Etéreo

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JUNGKOOK / 정국 

Me encontraba en el claro de un bosque, estaba oscuro por lo que supuse que era de noche,. Realmente no sabía que hacía en ese lugar, pero me sentía tranquilo y relajado, como si perteneciera allí. De pronto escuché ruidos y pude divisar a unos metros un riachuelo, y en él a dos lobos que jugueteaban. 

Uno era grande y negro y el otro era un poco más pequeño y plateado, ambos retozando en la orilla. El plateado se acercaba al negro y lo jalaba de la oreja para introducirlo al río mientras éste se dejaba hacer. Me quedé pasmado observando la escena, pero extrañamente no tenía miedo, más bien curiosidad. Ambos animales se veían entretenidos y me dieron ganas de entrar al río y jugar yo también. Pensé que seguramente eran buenos amigos, ya que el pequeño mordisqueaba y jalaba al lobo negro y esté sólo parecía dispuesto a hacer lo que el plateadito quisiera, como si nada le importara más. 

Cuando el lobo plateado hubo agotado todas sus energías, ambos salieron y se sacudieron el agua de sus cuerpos, las gotas salieron volando y comenzaron a caminar. Atraído como un imán seguí a los peludos animales por un paraje hasta llegar a un árbol hueco. El lobo negro se tiró al piso y dejó que el otro comenzara a lamerlo desde el cuello hasta las orejas en una minuciosa limpieza. Una vez que consideró que su trabajo estaba terminado se hizo un ovillo y se acurrucó contra el cuerpo más grande, el lobo negro acomodó su hocico entre el cuello y la cabeza del plateado. Pasados unos minutos, sus respiraciones se alentaron y pude darme cuenta de que se habían dormido. Los contemplé por un largo rato, no sabía porque no podía quitar mis ojos de ellos. La manera en que sus cuerpos se ajustaban y sus colas se enredaban juntas me hicieron darme cuenta de que eran pareja. 

Poco a poco la imagen se hizo borrosa y abrí perezosamente los ojos, había una fuente de calor pegada a mi cuerpo y tardé en procesar donde estaba. Cuando logré enfocar la vista, bajé mi rostro y me encontré con la imagen más hermosa del mundo. Un cuerpo suave y pálido se econtraba entrelazado con el mío, una mejilla presionada contra mi pecho, unos brazos se aferraban a mí y una cara dulce y serena dormitaba cerca de mi cuello. No pude evitar sonreír mientras todos los eventos de la mañana me atropellaban en la memoria. Había encontrado a mi omega y ¡lo habíamos hecho! Dios, la vergüenza se apoderó de mi cuerpo y estaba seguro de que mis mejillas se habían sonrojado. 

Estaba sumamente nervioso, aunque las palabras de Jimin me dieron la confianza necesaria, por momentos sentí que iba a estropearlo todo. Se tenía la idea de que todo alfa sabrá exactamente qué hacer con su pareja, y aunque mis padres me habían hablado de eso, una cosa era la teoría y otra era estar frente a esa persona especial. Por instantes sentía que tenía el control de la situación y de repente mi torpeza me dominaba, sin embargo, creo que al final había estado bien, la sensación de estar junto a Jimin no la habría cambiado por nada. 

Mientras seguía mi hilo de pensamientos, sentí como el pequeño cuerpo se removía en busca de una posición cómoda y abría sus ojitos perezosamente. Era realmente adorable. 

—Buenos días ¿Cómo te sientes?

—Mhmmm... con ganas de dormir una semana —murmuró Jimin mientras se pegaba más a mí y aspiraba sobre mi cuello. 

—Jajaja me encantaría dormir una semana, pero sólo si estás conmigo —. Pude ver cómo sus mejillas se sonrojaban ante mi comentario, no tenía ni un día de conocerlo y ya amaba todas sus reacciones.

—¿JungKook... ¿puedo preguntarte algo?

—Claro, ¿Qué sucede? —. Su tono me asustó un poco, por lo que para tranquilizarme aspiré el aroma que despedía su cabello y froté mi mejilla suavemente contra su cabeza. 

—¿Por... por qué?

—¿Por qué, qué? —. No entendía a qué se refería.

—Sí, por qué... —. Y señaló su cuello mientras escondía su cara evitando mirarme.

—Oh ¿Quieres saber por qué no te marqué?

Sólo sentí como asintió mientras apretaba su abrazo.

—Mmm ¿Cómo te lo explico? Verás Minnie —acaricié suavemente su cabello— cuando era pequeño mi papá omega me contó lo importante que es la marca, me dijo que cuando encontrara a esa persona especial debía esperar para hacerlo.

—¿Esperar?

—Ajá, se tiene la creecia que la marca es una prueba de propiedad y que, como tal, si un alfa encuentra a su omega destinado debe hacerlo, pero omma Jin me dijo que una marca también podía ser un símbolo de amor, y que de esa forma sería mucho más fuerte. Por lo tanto, me gustaría esperar para que sea algo especial... sé que puede parecer un poco cursi, pero es muy pronto, es decir, sé que eres perfecto para mí, pero me gustaría que nos conocieramos más y que nuestros sentimientos se desarrollaran poco a poco... ¿hey, es-estás llorando?

Sólo sentía algo de humedad en mi pecho y sentí que el alma se me iba del cuerpo. No sabía que lo había hecho sentir así y el terror de haber metido la pata por ser un alfa cursi y blandengue —cosa por la que me molestaban con frecuencia— me estaba paralizando.

—No llores.. por favor. Podemos hacerlo de otra manera, es sólo que no quería que todo fuera tan rápido, pensé que sería mejor así, aunque en realidad no lo pensé demasia...

Antes de que me diera cuenta sus labios se posaron contra los míos y me besaron dulcemente. Cuando se separó de mí su mirada era brillante, pero mi cerebro se bloqueó mientras boqueaba confuso.

—Hablas demasiado.

—Lo siento.

—Y no tenemos que hacerlo de otra manera, es sólo que me hace tan feliz que te preocupes tanto por eso... me ganó el sentimiento, estoy un poco sensible. No me molesta esperar, en realidad, es extraño, por un lado me sentí rechazado —apreté su cuerpo contra el mío cuando lo dijo— pero yo también creo que conocernos y dejar que las cosas fluyan poco a poco es mejor.

Suspiré de alivio.

—La verdad, cuando me levanté esta mañana no esperaba encontrarme con mi alfa. 

Mi corazón brincó aceleradamente cuando dijo eso. 

—Yo tampoco pensé que después de que mi mañana empezara tan mal, me encontraría con el omega más hermoso del mundo.

—Yahh.. deja de decir esas cosas, me avergüenzas —. Me reí por su gesto tímido mientras me hacía pucheros.

—Cuando llegué, por un momento pensé que me ibas a correr a patadas —confesé.

Acaricié su mejilla con mis nudillos mientras me perdía en su mirada. Jimin sonrió y de pronto sentí que haría todo por conservar por siempre ese gesto en su rostro. Acercó su nariz en un beso de esquimal y picoteé sus labios varias veces en lo que me decidía. 

—¿Jimin?

—¿Si JungKookie?

—¿Aceptarías salir conmigo?

Pasaron unos minutos de silencio antes de que escuchara el dulce sonido de su risa mientras me besuqueaba todo el rostro.

—Me encantaría salir contigo.

Sonreí feliz y lo acuné contra mí mientras trataba de hacerle cosquillas. De pronto recordé a los lobos de mi sueño y entendí que eran un reflejo de nosotros. A partir de ese momento haría todo para que, como los lobos, fueramos amigos, cómplices y amantes.


Inefable II Kookmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora