Capítulo 26.

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Era ya de día. El sol relucía cómo nunca antes lo había hecho. Me desperté más pronto que mi alarma. Eran las siete y media. La noche anterior conseguí dormirme más pronto de lo que creía. Me levanté de la cama con la manta sobre mi cabeza en forma de belo de novia. Cuando me miré al espejo, tenía ojeras y el cuello dolorido. Decidí arreglarme y bajar a desayunar. Hoy será la primera vez en años que no llegaré tarde al colegio. Cuando ya estaba vestido, bajé.

-Buenos días.- Bostecé.

-Buenos días. -Dijo Sarah. Para mi sorpresa, Sarah ya estaba levantada. Era extraño en ella.

-¿Qué haces levantada tan pronto?-Pregunté mientras llenaba mi vaso de zumo de naranja.

-No podía dormir más y había pensado en bajar a hacer el desayuno. -Dijo dándome una tostada recién hecha.

-Oh, gracias. ¿Dónde está mamá?

-Durmiendo, supongo. -Dijo bajando la cabeza mirando su tostada. Parecía triste.

-¿Te ocurre algo?-Pregunté acercandome a ella.

-No.

-Sarah, eres mi hermana y te conozco. Venga, dime que te ocurre.

-¿Porqué llorabais ayer?- Me miró a los ojos.

-Ya te lo dije, estábamos recordando viejos tiempos.- He de admitir que estaba bastante nervioso.

-¿De verdad?

-De verdad.- Le dije y me acerqué a darle un abrazo.

-Si pasara algo me lo dirías ¿verdad?

-Si, te lo contaría. -Dije sabiendo que no es verdad. Le ocultaré que nuestra madre tiene cáncer hasta que pueda. Sé que estoy siendo un poco egoísta por no contarselo pero no quiero que sufra tanto cómo cuando se fue papá.

Nuestro abrazo se rompió cuando el timbre de la puerta sonó. ¿Quién sería a estas horas? Salí de la cocina. Fui por el estrecho pasillo hasta llegar a la puerta principal. Abrí la manija para ver quién era que llamaba a estas horas. Era Harry.

-Buenos días enano.-Dijo revolviéndome el pelo. -Traigo chocolate caliente.-Sonrió.

-¿Qué haces aquí a estas horas? -Pregunté un tanto sorprendido.

-Tu madre está es mi casa y me ha dicho que viniera a desayunar con vosotros porque quería hablar con mi madre de algo importante.

-Ah bueno, entonces puedes pasar.-Me puse a un lado dejando que el chico de pelo rizado pudiera entrar.

-¡Harry!-Chilló Sarah cuando lo vió y se abalanzó a sus brazos dándole un beso en los labios.

-Alguien por aquí tiene hambre.-Dije señalándome cuando vi que no drjaban de besarse.

-Lo siento, vamos.-Dijo Sarah bastante avergonzada.

Entramos a la cocina y comimos de todo. Ese día estábamos hambrientos. Luego se hizo hora de irnos al colegio y fuimos los tres cómo cada mañana. No vi a mi madre la gran parte del día ya que ella iba hoy al medico y tenía hora bastante tarde. Yo tenía clases de guitarra así que nuestros horarios tampoco coincidian mucho.

Cuando estaba de camino a mi casa recibí un mensaje de texto de Harry.

"¿Porqué no me habíais contado que tu madre tiene cáncer? Harry xx"

Lo leí varias veces. ¿Cómo se ha enterado Harry de eso? ¿Acaso se lo había dicho Sarah? No podía ser ella. Sarah no lo sabe.

"Quedamos en un minuto en el bar de Luki. Niall xx"

Cuando le envié el mensaje me dirigí hacia el parque. Allí estaba él con pantalones vaqueros y una sudadera.

-Hola. -Dijo él.

-Hola. ¿Se lo has dicho a Sarah?-Dije rápidamente.

-¿El qué?

-Que mi madre tiene cáncer.

-No, no he hablado con ella.

-No se lo digas. No debe saberlo. No queremos que lo sepa y no preguntes el porqué. Solo prometeme que no se lo dirás.

-Está bien. -Suspiró.

-Muchas gracias.-Dije mientras me marchaba y entré a mi casa.

Siempre a tu lado.Kde žijí příběhy. Začni objevovat