CAPÍTULO 20

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-¡Dios mío!

-¡AHH! ¡No lo puedo creer! – oigo como arrastran las mesas y las sillas a la vez.

Me giro asustada sin saber que me voy a encontrar, y mis ojos se abren como platos al ver a Giovanni asomado en la puerta.

-¡ME MUEROOO!

-¡Es él!

-¡Tengo que estar soñando! – Las chicas parecen enloquecer.

-¡Es el fotógrafo!

-¡Llévame contigo!

-Hola... – Saluda al ver la emoción y los gritos se vuelven mucho más intensos.

-¡QUE GUAPO ES!

Varias chicas se lanzan sobre él y observo inmóvil como le abrazan, sacan sus teléfonos y le hacen fotos. No entiendo por qué está en mi universidad.¿Qué hace aquí?

Poco a poco el aula se llena de alumnos de otras salas que han venido al oír los gritos, y al encontrarse con el italiano, hacen lo mismo que mis compañeras.
Durante varios minutos le rodean y prácticamente dejo de verle. Solo sé que sigue ahí por su largo flequillo. Al ser más alto que los demás, sobresale por encima de sus cabezas.

Pasados unos minutos y tras la insistencia del profesor para que todos se calmen, Giovanni se abre paso entre ellos y viene hacia mí. A medida que se acerca mi respiración se corta. Todos le siguen con la mirada y mi primer instinto es huir. No quiero que sus ojos lleguen hasta mí.

-Vanessa, amore mío – Me nombra y sonríe.

-Mierda – Me digo. Está haciendo lo mismo que en la sala de exposición con Tamara.

–Vámonos. Alessandro nos está esperando. – Extiende su mano para que se la tome, y al darme cuenta de la cara de incredulidad que tienen todos mis compañeros, no puedo resistirme y le sigo el juego. Quizás no esté tan mal darles un poco de su propia medicina. Por primera vez siento que desearían estar en mi lugar y me gusta.

-No le hagamos esperar entonces – Me levanto y mientras recojo mi chaqueta, Giovanni alcanza mi mochila y la cuelga sobre su hombro. Seguidamente pone su mano en mi cintura, y al notar su cercanía, me quedo totalmente paralizada. Todavía no me acostumbro a su contacto.

-Tranquila ragazza – Susurra cerca de mi oído y me empuja para que camine. Levanto la mirada y todos nos están observando atónitos. Se apartan para que pasemos pero nadie dice ni una sola palabra. Es como si se hubieran quedado mudos.

-Lamento l'interruzione -se dirige a mi profesor que está igual de sorprendido. – pero necesito llevarme a Vanessa. Mañana estará de vuelta.

-Sí... yo... mañana regreso... - No deja que termine de excusarme. Tira de mí y salimos del aula.

En el pasillo todas las miradas se centran en nosotros. Algunos cuchichean y al notarlo, Giovanni pasa su brazo por encima de mis hombros. Se acerca a mi cuello y me habla al oído.

-Sonríe ragazza - el calor de su aliento hace que el vello de mi nuca se erice y temo que se dé cuenta. – Relájate y disfruta del momento.

-Sí... Gracias – Respondo mientras trato de ignorar algo que da vueltas en mi estómago.

Nadie nunca se había tomado tantas molestias conmigo y me siento muy agradecida. Es extraño pero cuando él está cerca, lo que hagan o digan los demás, pasa a un segundo plano.

-Míradla, y parecía tonta – La voz de Tamara se mete en mis oídos y no puedo evitar tener un sentimiento odio. Giovanni cierra sus ojos, inspira profundamente y se detiene. Estoy segura de que la ha reconocido.

Absolutamente única (A la venta en plataformas digitales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora