El Mañana

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Minnesota 26 de Noviembre, 2015


Ha pasado una semana desde que llegué a casa y hablé con mi mamá. Las cosas han cambiado y no sé si sea exactamente para bien. Hace unos días un grupo de personas intentaron robar un supermercado, lo curioso fue que no buscaban el dinero, sino que trataron de llevarse toda la comida enlatada que había. Por suerte la policía los detuvo antes que pudieran escapar, lo lamentable fue que un oficial falleció durante la captura, ahora estarán en la cárcel. Pobre oficial, lo golpearon hasta morir y todo fue en vano.

A causa de eso, y muchas otras revueltas en el país, el gobierno ha implementado el uso de "Action Tickets" que según lo que se nos explicó es una especie de moneda de cambio temporal y dependiendo de su color puede intercambiarse por recursos.

Los Action Tickets pueden ser de cuatro colores: Verde para la comida (cereales, leche, carne), amarillo para la gasolina y aceite motriz, rojo para medicina y azul para agua potable. Cada diez dias recibimos una cierta cantidad de estos dependiendo del número de personas que seamos y si se nos acabaran tendríamos que esperar hasta la siguiente entrega.

Hay algunas personas que los reciben pero no los usan y optan por cambiarlos por otros colores o por dinero, aunque es menos recomendado porque los billetes han perdido valor, es mas fácil vender los tickets que comprarlos, si los vendes seguro te ofrecen muy poco dinero, pero si los quisieras comprar te costaría mucho más. Algunas cosas se han puesto tan caras que he oído a algunos vecinos hablar de que estamos entrando en una segunda gran depresión, quién sabe, quizá si sea cierto.

La única cosa buena de todo esto es que mi madre pasa más tiempo conmigo, dejó el trabajo para evitar contagiarse de cualquier cosa y así cuidar de mi, aun así esté grande ella siempre me ve como su pequeño. Ambos sabemos que no hay mucho que hacer y nada parece mejorar, pero ella es optimista respecto a las medidas de seguridad, desearía que todos en la ciudad fueran así.

Acordamos que permaneceríamos en casa a menos que fuera necesario salir, tampoco es que haya mucho que hacer afuera, la mayoría de locales y comercios están cerrados y hay muy pocas personas en las calles. Creo que mientras la calefacción funcione y la comida no se termine estaremos bien.

Martín y yo habíamos hablado lo necesario, me contó que él y su familia viajarían a Montana en unos días. Según lo que me dijo, su tío era administrador de un hotel y les había ofrecido quedarse con él mientras todo este asunto se resolvía. Su familia lo había aceptado con gusto pero Martín estaba muy disgustado con la idea.

Veía televisión mientras acariciaba a Rupert cuando el teléfono sonó y me levanté a contestar.

— ¿Dickson? ¿Dani? —reconocí una voz al otro lado.

— Martín ¿Eres tú? —pregunté, pues era un número desconocido.

— Escucha — dijo Voy a escapar, mi familia no entiende y sé que lo mejor es irse lejos antes de que todo empeore pero ellos no quieren seguirme ¿Quieres venir conmigo?.

— Por supuesto que no ¿ Qué va ha pasar con mi madre? ¿Y mis amigos? — pregunté.

— Sabía que dirías algo así...

— Lo siento, Martín... Mi familia me necesita y tengo que estar con ellos.

— Pueden morir. — Esperó unos segundos y añadió—conseguí una camioneta, ven conmigo.

— ¿Cómo? — Martín no tenía dinero para eso — ¿Robaste una camioneta?

No responderé a eso ¿vienes o no?.

LOSTWhere stories live. Discover now