CAPÍTULO 14

129K 15.5K 6.3K
                                    

-Andy, recuerda que tú y yo habíamos acordado regresar pronto a casa... – No quiero ponérselo tan fácil al italiano.

-Vanessa... por tu gato... – dice entre dientes.

-No. No, no - respondo – Esto se ve demasiado romántico y mi presencia estropearía el momento. Tres seríamos multitud – Los ojos de Giovanni se abren. – No te preocupes por mí, volveré a casa en taxi. Hay una parada aquí al lado – Beso su mejilla y hago el intento de marcharme.

-Vanessa – mi amigo agarra mi brazo y me aparta un par de metros – VA-NE-SA. – Su respiración es sonora y parece nervioso - Los dos sabemos que aunque soy irresistible no lo hace para que vaya yo, sino para que vengas tú.

-Yo no...

-Está demasiado interesado. ¿No lo ves? Algo quiere. Como se te ocurra negarte, te dejo la cabeza como a una muñeca pelona – río al tiempo que levanto la mirada y veo al italiano observándonos atento. – ¡Podría ser una oportunidad única para nosotros! ¿Qué te pasa?

-Andy. No me pasa nada, es solo que él te invitó – sé que nos está escuchando – No importa que yo vaya o no. Comerás con él de igual manera y podrás hablarle de lo que quieras. Aprovecha el momento.

-VA-NE-SA – tira de mi ropa para que lo mire – TE MA-TO. ¿Me oyes? – TE MA-TO...

-Accetta il mio invito, Vanessa. – dice al ver que a Andy le está costando convencerme - Me gustaría charlar tranquilamente y disculparme como es debido.

-Vamos cariii – parece tan entusiasmado que empieza a saberme mal seguir con el juego y dejo de negarme.

-Está bien... pero que sepas que lo hago por él – señalo a mi amigo – En cuanto terminemos nos iremos. No creas que una comida o una disculpa servirá de mucho después de lo que has hecho.

-Lo entiendo - respira aliviado - Solo permíteme intentarlo. – Antes de poder responderle, pone la mano sobre mi hombro y me empuja suavemente para que camine – Están esperándonos fuori.

Nada más cruzar la puerta de la sala donde se ha realizado la exposición, oigo gritos y me sobresalto. Miro a mi alrededor y la calle está llena de gente. Varias chicas sujetan pancartas con su nombre y otras lo llevan escrito en sus camisetas.

-<<¿De verdad es tan famoso?>> – Me pregunto.

-¡Giovanni! – gritan al tiempo que cientos de luces blancas caen sobre nosotros. - ¡Mirad aquí! –No tardo en darme cuenta de que una gran mayoría son periodistas y que esas extrañas luces son los flases de sus cámaras. - ¿Quién son ellos? ¿Dónde vais? ¿Qué tal ha salido la exposición?... – no paran de preguntar y siento un fuerte agobio. Necesito esconderme cuanto antes para apartarme de tantos ojos. Cada mirada que he sentido en mí, siempre se ha convertido en mofa y no quiero imaginar cuantas risas se echarán hoy a mi costa.

-¡Vane, somos famosos! – Andy se detiene para lanzar besos a todos y hace posturas ridículas. – ¡Somos sus amigos y vamos a comer con él! – Les grita. Uno de los escoltas al darse cuenta, agarra a Andy y le obliga a entrar en un enorme Hummer negro.

El todoterreno es tan alto, que cuando llega mi turno, prácticamente tienen que ayudarme a subir. Nada más cerrar la puerta, expulso el aire que con angustia tenía retenido en mis pulmones y Giovanni arruga su frente. Parece haberse dado cuenta del mal rato por el que acabo de pasar.
El escolta se sienta a mi lado y encara a mi amigo.

-No hables con la prensa. – le señala con el dedo al tiempo que le riñe - No debes informarles de nada. ¿Entendido?

-¡Ay! ¿Por qué no? ¡Que se mueran de envidia! – levanta su barbilla orgulloso.

Absolutamente única (A la venta en plataformas digitales)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora