Día 150

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Intenté remendar un oso de peluche viejo que se rompió cuando pensé que era una buena idea lanzarlo hacia la puerta para cerrarla. No quería levantarme de mi cama por flojera. Pues no logré cerrar la puerta sin levantarme y mi oso pagó las consecuencias.

Me pinché el dedo con la aguja pero el oso quedó bien. Un poco deforme pero no importa, el oso es soltero así que no necesita ser atractivo.

Mis Días Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora