Juntos

10.9K 1.5K 149
                                    

  JIMIN / 지민 

Después de haber dicho eso, sentí como su agarre se tensaba y se soltaba. Buscó mi mirada y se clavó en ella, como tratando de ver si realmente había decidido entregarme a él. Sonrió y acercó sus labios para besarme de nuevo. Pude notar su deseo y su desesperación, su beso era agresivo y demandante, succionaba mis labios e introducía su lengua en mi boca saboreándome, como pude devolví el beso, sus manos fueron hacia mi cadera y me apretó más contra él. 

El calor se había vuelto insoportable, las yemas de mis dedos acariciaban su rostro y cada roce se propagaba en mi piel. De pronto nos faltó aire y nos separamos. Pude sentir que mi cuerpo temblaba como una gelatina. No es que no hubiera tenido sexo antes, porque lo había hecho, pero la sensación en ese momento era indescriptible, nunca me había sentido así, tan necesitado, tan deseoso de traspasar la piel y poder fundirme en el otro. Después de respirar unos segundos, comenzó a dejar pequeños besos húmedos en mi cuello y yo no pude resistirme, pequeños gemidos salían de mi boca, mientras él lamía, mordía y besaba esa parte que conectaba el hombro con mi cuello y mi instinto omega me hacía ladear la cabeza en gesto de sumisión. 

De pronto se separó de mí y se quedó observándome, podía escucharse nuestra respiración agitada, mi cara estaba roja y su mirada denotaba deseo crudo, pero al mismo tiempo había otra sensación... ¿miedo? Podía ver como se debatía mentalmente por algo que yo no entendía ¿Sería su primera vez con un hombre? De pronto sentí una ola de ternura por él, a pesar de su gran tamaño y la seguridad que sus brazos me daban, también estaba asustado, estaba enfrentándose a algo nuevo y quizá no sabía como proceder. Era extraño ya que por naturaleza se suponía que los alfas eran decididos y seguros, pero yo siempre creí que no había nada más bello que apoyar y poder apoyarse en el otro. 

Liberando feromonas para calmarlo, decidí acercarme lentamente, sus ojos me seguían a cada paso. Coloqué las manos en la orilla de su playera y la levanté lentamente, él se dejó hacer sin decir nada. Di unos pasos hacia atrás y con todo el descaro del mundo me permití observarlo, torso marcado, músculos prominentes pero sin exagerar, piel levemente bronceada, brazos anchos... dios, me era difícil controlarme con semejante hombre frente a mí. Él se sonrojó ante mi escrutinio. Volví a acercarme y tomé sus manos, las besé y las coloqué en el primer botón de mi camisa, invitándolo a que me la quitara.

—Estoy contigo, estamos juntos.

Con manos un poco temblorosas desabotonó uno por uno los botones azules de mi camisa hasta deslizarla con suavidad. Sus pupilas se dilataron ante la vista.

—¿Te gusta lo que ves?

Él sólo sonrió y asintió. Colocó sus manos en mis hombros y comenzó a acariciar cada centímetro de mi torso, pasados unos minutos parecía haber recuperado la confianza y volvimos a besarnos con ansiedad, yo me aferraba a sus hombros y él sujetaba mi cintura para rozar nuestros miembros. Era increíble como la exitación y el calor se acumulaban tan rápido, con unos roces ya sentía que podría terminar en cualquier momento, estaba tan ido que no noté cuando sus manos abrieron el cierre de mi pantalón y quitó la prenda hasta que sentí sus manos colarse por debajo de mis calzones.

—AAhgg.

Dios, era demasiado para mí, comezó a amasar mis glúteos mientras me presionaba más contra él y me besaba hasta dejarme sin aire. Sus dedos me tocaban de manera demandante, toda mi piel ardía y cuando comenzó a delinear con su dedo en mi entrada traté de pararlo.

—Aghh, espera... ahh, si sigues así no podré...

Dos dedos entraron en mí de golpe, gracias al lubricante natural, y con un par de embestidas me vine, él siguió con la fricción de nuestros miembros un poco más hasta terminar también con un gemido ronco.

Inefable II Kookmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora