Secuela: Let me love you again «J.B.»

Capítulo 14

Narra Justin:

- ¿Estas bien?- pregunto recorriendo su rostro lentamente, analizando cada una de sus expresiones.

- Como no cancelarás el contrato, te haremos el descuento respectivo.- responde evadiendo mi pregunta.

- ________, ¿estas bien?- vuelvo a preguntar.

- No te importa.- responde finalmente sin mirarme.

- ¿Has estado llorando?- me acerco hasta apoyar mis brazos en la mesa.

- No.- niega.

- Te conozco más que a mi mismo.- susurro tratando de tomar su mano sobre la mesa pero la retira-. ¿Por qué estás así?

- Mira Justin...- suspira-. No te importa, estás aquí por tu casa así que deja de hacer preguntas.

- Me preocupo por ti.- una risa brota de sus labios.

- ¿Porqué lo harías?- pregunta sin dejarme responder-. No soy nada tuyo para que lo hagas.

- Nunca dejaste de ser mía.- aprieto mi mandíbula.

- ¿Disculpa?, ¡nunca fui tuya!- golpea la mesa.

- ¡Si, lo fuiste!- remedo su acto.

- ¡Si algo es tuyo no lo dejas tirado como si nada!- sus lágrimas empiezan a caer-. ¡No la dejas sin despedirte! ¡Y mucho menos la dejas em...- sus labios se cierran.

Se levanta del asiento y empieza a caminar hacia la ventana por donde se ve la ciudad, su cuerpo tiembla por los repentinos sollozos que empieza a soltar.

- Yo nunca te deje, lo hice por los dos.- susurro acercándome a ella a paso lento.

- Si claro, ¿a caso me preguntaste si lo quería así?- su cuerpo gira quedando frente a mi.

- No teníamos opción.- niego-. Sabes que no lo teníamos.

- Ya no importa.- niega cerrando los ojos-. Fue hace muchos años, ya no importa.

- ¡Claro que importa!- grito-. Nuestro amor si importa.

- Te confundes, cuando llegaste dijiste que ya no me amabas, ya no hay amor. Quizá nunca lo hubo.

Su comentario es como sentir una piedra en el estómago, si, se lo dije pero estoy seguro que ella sabe que yo aún la amo.

- No intentes convencerte de cosas que sabes que son mentira, ¿amas a Christian más de lo que me amaste?

- No metas a Chris en esto.- gruñe-. No ahora.- sus piernas se resbalan hasta quedar sentada en el suelo y empezar a sollozar.

No digo nada, solo me acerco y me siento a su lado mientras envuelvo mis brazos a su alrededor, intenta apartarme pero pongo mas fuerza y segundos después deja de intentarlo limitándose a llorar en mis brazos.

- Ya no llores.- pido en un susurro.

- ¿Por qué todos los que amo me dejan? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué nos dejaste? ¿Por qué él también se quiere ir?- su voz es entrecortada y me siento tan culpable de haber tardado tanto tiempo en venir a verla, en tratar de recuperarla.

- No quise dejarte.- mi voz también se quiebra-. Jamás quise hacerlo, era un chico que no pudo pelear en contra de sus padres y en verdad lo lamento.- las lágrimas brotan de mis ojos-. Nunca te dejaría y por eso estoy aquí por que aunque hayan pasado cuatro años mi amor por ti se ha mantenido intacto. Te amo y estoy completamente seguro que jamás dejaré de hacerlo. Me equivoque amor, deje que el resto tomara decisiones sobre los dos, deje que hicieran lo que ellos querían. Jamás debí haberme ido, fue el peor error el haberte perdido.