Diecisiete.

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Tras descubrir lo de las fotos, Harry decidió seguir investigando los actos de James, así que contrató a un detective privado.

Este se negaba a creerlo totalmente, aún así, se sentía muy mal por el fotógrafo pues quizás había sido demasiado cruel con él, cuando Louis solo lo había puesto sobre aviso, como haría un buen amigo.

Al día siguiente, James salió con que debía viajar a Roma con Cowell repentinamente, supuestamente a unas reuniones con inversionistas griegos pero Harry ya no sabía si creérselo.

El hombre que contrató, discretamente lo siguió desde su domicilio hasta el aeropuerto, donde debía coger el mismo vuelo que ellos y sacaría fotos para tener pruebas, las cuales Harry esperaba para salir de dudas.

Las primeras pruebas no se hicieron esperar pues una media hora después de hablar con el detective privado, el ojiverde recibió a su móvil las fotos que este había hecho en la terminal.

Harry las contempló con gran desilusión, ya que en ellas, Cowell recibía a James con los brazos abiertos y muy sonriente, sin embargo, foto a foto, vio que el saludo pasó del abrazo, al magreo y del magreo, al besos en la boca.

Más fotos fueron llegando durante ese día pero el empresario ya no sabía si quería verlas pues le dolían demasiado.

Aunque fue peor, cuando el detective los grabó en pleno apojeo sexual pues los obsesivos, ni siquiera llegaron al hotel, ya que tras aterrizar en Roma, se dirigieron a los lavabos de la terminal y como Louis había hecho, el detective también se metió en un cubículo contiguo.

El ojiverde escuchaba sin poder creerlo, como James jadeaba y gritaba el nombre de Simon una y otra vez, pidiendo más y más y diciéndole que era el mejor y que lo amaba.

Al terminar ese encuentro sexual, para su suerte, el detective pudo grabarlos hablando y corroborar lo que Louis le había dicho a Harry, sobre lo que pensaba de este y su dinero.

...—¿Te ha costado mucho convencer a tu tonto prometido, para que no viniese a despedirte?.

—Si, ha insistido mucho pero finalmente lo convencí,... está muy pesado últimamente, no sé que le ocurre....que ganas tengo de que pase el tiempo ya y nos casemos para poder divorciarme rápidamente de él, cada día es más insoportable.

Harry sintió una punzada en el corazón pero siguió escuchando.

...—Quizás sea por ese fotógrafo, la verdad está muy bien, es bastante lindo.

Hey, no te permito que mires a otro ¿me oyes?, tú eres mio y solo mío.

—Tranquilo cachorrito, sabes que tú eres el único para mi pero reconoce que desde que esos dos estuvieron juntos, Styles no es el mismo.

—Puede que si, quizás tenga que ponerle un alto a ese don nadie, no puedo permitir que ponga en riesgo mi plan de quedarme con la mitad de la fortuna cuando yo me divorcie. Después pueden retozar en el barro todo el día si quieren, me da lo mismo, yo te amo a ti....

Harry ya no lo soportó más y paró la grabación, estaba furioso, ese par eran unos desgraciados y por su culpa había herido gravemente a Louis y este se había ido sin dejar rastro.

Durante los días siguientes, el ojiverde cayó en la cuenta de que todo lo que había sentido por James se estaba esfumando y en su lugar tan solo quedaba lo que había estado reprimiendo, Louis.

Aún faltaban dos semanas para la boda pero el empresario lo suspendió todo, así que anuló la ceremonia de la Iglesia, el banquete, la decoración, la orquesta y todo lo contratado.

Las invitaciones ya habían sido mandadas dos meses atrás, sin embargo, con ayuda de su secretaria, este logró avisar a lod invitados través del e-mail, del fax y por teléfono.

Para que no pusieran sobre aviso a James, el ojiverde dijo que la aplazarian por cuestión de fechas y trabajo, ya que no quería que nadie supiese que además, su prometido era un aprovechado, infiel e hijo de puta.

El siguiente paso fue cambiar la cerradura de su casa y anular la tarjeta oro que le había regalado a su prometido en uno de sus aniversarios, al igual que le quitó el mercedes que le había comprado en su último cumpleaños y lo donó a un orfanato.

James regresó finalmente de la escapadita con su jefe-amante y entonces se encontró que ya no había rastro de ningún compromiso, ni de ninguna boda.

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13. Deseo carnal- (Larry Stylinson) -TerminadaWhere stories live. Discover now