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day four

- No JiMin -Fruncí el ceño mientras apretaba los puños con fuerza. Él no podía negarse.

- P-Pero... ¡No podemos dejarlo aquí! -Estallé deteniéndome. JungKook estaba dando vueltas por todos lados evitando mi mirada y buscando yo-no-se-que.

- JiMin... -Suspiró apretando la mandíbula, levantó los brazos estirándose para luego recostarse en la parte trasera del metrificado auto - ¿Cómo debería de explicártelo?

- Esto no necesita alguna explicación -Me puse frente a él arrugando la nariz - Simplemente YoonGi no se quedará aquí. Si quieres irte, largo -Moví las manos, señalándole el camino por el que habíamos llegado - Pero yo me quedaré aquí hasta que YoonGi despierte.

Una sombra oscura adornó las orbitas de JungKook cuando terminé de hablar. Su flequillo ocultaba la mayor parte de sus ojos, los cuales miraban con atención sus zapatos. Su cuerpo comenzó a agitarse suavemente y una sonrisa sarcástica apareció sin previo aviso en sus labios.

- JungKo... -Dejé de hablar al ver como la comisura de sus labios temblaba rápidamente y una gran carcajada me hizo saltar en mi lugar. Mi corazón latió salvajemente temiéndose lo peor. Sus manos se apoyaron en el auto y detuvo su risa para levantar la mirada hacia el cielo con una horrorosa sonrisa en su boca.

- Eres fácil de engañar, Park Ji Min -Mordió su labio inferior y me miró - Hyung -Siseó burlonamente antes de volver a soltar una risa que me hizo estremecer - Ya... Va siendo momento de que termine con todo esto -Mencionó mientras ponía una de sus manos en la parte trasera de su pantalón. Mi cuerpo se paralizó del miedo al ver el cuchillo con el cual había intentado atacar a YoonGi en sus manos, esta vez apuntándome sin ningún tapujo o arrepentimiento en sus oscuros ojos - Te mataré y luego haré lo mismo con YoonGi y Jin.

Dicho esto, su cuerpo embistió el mío haciéndome tambalear hacia atrás. Supe que ya no tendría escapatoria.

YoonGi.

Me revolqué en la cama donde me encontraba. Era muy cómoda y pude oler un aroma a fresas revuelta con lo que parecía ser hierro. Con algo de dificultad abrí los ojos y los froté fuertemente para poder ver bien. Mi vista se enfocaba de a momentos y solo podía escuchar un persistente pitido en mis oídos que me martillaba sin parar el cerebro. Al levantarme no supe si me quejé o algo por el estilo, no podía ni escucharme a mí mismo. Los recuerdos vinieron de golpe a mi mente e intenté adquirir una posición más erguida. Unos jadeos reemplazaron aquel molesto sonido.

Intenté levantarme del colchón, pero apenas estuve de píe todo a mi alrededor dio vueltas y caí de bruses al suelo. Apoyé una de mis manos sobre una de mis rodillas y paré, todavía sintiendo como si hubiese dado miles de vueltas en mí mismo.

- ¡JungKook, detente! -La voz que solo empleaba JiMin cuando hacía tareas físicas excesivamente difíciles se hizo presente e inmediatamente di dos pasos más.

- ¡Cállate! ¡Vamos a morir todos! ¡TODOS! -JungKook gritó.

- ¡Por favor, JungKook! ¡No hagas esto! -JiMin lloriqueó.

Tenía una gran urgencia por salir de esa carpa, pero sencillamente cada que caminaba veía la entrada mas y mas lejos de mi.

Tenía que proteger a mi dongsaeng. Yo se lo había prometido.

- ¡Agh!

- J-JungK... Lo siento... Yo no...

- ¡Te voy a matar!

Abrí la carpa y deseé no haberlo hecho. Todo pasó en cámara lenta, y de alguna forma JiMin ya no estaba a mi vista. JungKook me miró con la boca entreabierta, respirando pesadamente, y sus manos extendidas al frente. Había empujado a JiMin por la pendiente. Miró sus manos y luego a mí, repitió lo mismo un par de veces más y abrió los ojos antes de salir corriendo.

7 Days |AU-BTS|Where stories live. Discover now