01: Corriente eléctrica.

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01: Corriente eléctrica.

Un año más tarde.


El tiempo había pasado, lento, doloroso y en un gran vacío para aquél que todavía extrañaba a más no poder al castaño.

Muchas cosas sucedieron luego de aquella sombría noche llena de tragedia, entre ellas el pelinegro cayó en la depresión, llegando a querer suicidarse. Afortunadamente, sus dos amigos de toda la vida impidieron que haga tal cosa, llevándolo a un psicólogo intentando que vuelva a recuperar la cordura después de lo ocurrido.

Lo de Toru había sido confirmado hace ya muchos meses, fue un accidente automovilístico, al distraerse con el celular, en un momento perdió el control del coche, chocando de forma brutal contra un camión.

Desde que supo lo sucedido, Taka siempre se culpó. Según él, si no habría enviado ese texto, su esposo continuaría vivo, esa fue la principal razón de querer quitarse la vida.

Un año después, había aprendido a convivir con el dolor, pero no lograba perdonarse, simplemente no podía.

Ya no ocupaba la gran casa que con mucho esfuerzo compró junto al castaño, no pudo sopórtalo, tal así que vendió ese lugar al que alguna vez llamó hogar, y actualmente habitaba un pequeño departamento.

Su personalidad cambió drásticamente y la característica felicidad que lo inundaba en el pasado ya no era parte de su presente, ahora esa cálida llama que estuvo en su interior era fría, casi apagada.

Aquella misma tarde se hallaba con Tomoya—gran amigo, quién lo apoyó y ayudó en todo momento—, de camino por las compras del día. El ondulado siempre quería alegrar un poco a Taka, pero esta vez tenía una idea bastante distinta a las de siempre, es decir, esperaba que el pelinegro este dispuesto a conocer a alguien nuevo.

—¿Debería comprar algo para la cena, no es así? —dice pensativo.

—Eh, en realidad esperaba invitarte a casa, estaremos cenando con Ryota, su esposa y un amigo mío —propone.

—Oh, supongo que iré entonces. Uhm, ¿un amigo nuevo, Tomo? —pregunta curioso.

—Sí, así es. Quería presentártelo, ya sabes.

Taka gira hacía el ondulado y clava sus ojos en él, ¿era acaso lo que estaba pensando, verdad?

Suspira desganado, no deseaba conocer a nadie nuevo, vaya que no le hacía falta, o eso es lo que él decía.

Rasca su barbilla, decide ir al punto, preguntar qué se suponía planeaba Tomoya era lo único que podría hacer para averiguarlo.

—¿Qué crees que haces? Porque nunca llevas a nuestras cenas nuevos amigos —dice molesto.

—Sólo es alguien nuevo, nada más Taka —responde elevando los hombros, como si le restara importancia, pero en realidad intentaba que su amigo se interesara un poco en el chico nuevo.

—No lo sé, más bien parece que insinuaras que necesito a alguien nuevo —se cruza de brazos.

—En realidad conocer no hará daño a nadie, quizás pueda ayudarte a ti y olvidarlo a él, así volverás a ser feliz, comenzar de nuevo no es una mala opción, créeme.

El simple hecho de mencionar a Toru rompía el corazón del azabache más de lo que ya estaba, se sentía débil, todavía se hallaba el vacío al nombrarlo.

No creía estar listo para alguien nuevo.

—Sinceramente no me creo capaz de hacerlo, lo siento —dice apenado.

Extrañamente pedía perdón, se disculpaba porque dentro, más allá de todo sabía que su amigo tan sólo intentaba ayudarlo, pero él, era él quién estaba negado a continuar.

Tomoya no responde, lo entendía, sabía lo difícil que le sería superarlo.

El resto del camino van en silencio, una vez en el mercado compran lo necesario para esa misma noche, cada uno se va por su lado quedando en que se encontrarían para cenar.

(...)

El ondulado ya había preparado todo para esa misma noche, y ya todos se encontraban allí, el único que faltaba era Taka.

A pesar de todo, el pequeño se había decidido a ir.

Éste se encontraba ya a punto de tocar el timbre de la casa, cuando un escalofrío lo recorrió, o más bien los amenazantes recuerdos.

Todo parecía coincidir, la oscuridad de la noche, el ir a una cena, rememoraba ese mismo día y le dolía, aún ese dolor permanecía.

—Mantén la calma —susurra para si mismo.

Suspira, y por fin toca el timbre.

Para su sorpresa no lo atiende su amigo, si no que en la puerta se encuentra aquél joven del cual le comentaron.

Maldice para sus adentros, en cuanto al exterior da una falsa sonrisa y estrecha la mano del muchacho.

Ambos entran a la casa, una vez saluda a todos, al parecer el nuevo amigo de Tomoya lo saluda más cortésmente.

—Un gusto... —se detiene al no saber el nombre del pelinegro.

—Takahiro.

Vuelven a estrechar sus manos.

Al tocar la mano del joven frente a él una extraña sensación recorre su cuerpo, por alguna razón observa sus ojos fijamente, marrones oscuros dando un aspecto dulce, amable, pero a la vez firme, al igual que el aspecto de éste, de cabello rubio teñido, algo desordenado pero que era agradable de ver, por alguna razón cayó en sus labios en forma de corazón, de un color rosado llamativo. Posee un pequeño lunar por encima de la boca, algo que le recordó a Toru, pero no era exactamente ahí donde lo tenía el castaño.

Vuelve a posar su mirada en él, llevaba una camisa blanca impecable junto a unos jeans negros ajustados, se veía bien, o al menos aquello pasó por la mente del más bajo.

—Entonces, un gusto en conocerte, Takahiro.

El rubio sonríe.

El pelinegro abre los ojos de una forma exagerada, inmediatamente se aleja y suelta la mano del rubio, casi de un salto, yendo hacía atrás, desconcertado.

Todos miran la actitud del azabache, esta les llama la atención.

Cierra los ojos un momento, dándose cuenta de que ese presentimiento había desaparecido.

En cuanto ése desconocido sonrió, pudo sentir una corriente eléctrica dentro de sí. La imagen de Toru se plantó por sobre el rostro del rubio, como si allí, estuviera atrapado el amor de su vida, en otro cuerpo, pero vivo.

Sin inmutarse por la actitud del otro, el joven se dispone a hablar.

—Lo siento, debí presentarme primero —ríe de forma agradable—. Soy Akira.


***

Bueno, volví con más de esta historia como prometí, espero les guste, la verdad me la pasé bien escribiendo esto, ay.

Gracias a todas esas personitas que se tomaron el tiempo de comenzar a leer esta nueva historia Toruka❤.

Nos vemos en unos días con más, besos tengan un buen fin de semana :D❤.

Always You ─ Toruka [En edición]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum