16: Feroz y ardiente como una llama.

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16: Feroz y ardiente como una llama. 

Sus palabras lo dicen todo, dejará en libertad todo el deseo que ha acumulado desde hace tiempo, desde que creyó irse por la eternidad hasta el maravilloso presente. Tiene la oportunidad de hacer a ese individuo suyo, ¿por qué debería desaprovecharla?

De labios levemente separados, rosados, tibios y a la vez cálidos, le saben a cereza, probarlos es alcanzar la misma dicha. 

Poseedor de ese hombre, se sienta sobre su regazo en un rápido movimiento. Sus manos juguetean de un lado a otro sin alcanzar el cansancio, rozar con sus dedos los cabellos dorados bajando lentamente al cuello le es tan tentador, su rubio es irresistible. Ambos acaban por tocar el cielo, apegándose cada vez más, el fuego comienza a incrementarse en la habitación, sofocante ambiente que ya es insoportable, pesado para sus almas en busca de ser propietarios el uno del otro. 

Peligroso instante donde pierden el control, la poca sensatez restante en sus sistemas se ha desvanecido, el siguiente paso lo es todo. Prosiguen. Ahora tiene cautivo entre sus brazos al azabache el cual cree volverse un desquiciado de sólo oler la fragancia del más alto. Recuesta su cabeza sobre el cuello de este, deposita un casto beso allí ocasionando una tempestad.

Un huracán que se propaga por sus cuerpos, un clima que arrasa con toda expectativa puesta de cómo será el momento, llegando a la conclusión de que es exquisito, único e inigualable. La tormenta cae en sus siluetas, las nubes descontroladas expulsan la gran lluvia divina, junto a ella un hermoso rubio va dejando su rastro en ese pequeño, esparciendo suaves besos, marcas apenas visibles quedan en evidencia del acto ejercido hace segundos. Una risa puede escucharse, aquello le ha causado cosquillas. Sonríe y lo observa, sus luceros brillan con tanto afán. 

Desabrocha su camisa, sus dedos no pueden con tanta ansiedad que acaba quedándose con uno de los botones en mano, sin tomarle importancia desliza lentamente la prenda poniendo sus hombros al descubierto, la vista del pelinegro se centra en las clavículas de este, se aproxima a él, ayudándolo a quitarse de una vez ese maldito atuendo, tan impaciente. 

—Podrías haber aguardado un segundo más. —ríe al ver la desesperación del otro.

—Créeme que no. —Pelinegro atrevido, tras esas palabras le roba un beso—. Y tú decías que no sería lo mismo, puedo sentirlo como en el pasado, quizá mejor.  

—¿Ah, sí? Verás que no he cambiado, que incluso puedo ser igual a aquel hombre que te llevó al más allá en nuestra luna de miel —responde pícaro. 

—Demuéstralo. —desafiante. 

Incapaces de pronunciar una oración más continúan, deseosos, procurando mantener el aura que han creado. 

Carentes del sentido suficiente para percatarse de que llega el momento, el más preciado para ellos, intranquilos se echan unas miradas antes de seguir. Besa sus labios mientras quita la ropa que cubre al menor, entra en su cavidad bucal como el experto que es, conoce cada centímetro de su boca. 

Abandonando el sillón, se dirigen a la pieza del pequeño, recostándose en la cama sin soltarse en ningún segundo. 

Los dos ya sin nada que cubra sus torsos se acomodan de forma que las piernas de Taka quedan enredadas alrededor de la cintura del rubio, pasa también sus brazos formando un acogedor abrazo, sientiéndose protegido por el hombre que tanto ama. Al percatarse de cuán ávido se halla, sus mejillas se tornan calientes, tomando un color rojizo que lo hace ver adorable, al parecer hace minutos algo más ha despertado en el azabache.

Toru baja sus brazos lentamente hacia los pantalones, eleva sus cejas divertido mostrando un gesto que a la vista del pelinegro lo hace ver más sexy de lo que ya es. 

—¿Seguro? —indaga con una sonrisa ladina. 

—Sabes que sí. 

Tras esa confirmación, si el anhelo es fuerte ahora lo es aún más, poderoso deseo incapaz de ser frenado, nadie puede entrometerse, porque es algo tan grande e incomparable. Feroz y ardiente como una llama, una gran lumbre se propaga por el lugar, cayendo, dejando sus figuras rendidas y entregadas a la pasión, intensa lujuria que los mantiene como reclusos en la más hermosa satisfacción. Explorarse entre sí, con tanto cariño y dedicación, así es como expresan su bello amor. 

Completamente liberados de cualquier tipo de vestimenta, toman cada uno sus posiciones. Avanzan, y con sumo cuidado el más alto se adentra en el azabache, quien frunce el ceño a la vez que se sujeta de él cuando sus piernas flaquean. Un suspiro escapa de los enamorados, han vuelto a ser uno, con sus almas juntas en la más preciosa de las demostraciones de adoración. El mayor va y viene, moviéndose de un lugar a otro en el menor, lo hace despacio, conteniéndose un poco, no quiere hacerle daño. Entre tanto gozan en un sosiego infinito de ese santiamén. 

—Aish... T-Toru —musita al saber que han llegado al clímax.  

Lo calla con un bonito beso acaramelado, para luego plantar otro en su hombro, finalmente en su nuca, logrando que este se estremezca y lance un pequeño chillido.

—Te amo, pequeño —susurra con su voz grave que vuelve loco al otro. 

Apoya su mentón en el hombro de su pareja, pasa sus brazos por la cintura de Taka, se mecen de un lado a otro, con los ojos cerrados, aprovechando el meloso instante. 

—Y yo a ti. Te amo, tontito —murmura y ríe, feliz.

Una vez sale del pelinegro, se acuestan abrazados, las sábanas los cubren, el cansancio llega poco a poco llevándolos a la calma. Relajados, agotados después de tanto, deja un último y dulce beso en sus labios, se recuesta a su lado cayendo en un profundo sueño. Felices, satisfechos, rememorando todo lo ocurrido ese magnífico día, pero sobre todo pensando en que por fin su romance vuelve a tomar color, ya no es oscuro y un simple recuerdo lejano que creyeron perder. Ahora es tan precioso, un volver al pasado de una manera tan indescriptible, su relación es inmarcesible. 

—Eres increíble —dice en un halago al rubio antes de caer dormido. 

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Este capítulo va dedicado a todos ustedes, gracias por leer esta historia❤.

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Pero... No se asusten que aún no terminó jsjsj. 

Ay, ¡mi segundo hard! asfcggksjxjajxjakckdjdbshzhhqhzhazhsxhwhdhjdfjsvzhavshsh
xD bueno basta.

Vengo acá a dejarles este capítulo que fue bastante pedido con eso del hard y toda la cosa.

Hmm, no sé si era lo que esperaban o no, lamento si no fue así, soy bastante inexperta en esto xD. Dejen su opinión si lo desean, yo los leo👀.

Uff, cada vez queda menos para que acabe ;-; y ya siento que voy a llorar o algo porque sé que extrañaré escribir acá❤

Pasando a otros temas...

Tomo ya es papá :'3, les juro que morí de ternura al ver las fotitos del bebé, y él se ve tan feliz ;u;

Les mando besitos, tengan un lindo domingo✨🌸. 

Always You ─ Toruka [En edición]Where stories live. Discover now