Capítulo 17.

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Di media vuelta, tratando de borrar lo que acababa de ver de mi mente, intentando pensar que aquello sólo era un producto de mi imaginación debido al mal día que estaba teniendo, cuando choqué con una farola que ni siquiera había avistado. Cuando levanté la vista la gente se agolpó a mi alrededor, incluso mi padre, que ya había salido de aquel restaurante.

-Sarah, cariño.-Se agachó a mi lado.-¿Qué haces aquí?

-Y tú, ¿qué hacías con esa mujer?-Le grité levantándome y alejándome de él.

-¿Podemos hablarlo en casa? Por favor.-Se tiñeron sus mejillas de rojo mientras caminaba hacia mí.

Asentí.

-Vayamos al coche. Te llevo hasta allí.

-Bueno...-Tragué saliva antes de empezar a hablar.-¿Quién es esa con la que estabas? ¿Por qué le agarrabas la mano? ¿Por qué estabais tan cercanos? ¿Has engañado a mamá con ella?-Solté de repente casi quedándome sin aire.

-Esa mujer es Agnes.-Dijo quedándose blanco cuando se había dado cuenta de lo que había observado.-Trabaja en mi empresa. Y solamente hemos salido a almorzar. Es mi compañera.

-¿Sólo a almorzar? ¿Tu compañera de qué? ¿De cama?-Dije muy cabreada.-Papá, no soy una niña pequeña para que me engañes como tratas de hacerlo.-Cada palabra que pronunciaba me enojaba más y más.-Tienes que decírselo a mamá, y si no lo haré yo. Y te advierto que si lo hago yo será peor.-Le advertí sacando un pañuelo de la guantera del coche.

-Hace mucho que tengo pensado el decírselo a tu madre.-Me miró cuando nos paramos en un semáforo.-Pero quiero que sepas que yo quise mucho a tu madre. Ella ha sido el amor de mi vida.

-¿Desde cuándo llevas viendo a esa Agnes?-Me asqueaba incluso decir su nombre.

-Desde hace cuatro meses... Cariño, las cosas entre tu madre y yo últimamente no son lo mismo...

-¿Cómo? ¿Cuatro meses? ¿Llevas cuatro meses engañando a mamá y vives tranquilo?

Ambos nos quedamos sin habla desde aquel momento. Yo no tenía ganas de decirle nada más y él parecía avergonzado de que lo hubiera pillado.

-Díselo o se lo digo yo.-Le susurré cuando vimos a mi madre sentada en el sofá.

Subí a mi habitación para que ella no me mirara y me acosté en la cama. Dejando salir las lágrimas que había reprimido desde que choqué contra la farola. No me había imaginado a mi padre como el tipo de hombre que engaña a su mujer, creía que quería a mi madre, que estaba enamorado de ella, pero estaba en lo equivocado.

Un grito proveniente de la sala me sacó de mis pensamientos y bajé rápidamente las escaleras, secándome las lágrimas con la camiseta. Antes de salir de mi habitación escuché un portazo también.

-Ven aquí, cariño.-Me dijo mi madre cuando me vio en el salón.-Tengo algo que decirte... Tu padre y yo vamos a divorciarnos.-Me avisó entre sollozos.-Él me ha engañado con una compañera de trabajo... Una tal Agnes...-Me contó sin dejar de llorar.

-Lo sé, mamá.-Se quedó paralizada al escucharme decir aquello.-Me lo ha explicado en el coche, después de que los viera.

-¿Es guapa?

-Tú eres la mujer más hermosa del mundo.

-Gracias, hija.-Me sonrió tristemente.-Pero ahora eso no me consuela.

-Nunca hubiera pensado que papá fuera así.-Le dije después de un enorme silencio.

-Ni yo, cariño.-Le di un abrazo, sabiendo que era lo que necesitaba en ese momento. Necesitaba a alguien que le diera fuerza a su lado, alguien que le mostrara que no debía derrumbarse. Aunque por dentro las dos estábamos rotas.

Siempre a tu lado.Место, где живут истории. Откройте их для себя