82- Última Temporada- Cap II: GUERRA DE HYUNGS

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-¿y bien? ¿No van a decir nada?- la sangre me hervía al ver a esos dos mirando el suelo, sin intención alguna de darme ningún tipo de explicación y con una sonrisa burlona que no podían ocultar.

Bufé y bajé la mirada, fue entonces cuando me llamó la atención algo que brillaba debajo de la mesa de la sala y con el pie traté de alcanzarlo. -veo que se estuvieron divirtiendo en mi ausencia...- levanté la lata de cerveza del suelo rechinando los dientes.

Ambos se miraron y se sonrieron con complicidad

-voy por un café, quieres uno Hyung?- Aleph le habló a Keun, ignorándome por completo.

-no es gracioso! De verdad no tienen nada que decir?- elevé el tono de mi voz, estaba enojada y no saber que habían hecho esos dos me desesperaba.

-oh! Si hay algo!- Aleph volvió sobre sus pasos -Llame a mi Nanna para que cuide de Minnie. Tú y hyung necesitan salir, les vendría bien ir a un spa o hacer un poco de compras en algún shopping en la ciudad...-

-Keun Suk?- ignoré a Aleph y busqué la mirada de Keun-¿quieres explicarme qué pasó? -me hundí en el sofá -hoy recordé algo... y no me siento segura en este momento...- sentí una opresión en mi pecho, inspiré profundamente para no empezar a llorar de impotencia.

-¿qué recordaste?- Keun se sentó a mi lado y dulcemente tomó mi mano.

-...a Heechul-sshi?- susurré nerviosa, era incomodo recordar esa escena romántica con su hyung, automáticamente mi cara se puso roja y comencé a sudar frio.

-umm... -dijo incómodo mientras se acomodaba en el sofá -es mejor que lo olvides, y con respecto a "tu amigo" - me observo seriamente -la bebé uso sus "fluidos" para ensuciarnos y él quiso darse un baño, fue un accidente. Eso es todo lo que tengo que decir- se cruzó de brazos y me observó de reojo mientras me daba la espalda.

-le cocinaste hot cakes...- susurré mientras recordaba con nostalgia -yo también quiero comer hot cakes, los hacías para mí cuando estaba embarazada...- dije haciendo berrinche -no es justo...-

-¿acaso es un antojo?- me preguntó ilusionado.

-no juegues con eso!- le di un suave golpe en el hombro.

-sólo estoy soñando despierto...- se quejó. -¿me vas a llevar de compras?- tironeó de mi blusa insistentemente -¿a dónde? ¿Podemos ir a cenar? Quiero probar la carne y también Quiero comprar un abrigo de cuero... negro! Y zapatos también...- Keun Suk hablaba casi sin respirar, emocionado como un niño pequeño.

Mi corazón latió fuerte al ver esa sonrisa tan dulce y esos ojos llenos de ilusión...

-no me veas así...- Keun susurró -o voy a tener que decirle a Aleph que se vaya pronto...- acercó su rostro al mío y pude respirar su aliento.

-¿ tratando d-de seducirme?- sonreí nerviosa, era obvio que sí lo estaba haciendo.

-Aunque lleves este anillo...- dijo tomando mi mano -siento la necesidad de conquistarte todos los días... para que nadie más lo haga- dijo antes de robarme un beso fugaz.

-hey! ¿Podrían esperar a que me vaya para ponerse románticos?- Aleph se hizo el ofendido y nos miró de reojo. Se quedó de pie pensativo - tengo que volver pronto a la universidad, mi licencia se termina en unos d8as- dijo de repente mientras suspiraba con tristeza.

-está tratando de llamar tu atención, no le hagas caso...- Keun me abrazó posesivamente.

-Laura tenía 11 años recién cumplidos, todavía jugaba con muñecas en aquella casa del árbol...- Aleph sonriendo abrió una ventana y señaló un árbol en el jardín-cómo de costumbre solo llevaba medias en sus pies...por lo que al intentar bajar...-

-Aleph ¿por qué no vas a juntar flores?- sugerí nerviosa, sabía muy bien lo que tramaba mi amigo.

-¿Ahora sí me escuchas?- dijo enojado -te acabo de decir que tengo regresar a la universidad y sólo cuando tu reputación está en juego me prestas atención?-

-hey, hyung!- Keun frunció el ceño - ¿qué quieres decir?

-Llevo mucho tiempo sin ver a esta chica y ahora que estás aquí me ignora...- Aleph empezó a hacer un berrinche - Yo también soy importante en su vida! Y me niego a alejarme de ella otra vez! He dicho!- dijo completamente indignado, la cara de Aleph estaba roja de furia.

-Ya sabemos que estás celoso hyung pero ¿Por qué mencionas la reputación de mi esposa?- esta vez Keun se acercó a Aleph curioso por esa palabra que uso su "hyung".

-Veo que no te contaron la bella historia...- Aleph levantó las cejas y me sonrió con malicia.

-Si abres la boca...- lo amenacé -te juro que no volverás a verme hasta que me salgan canas...- dije entre dientes.

-Laurysshi... ¿qué están ocultando ustedes dos?- Keun nos señaló con el dedo -no es lo que estoy pensando ¿o sí?- su rostro palideció, parecía que iba a entrar en pánico.

-¿te sientes bien?- Aleph miró con preocupación a Keun -sólo estoy bromeando, sólo fue un accidente... ni siquiera fue un beso de verdad- dijo riendo.

-dijiste que fue tu primer beso, tonto!- me hice la ofendida con Aleph para ponerlo nervioso.

-eso... no es importante, para mí fue un accidente.- Aleph se fue a la cocina por su café como si nada hubiera pasado.

-Laurysshi... ve por tu maletas, nos vamos ahora mismo de esta casa- la voz de Keun resonó en toda la habitación y no me atreví a contradecirlo.


-todavía estás enojado?- pegunté

-sí- respondió completamente serio.

-Ok... ¿qué tal ésta?- le mostré un abrigo de cuero rojo y lo vi sonreír levemente.

-está bien para mí pero quiero que uses ese...- me señaló un vestido de cuero negro muy entallado.

-con eso ni siquiera voy a poder sentarme...- le susurré avergonzada.

-vamos a bailar toda la noche, no necesitas sentarte- llamó a una vendedora con una seña -cuando lleguemos al departamento yo te ayudo a quitártelo...-dijo sonriendo de lado

-Señorita, voy a probarme ese vestido...- le dije resignada a la empleada -maldito Aleph, por tu culpa voy a parecer gatúbela toda la noche...- me lamentaba en voz baja.

-¿Laurysshi?- me escuchó -¿serías tan amable de no nombrar a Aleph cuando estás conmigo?- me reclamó fingiendo una sonrisa.

Asentí y me fui al vestidor.

Aunque vivía discretamente en la ciudad, solía frecuentar varios locales nocturnos cada fin de semana después de haber cumplido la mayoría de edad. Mentiría si dijera que no conocía a los dueños de cada club y a los nombres de sus empleados de seguridad...

Por esa misma razón, vestir esa clase de ropa después de casarme y de haber tenido un bebé...no era adecuado para mí, no iba a sentirme para nada cómoda.

Tenía que pensar alguna estrategia para no usar ese vestido en la noche... -espero que nadie me reconozca...- me dije frente al espejo suspirando.













Historia de un Viaje EternoWhere stories live. Discover now