel chico le dijo?. Tenia muchas preguntas que debía responder por si sola. Pero decidió no mostrar sospechas y actuar normal.

--P-pero qué dices? --frunció el ceño-- Acaso ella esta viva?.

Esta vez Nayeon lo puso tenso a él. Era igual que ella, no sabia ocultar muy bien las cosas.

--No --Entro nervioso y serio al coche, cerrando la puerta rapidamente al acomodarse--. Solo quería saber, por un momento pensé que sería ella..-

--Pues ojala fuera ella. --Volvió a la vereda, enojada, al ver que su padre prendió el motor.

--Ten cuidado, si? Y si encuentras a Mina, dime porfavor... --dijo el mayor mientras la miraba por la ventanilla del copiloto-- Adiós.

Sin más el mayor se retiró con cierto enfado. No sabia si creer que la menor estaba ahí o creerle que todavía no la encontró. Pero él sabía que algo estaba encubriendo. Al igual que su hija, ambos sabían que algo se ocultaban.

--Necesito saber por qué quieres a Mina.. --susurro para si misma y volvió a entrar al bar.

Al entrar se encontró a una linda mina jugando con su vaso de agua. Sonrió de lado y se acercó a ella llamando su atención.

--E-esta todo bien? --pregunto la menor una vez que la otra se sentó a su lado.

--Si.. no te preocupes --señaló su vaso de agua-- No tomarás más alcohol?-

--No, yo debo manejar pero si tu quieres hazlo --le sonrió y luego desvió la mirada a su agua-- en un rato debo irme, te dejare en tu casa si quieres.

Nayeon asintió triste-- esta bien, gracias..-

--No es nada.. --sonrió y agarro su mano-- quieres bailar un rato más? --pregunto sonrojada a lo que le causó ternura a la mayor.

--Porqué no?, vamos --la jalo hacia la pista.

Y así pasaron el rato, riendo, bailando, hablando, pero hasta ahí nomas llegaban las cosas. Ya que, ambas ya no estaban muy ebrias como antes, pero no solo por eso, sino porque también estaban avergonzadas por lo que estaba por suceder en el baño anteriormente.

Pasaron unas horas y ambas ya se encontraban en el coche. Mejor dicho, ya estaban a medio camino de llegar a la casa de Nayeon. Mientras la menor conducía, se ponía a pensar sobre lo que había pasado hace unos minutos. Esa noche fue algo inesperado para Mina, ella no sabia que algún día de su vida llegaría a besar a una chica y menos a una desconocida que vio hace pocas horas. Es algo nuevo, pero admite haberle encantado tal cosa.

Nayeon sonreía por la ventanilla victoriosa. Había podido volver a conquistar a Mina, tal y como lo había planeado. Bueno no del todo, lo del baño no tenia que suceder, pero no se queja. Ella era feliz volver a verla, viva, saludable, en perfecto estado, aunque con pérdida de memoria. Aun así, sabía que no debía hacerla recordar cosas. Podría dañar su salud.

Cuando se dieron cuenta, el coche ya estaba estacionado frente a la casa de la mayor.

--G-gracias... por traerme y por la invitación --añadió tímida la pelinegra mientras jugaba con sus manos.

--No es nada --rió nerviosa-- cuando quieras y puedas, saldremos. La pase bien..

--Y yo --la menor la miro y ella se sonrojo-- bueno debo irme..

--S-si, espera. --Mina bajo del coche y rápidamente lo rodeo para luego abrir la puerta del copiloto.

Nayeon sonrió ante aquella acción y bajo más que feliz--. Gracias, eres muy caballerosa --ambas rieron.

--Oye.. --dijo antes de que la mayor se vaya-- me pasarías tu numero? Digo.. así nos vemos de nuevo --rió nerviosa pero luego se calmo al ver a Nayeon asentir.

Ambas sacaron su celular y Mina le indicó con la mirada que ya podía dictarle su número. Luego viceversa y las dos ya estaban agendadas en sus celulares.

--Bueno.. luego hablamos, bien? --se acercó para besarle la mejilla.

--Eh? Ah si, lueg- --No pudo terminar, ya que, unos labios habían tocado los suyos.

Mina estaba apoyada en el coche, distraída mirando hacia bajo mientras guardaba su celular, como no se esperaba el beso en la mejilla por parte de la pelinegra giro su rostro confiadamente rápido. Y fue así como ambas quedaron sonrojadas ante aquel pequeño beso.

Ambas se miraban sorprendidas. Si, aun después de casi haber tenido sexo en un baño de mujeres, se sienten tímidas. La menor se puso frente a Nayeon y la acorralo en aquel hermoso automóvil que le habían prestado.

--M-mina? --tartamudeo sonrojada.-- Q-qu-

La castaña la callo con sus labios. La beso tan dulcemente que Nayeon casi se derretía de amor. Amaba que Mina la bese, aquellos labios eran perfectos, y más para ella. Ella es su otra mitad, por eso quiere estar siempre a su lado y besarle siempre que pudiese.

La mayor abrazo el cuello de la contraria para profundizar más su beso. Mordidas, lamidas, Nayeon ya no aguantaba más. Ambas sabían que debían parar pero no podían, o mejor dicho, no querían. Pero como siempre, algo interrumpe las buenas escenas.

El celular de Nayeon sonó haciendo exaltar a las dos. Se tuvieron que separar, ya que, Mina le dijo que conteste. Pero pronto saco su celular, palideció al ver quien era.

--Estas bien? P-por qué esa cara? --pregunto sonrojada y preocupada a la vez.

--S-si.. no es nada --dijo sin dejar de ver la pantalla-- espera.. --la menor asintió y la pelinegra le dio la espalda.

--Papá?

--¿Qué crees que haces Im Nayeon?







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Les doy permiso de matarme por tardar tanto:,v

Lamento la demora xd pero ya ya ya *inserta sana* luego de tanto volví <3

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No tan lejos | MinaYeonWhere stories live. Discover now