Capítulo 22.

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Se nos hizo la hora de volver a casa. Nos despedimos de  Anne, Robin y Harry y nos marchamos a nuestra casa. Estaba muy cansada. Subí a mi habitación. Me cambié y me acosté en la cama tapándome con la sábana hasta los hombros. Repasé todo lo ocurrido hoy. Había hecho las paces a medias ya que cuando vió el diario se enfadó.

Estaba un poco asustada por la reacción que tuvo cuando supo que leí su diario. Sé que no lo tuve que hacer pero era demasiado cotilla. Finalmente me dormí. Había tenido un día muy largo.

-Buenos días caraculo. - Me despertó Niall chillándome en el oído. Era insoportable. Ni los domingos me dejaba en paz.

-Que quieres. -Le chillé. 

-Alguien se ha levantado con mal pie hoy. - Dijo en tono burlón.

- Aún no estoy levantada, por lo que no he puesto un pie en el suelo y déjame dormir. -Me puse el cojín en la cabeza y hize cómo si estuviera roncando.

-Vamos Sarah levanta. Hay churros para desayunar y si no te levantas se helaran y ya sabes lo que opino sobre los churros helados.

-¿Churros?-Me chiflaban. Todos los martes mi abuela hacía churros para desayunar ya que su padre era español y le enseñó la receta. - Está bien, ya bajo.

-Bien. -Dijo y se fué.

Me puse una chaqueta y las zapatillas de andar por casa. Me lavé los dientes, me hize una coleta y bajé.

-Buenos di...

-Hola Sarah. -dijo Anne cuando me vió. Harry me miró y no dijo nada.¿Que hacian ellos aquí?

-Toma tu chocolate. - me dijo mi madre.

-Gracias.

Me senté en el taburete libre, al lado de Niall y comencé a mojar un churro en el delicioso chocolate.

- Y bueno, ¿Que planes tenéis para hoy? - preguntó Anne sonriente.

-Nada. Hoy pensabamos quedarnos en casa.- respondió mi madre.

- ¿Y porqué no nos vamos ha pasar el día a Londres? Necesito ir a Harrods.

Asentimos sonrientes. Estaba emocionada por ir a Londres. Hacía dos años que no iba. Me encantaba subir al London Eye y ver la preciosa ciudad de Londres. Era uno de mis sitios favoritos.

-Bien pues vestiros y nos vamos.

-Está bien. Harry, ¿subes conmigo? -dijo Niall.

-Vale.

Subí rapidamente a mi habitación. Me puse unos vaqueros con mi blusa favorita. Cogí un poco de dinero y me bajé junto con Harry y Niall al salón. Éstos cuchicheaban y cuando me vieron se callaron. Nos sentamos todos en un coche ya que Robin no iba a venir. Yo estaba en la parte trasera izquierda. Harry se puso en medio y Niall a la derecha. Me sentía un poco incómoda estando al lado de Harry ya que no sabía si seguía enfadado conmigo. Así que decidí ponerme los cascos y escuchar música.

Eran dos horas de camino para llegar a Londres. Paramos varias veces en una estación de servicio a tomarnos algún refresco. Ya estabamos llegando. Veía el Big Ben a lo lejos. Fué el viaje más largo de mi vida ya que no hablé con nadie. Harry me miró de reojo en varias ocasiones pero no me dijo nada. Finalmente aparcamos en un aparcamiento en el que habían dos horas gratis. Pero dos horas no eran lo suficiente para pasar en Londres así que pagamos por cinco horas más. Nos dividimos en dos grupos, Anne y mi madre se fueron a Harrods mientras que Harry , Niall y yo nos fuimos a pasear por la orilla del río Támesis. Nos detuvimos frente al London Eye.

- ¿Podemos subir?- pregunté emocionada.

- No, es muy aburrido. Eso va a la velocidad de una tortuga.- Se quejó Niall.

- Por favor. -Supliqué.

-Está bien.-Se rindió.

Esperamos una enorme cola hasta llegar a la cabina. Subí yo primero y luego Harry. Niall nos cerró la puerta y él se quedó abajo. Golpeamos la puerta para que la abriera pero no nos hizo caso y la cabina subió. Quería dejarnos a solas. Ese era su plan desde el principio. Pero yo no iba a empezar a hablar.

***

Llevabamos diez minutos metidos en esa cabina y aún no me había hablado. Se giró de espaldas a mí mirando la maravillosa ciudad de Londres y susurró:

-Lo siento. No tenía que haberte chillado ayer. -Su tono era tan bajo que casi no lo oía. Me acerqué para escucharlo mejor.

-Lo siento yo también. No debí de haberlo leído. - Él sonrió. Habíamos estado tanto tiempo distanciados que realmente lo echaba de menos. Me acerqué a él y lo abracé y sin esperarlo más, le besé en los labios.

Siempre a tu lado.Where stories live. Discover now