Capítulo 32

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Había llevado a aquella chica a casa de los McBlue porque no se me pasaba por la cabeza dejarla sola ni llamar a la policía. Bastante tenía con ser casi violada por tres hombres borrachos.

La había dicho que se diera una ducha y así poder estar un momento a solas con ella misma.

Intenté de alguna manera comunicarme con ___ ya que mi móvil se encontraba triturado en medio del suelo de mi habitación. Cojí de mi cajón una agenda en la que guardaba todos mis contactos, era algo inteligente de mi parte. Busqué por todas partes mi 'móvil de emergencia' que solo se usaba para enviar mensajes o para llamadas, entonces marqué el número de ella y envié un mensaje.

Para ___ : Blue te cojo ropa de tu armaruo, no preguntes cuando vuelvas te explico todo con pelos y señales.

De ___ : Si tienes una buena razon... Buenas noches Nashty xx.

Guardé el móvil y me dirigí al cuarto de Blue y tomé de su armario unos leggins negros normales y un jersey ligero, ropa interior y se lo dejé encima de mi cama a... bueno, a la 'chica'.

Bajé al salon y me senté en el sofá, más bien me había tirado bruscamente y me encontraba en una posición extraña mirando hacia el techo, seguía con la cara ensangrentada.

Me levanté y miré a un punto fijo, estaba ahogando mi dolor llorando en silencio, porque pasaban por mi mente miles de cosas que mi madre hizo por mi.

Flashback

Había ido al parque con mi madre cuando tenía ocho años, estaba feliz, más feliz que nunca, por que mi madre por fin tenia tiempo para pasar el rato conmigo. Lo primero que hice fue ir a los columpios, donde ella me empujaba y yo pedía y pedía que me empujara para llegar más alto, quería llegar hasta las nubes. Ella sonreía y decía que algún día viajaría con migo al cielo y visitar a los pajaritos que vivian en las nubes. Y ella viajó, pero sin mi.

- ¿Quieres un helado Nashty? -Preguntó mostrándome su bella sonrisa.

- ¿De chocolate por favor? -Pedí.

- Está bien, ahora vengo, no vallas lejos. -Me besó en la frente y de seguido fui otra vez a los columpios.

Me sente en el columpio y me mecia hacia delante y hacia detrás, y mientras miraba risueño al cielo, del mismo color de mis ojos, senti un gran empujón en mi espalda, caí del columpio hasta el suelo, dándome en toda la cara, me rompí el labio y me raspe todo el rostro. Lloré, eso estaba claro, un niño de unos diez años me dio una patada en la pierna y me grito riéndose:

- La próxima no te caigas, pedazo de torpe. -

Intenté buscar a mi madre por todas partes, mirando a mi alrededor, de tanta gente que había, hasta adultos, nadie me ayudaba, si no hubiese sido tan inocente, me hubiera dado rabia, pero no fue así. Aunque mi madre llegó tirando el helado al suelo para poder analizarme.

- Nashty. ¿Que ha sucedido cielo? Me pregunto sacando un pañuelo de su pequeño bolso.

- Un niño me empujó del columpio y me pateo en la pierna mamá. -Dije llorando mientras ella me limpiaba toda la cara.

- Nash, nunca dejes que alguien te unda, ruge a los problemas Nash, y demuéstrales a todos que no eres débil. Entendido Nash Grier. -Me dijo.

- Si mamá. -Asentí firme y me levanté secandome las lágrimas. Y después del abrazo de mi madre me había quedado claro su consejo...

La Bella Durmiente (Austin Mahone) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora