La Bella Durmiente (Austin Mahone) ✔

Capítulo 3

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Al imaginarme todo aquello, todo volvió a la normalidad, no se escuchaba nada, solo mi respiración, quizá Karly fuera a dar una vuelta, Des me había dicho que siempre intentaba que los que se internaban mucho tiempo conocieran a gente nueva en aquel lugar, sobre todo los adolescentes.

En fín, que sin moverme, conocía todo el hospital.

La puerta se abrió de nuevo, ¿quién sería? Ya era tarde, habían pasado muchas horas, bueno, aunque para mi media hora ya era eterno.

— Hola ___ vengo a visitarte, se que me extrañabas. —

Si mi padre habia llegado, eso significaba que eran las 10.00pm Robert, mi segundo mejor amigo, por decirlo de alguna manera, yo no les pongo orden a mis amigos ya que les quiero igual; me había prometido contarme una historia de miedo cada viernes 13. Y ya llegaba tarde.

— Ah por cierto, Robert ha dicho que viene a media noche, dice que no te duermas, lo se, se que estas pensando lo mismo que yo, es demasiado irónico. —

Tenía razon, pero eso era sólo cosa de Robert.

— Bueno ___ me voy, se que he estado apenas 5min, pero tengo que ir a una cena importante. —

Y bueno, como había pasado en todo el día, en todos los casos, se escucharon 1, 2, 3, 4, 5 pasos, el abrir y el cerrar de la puerta. Algún día eso se tendría que tereminar.

* * *

Había estado como 30min pensando en cosas, y las seguía pensando, como, por ejemplo, en Austin, para que se enteren un poco, Austin Mahone era chico del que me había enamorado hace poco, mmm... como, ¿cuatro años? Si, ya sé, no hace poco, pero bueno, asi era yo, y siempre lo seré.

Me acuerdo cuando le había conocido, me encantó, aunque era muy pequeña, aún me acordaba, aunque no me habia enamorado de el aún.

Flashback *5 Años*

Corría deprisa, muy deprisa, estaba enojada, tanto que me escapé de casa, aun teniendo 5 años era muy rebelde y me atrevía a hacer cualquier cosa, me había peleado con mis papás por que querían meterme a ballet, cuando yo quería meterme a teatro, pero me obligaron a ir, y me puse berrinchuda, y me di cuenta de que la puerta no estaba tan lejos de mi alcance, y fui corriendo por esa puerta como si me quisieran secuestrar.

Corri, corrí mucho, hasta llegué a tiempo para cruzar un semáforo, y la luz se puso en verde para los automóviles, y era mi oportunidad para esconderme.

Fui a un arrollo al lado del parque, pero nadie lo conocia, por que el camino estaba tapado por arboles y arbustos. Sólo lo conocía yo, para tener cinco años, era muy independiente.

En fín, crucé el pequeño riachuelo por encima de un caminito de piedras, e intenté no mojar mis jeans y mis zapatitos nike que los elegí yo por mi cumpleaños, hasta con cinco años tenia sentido para la moda, crucé al otro lado y me sente detrás de un árbol encima de la hierba.

Me sentía triste, muy triste, no quería ir a ballet, odiaba usar el 'tutu' con las mallas que se te metian por un sitio en el que es incomodo que se te meta (lo sé sonó mal).

Me puse a llorar, no quería volver nunca más, pero no duraría mucho en aquel lugar, tenía cinco años, aun no estaba dotada para la supervivencia.

Seguía llorando, hasta que me tocaron el hombro, vi a un niño de mi misma edad, castaño, casi rubio, con los ojos de color verde medio azul, era muy lindo.

— ¿Que haces aqui sola? —Me dijo, su vocecita era tan aguda y dulce como la mía. —

— Mis papás me quieren obligar a ir a ballet, y yo no quiero. —Le contesté secando mis lágrimas con la manga de mi sweter.