Capítulo 19.

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NARRA HARRY

Sarah salió a través de la puerta de su casa con unas mayas que se adherían perfectamente a su incomparable figura y unos auriculares en sus orejas, parecía que salía a correr.

Nos saludó a Niall y a mí, que estábamos en la puerta de salida, pero su hermano fue el único que le devolvió el saludo.

- ¿Porque te estás comportando cómo un imbécil con ella?- Dijo cuando Sarah se hubo alejado lo suficiente como para no escuchar nada.

-Creo que no me estoy comportando como ningún imbécil.-Suspiré sabiendo que me estaba equivocando completamente en cuanto a mi comportamiento con la chica a la que amaba.

-Harry, estás siendo más que imbécil. ¡Estás siendo un completo idiota!

-No...-Dije tratando de mostrar dureza. Aunque pronto la sensibilidad escapó a través de mis labios.-Quizás tengas razón,-dije a mi amigo-puede que esta no sea la forma en que deba comportarme con tu hermana.

-"¿Puede?"-Pregunto sorprendido.

-Está bien... No es la forma en que debería portarme con ella.

Asintió.

-Parece que ya te has rendido porque te haya dicho que no...

-No es eso.-No era eso en absoluto, ya que había cambiado mi aspecto sólo por ella, por ver su reacción.-Es sólo que estoy molesto.

-¿Con mi hermana?-Asentí.-¿Por qué no te quiera?-Volví a asentir.-Mira, Hazza, si realmente estás enamorado de ella deberías luchar hasta el final porque te quiera.-Me aconsejó.-Creo que mi hermana siente por ti algo más fuerte de lo que piensas, pero tiene miedo de que le rompas el corazón.

-¿Cómo ella ha hecho conmigo?

-Harry,-dijo con tono enfadado-deja de lamentarte y actúa. De esta manera no conseguirás nada.

-No lo sé...-Dije dando la conversación por zanjada.

-¡Harry, ve a ducharte!-Gritó mi madre desde la cocina cuando estaba terminando los deberes de aquel fin de semana. Por mucho que mi aspecto exterior hubiera cambiado seguía siendo un chico muy aplicado.-Tus amigos llegarán en cualquier momento.

-Voy, mamá.

Dejé mis libros a un lado y me dirigí al cuarto de baño, a darme una buena ducha con la música a tope en la radio. Sin que nada me importara a mi alrededor comencé a tararear  la canción que estaba sonando en la radio hasta terminar por cantarla lo más alto que mi ronca voz me dejaba.

Cuando salí de la ducha, con la toalla cubriendo la mitad inferior de mi cuerpo, comencé a bajar las escaleras, pero unos preciosos ojos azules se quedaron clavados en mí. Vi a Sarah, que estaba mirándome totalmente sorprendida, mientras disimuladamente tragaba saliva, observando el cuerpo que había estado moldeando desde hacía un tiempo en el gimnasio.

-Hola, Harry.-Saludó.

Pero yo pasé de ella, llamando a mi madre para que me acompañase a mi habitación. Quería ponerme una de mis nuevas camisetas y no sabía donde ella la había guardado.

Siempre a tu lado.Onde histórias criam vida. Descubra agora