Capítulo 25

1.6K 83 26
                                    

Narra Justin:

- ¡Hola! ¿Estás ahí? ¡Papá! ¿Y si le paso lo mismo que al hámster que compró tío Chris?

- Cariño, solo esta dormido. Y créeme que lo del hámster no fue por que se quedo dormido. Al menos no intencional.

- ¿Intencional?

- No cariño y tampoco creo que el tío Chris haya querido sentarse sobre él por su cuenta.

- ¿Y si me siento sobre papá?

- No hace falta.- respondo mientras hago el intento de abrir los ojos.

- ¡Papá!- grita Livy en mi oído al mismo tiempo que se lanza sobre mi.

- Algún día me dejarás sordo, pequeña.- río besando su pequeña cabeza-. ¿Y tú?- pregunto confundido al ver a _______ arreglarse frente al gran espejo de la habitación.

- Tengo un trabajo, ¿lo olvidas?- levanta sus hombros antes de regresar su vista hacia lo que estaba haciendo.

- Eso quiere decir que nos dejarás solos.- afirmo, una sonrisa triste formándose en sus labios.

- Me encantaría quedarme y pasar todo el día con ustedes pero en verdad debo ir a trabajar, tengo toda esta semana a cargo y hay que llegar a tiempo.

- ¿Regresarás tarde?- pregunto mientras me levanto de la cama para caminar hacia ella que se encuentra frente al tocador.

- No lo sé, todo depende de las citas agendadas para hoy.- responde dándose la vuelta para quedar de frente-. Trataré de venir temprano.- besa mis labios.

- ¡Que asco!- el grito de Livy provoca una gran carcajada por parte de ambos.

- ¿Te parecen asquerosos mis besos?- pregunto ofendido mientras llevo una mano a mi pecho exagerando la acción y mirándola en desaprobación.

- Solo cuando se los das a mamá.- susurra tapando su boca con ambas manos y mirando a ______ a la espera de que no la escuche.

- ¡Oye! Pequeña demonia.- _____ comienza a hacerle cosquillas mientras Livy trata de separarse sin parar de reír.

- ¡No, papá ayuda!- grita tratando de alcanzar mis manos. Sin embargo, me limito a reírme y admirar una de las escenas más amorosas que pueden existir.

Sin duda no esperaba que las cosas cambiaran así de rápido, es decir, no me molesta en absoluto. Estoy con la persona que fue mi primer amor y del cual me aseguraré que sea el último. El amor que siento por ambas es tan grande que nada ni nadie será capaz de hacerme olvidar lo feliz que me siento teniéndolas en mi vida, ni aunque me hicieran un lavado de cerebro.

- Bien, me tengo que ir o me retrasaré más.- salgo se mis pensamientos para mirar a mi novia que ya ha dejado en paz a Livy-. Adiós cariño.- se acerca para darme un sonoro beso-. Pórtate bien o papá te castigará.- besa la mejilla de Livy-. Los amo.- sonríe una última vez desapareciendo por la puerta.

A los pocos minutos se oye cerrarse la puerta principal y el carro en marcha. Regreso mi vista a donde se encuentra mi hija, esta me observa detenidamente o específicamente mis tatuajes.

- ¿Mamá te los dibujo?-. Pregunta mientras gatea por encima de la cama hasta encontrarse a mi lado y comenzar a traza el tatuaje de tigre de mi brazo izquierdo. No me da tiempo a responder ya que habla enseguida-. ¿Puedo pintar tu gatito?-. Pregunta con inocencia causando que una risa salga de mis labios.

- ¿Hablas del tigre?-. Ella solo se encoge de hombros continuando con su detenida visualización-. ¿No tienes hambre?-. Pregunto cambiando de tema y sintiendo como mi estómago empieza a gruñir causando que Livy ría.

Secuela: Let me love you again «J.B.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora